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Incidentes en la apertura de la vista oral contra el general Camps y otros seis acusados en Argentina

Un tribunal federal de Buenos Aires inició ayer el proceso contra el general Ramón Camps y otros seis militares y policías por graves violaciones de los derechos humanos entre 1976 y 1982. El juicio comenzó sin la presencia de Camps, jefe de la policía bonaerense y uno de los personajes más representativos de la guerra sucia argentina, y con serios incidentes protagonizados por el comisario Miguel Etchecolatz, uno de los acusados, quien solicitó a gritos hacer uso de la palabra después de que entraran en la sala los seis jueces de la Cámara Federal de Apelaciones. El comisario Etchecolatz, visiblemente alterado, pretendía leer antes de comenzar la sesión una declaración firmada por cuatro policías enjuiciados.

El presidente del tribunal civil, Guillermo Ledesma, no permitió que la declaración fuera leída. En ese texto se califica al proceso iniciado ayer de "parodia" y los firmantes (Etchecolatz, los comisarios Héctor Vides y Alberto Rousse y el médico policial Jorge Bergez) señalan: "Somos enjuiciados por la sociedad que defendimos", según informa la agencia Efe. El otro policía enjuiciado es el cabo Norberto Cozzani. Junto con Camps, jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires entre 1976 y 1977, conocido como el carnicero de Buenos Aires, ha sido procesados su sucesor, el general Ovidio Pablo Ricchieri.Los firmantes del escrito, que cumplieron funciones en la policía de la provincia de Buenos Aires bajo las órdenes de Camps y Ricchieri, agregan que la justicia "encubre a los verdaderos responsables de la violencia que no originamos".

Tras los incidentes, comenzó a prestar declaración, como testigo de la defensa, el comisario Rodolfa González Conti, quien respondió a numerosas preguntas del juez Ledesma y del fiscal Julio César Strassera. De acuerdo con el sistema procesal argentino, desde ayer y durante cinco sesiones el tribunal escuchará los testimonios presentados por la defensa. Y la semana próxima se conocerán los testimonios de la acusación. Camps y Ricchieri han advertido que no comparecerán ante el tribunal.

Camps ha admitido en declaraciones a la Prensa que unas 5.000 personas desaparecieron en Buenos Aires durante el período en que él fue el jefe de la policía y ha agregado que la mayoría está muerta. Los procesados son acusados de 32 homicidios, 120 casos de tortura, 214 secuestros con extorsión seguidos de la desaparición de 47 de las víctimas, 10 secuestros de menores de edad, 18 robos y dos abortos producidos a causa de torturas a mujeres embarazadas.

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