Malestar entre los agricultores canarios ante la suspensión de las ventas de tomate a la CE

La agricultura canaria ha sufrido durante este mes pérdidas superiores a 2.000 millones de pesetas, según las estimaciones realizadas por los afectados, al verse obligada a suspender todas sus exportaciones de tomates a la Comunidad Europea (CE) a raíz de la aplicación en este período de los precios de referencia.

La Confederación Canaria de Empresarios (CCE) ha solicitado a las autoridades autonómicas y centrales que reclamen de la CE el libre acceso de las producciones del archipiélago y protesten por "el tiempo y forma en que han sido aplicados los precios de referencia".El mercado europeo de tomates está saturado al registrarse este año un importante incremento de la producción interna y haberse adelantado la misma más de lo habitual, como consecuencia, según señalan los especialistas, de las espléndidas condiciones de luminosidad de que han gozado sus cultivos. La situación creada es preocupante para el sector agrícola canario, que ha dejado de enviar a sus puertos de destino 5.000 millones de cestos (30.000 millones de kilos). Varias toneladas del fruto han comenzado a ser arrojadas a los barrancos al no poder ser vendidas en Europa.

Los exportadores de tomates de las dos provincias canarias habían decidido cerrar sus envíos a comienzos de este mes, en coordinación con la Dirección General de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, al objeto de eludir las tasas compensatorias (gravamen para proteger los precios de los productos propios de la CE). Canarias tiene que abonar este tipo de derechos en aduana al no estar integrada en la política agrícola común (PAC) consensuada entre los países de la CE.

De no haber interrumpido la comercialización de los tomates de las islas, los empresarios habrían sufrido pérdidas de más de 100 pesetas por bulto. La suspensión ha costado ya 2.000 millones de pesetas.