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LA REBELIÓN MILITAR EN ARGENTINA

El Rey y González felicitan al presidente argentino

El rey don Juan Carlos envió ayer un mensaje a Raúl Alfonsín para expresarle su "felicitación entusiasta y calurosa" por la forma en que su Gobierno ha conducido la crisis a "un feliz desenlace" y "el refuerzo que ello ha supuesto para la democracia argentina", que "goza del firme y decidido apoyo de la Corona y del pueblo español".El presidente del Gobierno español, Felipe González, en su mensaje de felicitación a Alfonsín, señala: "España también pasó en otras épocas por momentos difíciles, afortunadamente ya superados. Esa experiencia -como estoy seguro ocurrirá también en Argentina- supuso un punto de unión de sus habitantes en torno a un sistema constitucional, civilista y dialogante, en el que todos tienen cabida". El titular de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, mantuvo ayer una conversación telefónica con su homólogo argentino, Dante Caputo.

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El presidente de EE UU, Ronald Reagan, subrayó el domingo por la noche su "total apoyo" a Alfonsín y al sistema democrático en Argentina, según informó el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater.

Según Fitzwater, "el apoyo a la democracia en Argentina y Latinoamérica es uno de los pilares de la política exterior" del presidente Reagan. En un comunicado oficial anterior, poco antes de la rendición, Reagan "urgió decididamente" a los militares rebeldes a que depusieran su actitud y se entregaran al Gobierno.

La URSS también manifestó su satisfacción por el fin de la rebelión militar en Argentina. No obstante, la agencia soviética Tass, tras subrayar su apoyo al Gobierno de Alfonsín, observó ayer: "La sublevación de cuatro días en la que los rebeldes intentaron poner a prueba la estabilidad de las posiciones del Gobíerno del presidente Alfonsín y preparar el terreno para un golpe de Estado militar planeado por los militares reaccionarios ha tenido un final sin gloria".

George Foulkes, portavoz para asuntos latinoamericanos del Partido Laborista británico, pidió ayer a la primera ministra, Margaret Thatcher, que envíe a Alfonsín un saludo por su éxito al sofocar la rebelión militar.

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