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El final del asedio

La imagen del Alcázar de Toledo ha servido para mantener presente el recuerdo del alzamiento que desembocó en la guerra civil. El edificio ha sido algo más que un emblema al que se han agarrado los nostálgicos del franquismo. Guerra, destrucción y revanchismos son términos estrechamente vinculados a esta construcción. Sus escasas actividades actuales no están lejanas a esta imagen: un museo del asedio que, según aseguran en la Consejería de Cultura de la comunidad, cuenta con muy pocas visitas. Los fondos que actualmente conforman este museo pasarán a ser exhibidos, probablemente, al nuevo Museo del Ejército que será construido en Madrid una vez que sean cerradas sus actuales dependencias.

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Pese a las connotaciones actuales que la imagen del edificio lleva consigo, lo cierto es que sus amplias salas no han tenido siempre el uso militar al que ahora se le vincula. Su historia no parte del verano de 1936, sino que sus orígenes son muy anteriores.

El objetivo de los responsables de Cultura de la comunidad es lavar el anacrónico recordatorio de guerra y división que sus muros recuerdan a los vecinos y visitantes de la ciudad. Se trata ahora de que le, que se ha calificado como último símbolo del franquismo pueda ser utilizado por quienes, en lugar de regodearse en la nostalgia, prefieren disfrutar de novedades culturales.

Los orígenes históricos de este edificio, destruido y reconstruido varias veces a consecuencia del efecto de las guerras, son confusos. Aunque ya los romanos construyeron un pretorio que posteriormente sería utilizado por los reyes visigodos, parece ser que fue concebido como fortaleza en la época musulmana y que Alfonso VI le dio una configuración semejante a la actual.

Considerado como un punto imprescindible para controlar la ciudad, el edificio ha sufrido diferentes usos a lo largo de su historia. Sirvió para albergar a la corte imperial en varias ocasiones, y la entrada de los ciudadanos dependió de las oscilaciones políticas. Además de palacio, fue utilizado como prisión del Estado, cuartel de caballería e incluso asilo para pobres. Quedó reducido a escombros durante la ocupación francesa y en la guerra civil.

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