La 'contra' espera que la ayuda humanitaria llegue antes de la paz

ENVIADO ESPECIAL La contra nicaragüense trataba ayer de ganar tiempo en las negociaciones de paz con el Gobierno de Managua, a la espera de que el Congreso de Estados Unidos apruebe un paquete de ayuda humanitaria para los antisandinistas antes de que entre en vigor de forma oficial, el próximo viernes, el alto el fuego de 60 días acordado el miércoles pasado.

[En la madrugada de hoy en España, los líderes republicanos y demócratas del Congreso norteamericano llegaron a un acuerdo para conceder 42 millones de dólares a los rebeldes antisandinistas, que habrá de votarse hoy y que se espera pase sin problemas, informa Reuter].

Con un retraso de más de cinco horas se inició el lunes en ese poblado nicaragnense, situado a escasos kilómetros de la frontera con Costa Rica, la reunión de las comisiones técnicas y militares que deben concretar las zonas geográficas donde la contra quedará temporalmente agrupada hasta la firma del definitivo cese de las hostilidades. El encuentro sufrió dos aplazamientos por la mañana, debidos a la tardanza de la delegación rebelde, presidida en esta ocasión por Arístides S ánchez, quien justificó la demora por "razones de tipo logístico" (alojamiento en la frontera de Costa Rica y problemas de conexiones aéreas).

Actitud dilatoria

Los observadores sospechan que el retraso, y sobre todo la sorprendente brevedad de la primera jornada de discusiones, en las que lo único que se acordó fue la reanudación de las mismas ayer, fue debido a las negociaciones que otros dirigentes rebeldes mantenían en ese momento en Washington.El jefe de la delegación sandinista, el viceministro de Defensa general Joaquín Cuadra, afirmó en Sapoá que el Gobierno nicaragüense confía en poder alcanzar en las próximas horas un acuerdo con la contra antes del viernes que dé paso al reagrupamiento de las fuerzas rebeldes en dos o tres áreas del interior del país desde ese día hasta el 15 de abril. Ello permitirá poner en funcionamiento la segunda fase de la amnistía general, con la puesta en libertad de un 507. de presos políticos.

El tono de la reunión de Sapoá se caldeó algo el lunes cuando uno de los representantes de la delegación rebelde, Diógenes Membreño, alias Comandante Fernando, declaró al término de la primera jornada: "Quiero decir al pueblo nicaragüense que no le vamos a traicionar. Los combatientes no vamos a deponer las armas hasta que haya una democracia real en Nicaragua como la que hay en Costa Rica y no la democracia marxista de la que habla Humberto Ortega (ministro de Defensa nicaragüense)".