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El Ministerio de Defensa entrega el Alcázar de Toledo para usos culturales

Se transforma uno de los más significativos símbolos del franquismo

El Alcázar de Toledo, uno de los símbolos más estimados por el franquismo, fue entregado ayer por el ministro de Defensa, Narcís Serra, al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Bono, para usos culturales. El edificio, que en 1936 sirvió de centro de resistencia a quienes se alzaron contra la República, se encuentra infrautilizado. Hasta ahora estaba ocupado por el Gobierno Militar y el Museo del Asedio. Entre los usos previstos por la Junta se encuentra una biblioteca pública, en la que se incluirán 20.000 volúmenes, producto de obras escritas por los españoles que se vieron forzados al exilio.

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El primer paso que llevará a la entrega definitiva fue dado ayer en las propias salas del edificio, durante una visita de más de dos horas de duración realizada por el ministro de Defensa a Toledo. Serra comunicó la creación de un patronato, en el que participarán representantes de Defensa, el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades, para decidir la forma de transferencia y el uso concreto de las dependencias del Alcázar, si bien se acordó durante la visita el traslado inmediato de la biblioteca pública.Las negociaciones para lograr que el Ministerio de Defensa cediera el Alcázar de Toledo para usos culturales empezaron hace más de dos años. Su infrautilización -sólo empleado por el Museo del Asedio y en la conmemoración del Día del Asedio- y la idónea ubicación de que dispone hicieron que se colocara en el punto de mira como solución a las necesidades culturales de la capital de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Toledo.

Una de las mayores deficiencias la sufre la Biblioteca Pública de Toledo, donde sólo se dispone de 45 plazas de lectura para una población de más de 57.000 habitantes y el servicio de préstamos está limitado a la sección infantil. Considerada como la tercera en importancia en España, cuenta con más de 200.000 volúmenes de fondo moderno y unos 25.000 títulos infantiles.

Los fondos antiguos, donde los libros de tema eclesiástico son de gran importancia, están nutridos básicamente por la colección Borbón-Lorenzana, integrada por alrededor de un millar de manuscritos de los siglos XI al XIV, 411 incunables, 100.000 libros impresos entre los siglos XV y XIX, 10.000 volúmenes de la sección toledana y la colección Malagón, formada por unos 20.000 libros realizados por intelectuales españoles en el exilio.

Los responsables de Cultura de esta comunidad autónoma consideran que el edificio del Alcázar ofrece, por su amplitud y características, las condiciones más idóneas para una biblioteca pública, debido a su amplio espacio, situación y fácil acceso.

El segundo uso previsto para el antiguo escenario sobre el que se levantó el general Moscardó es el de Casa de Cultura. Aquí se organizarán exposiciones, tertulias y coloquios con temas de interés artístico y social.

Las necesidades locales de contar con biblioteca y archivo regional serán también satisfechas en las salas del Alcázar. Allí tendrán cabida las ediciones y adquisiciones de la consejería de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades.

El plan de usos dibujado por los responsables de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha incluye la creación de un Museo del Libro, constituido básicamente por una selección de volúmenes de la colección Borbón-Lorenzana, con libros procedentes de los conventos suprimidos durante la desamortización y donde se encuentran volúmenes cuyas ilustraciones y encuadernación les convierte en auténticas joyas de la bibliografía. En este museo está prevista la inclusión de objetos ilustrativos de los orígenes y evolución de la imprenta, así como del proceso que sigue la elaboración de un libro, tanto actualmente como a través de la historia.

Historia reciente

Una fonoteca, un archivo gráfico y una hemeroteca completarán el conjunto de usos que con más urgencia necesita la población de Toledo. El archivo fotográfico, adquirido recientemente por la comunidad, consiste en un fondo documental de gran importancia para la historia, el arte y la etnología toledana y que va mucho más allá de las referencias a la guerra civil que este edificio representa. Para seguir la historia local más reciente, la hemeroteca ofrecerá colecciones completas de los numerosos periódicos con los que ha contado dicha ciudad.

Según los estudios hechos por la consejería de Cultura de la comunidad, son numerosos los ciudadanos que se desplazan habitualmente hasta Madrid para poder presenciar espectáculos. Esta carencia también se intentará subsanar con la recuperación del Alcázar de Toledo. El patio central del edificio podría ser destinado para actividades festivas que, generalmente, se realizarían durante los meses de verano; temporada durante la que, por otra parte, se registra la mayor parte de las visitas turísticas que tienen que trasladarse a Madrid para cerrar sus jornadas festivas. Estos patios recobrarían así una vieja tradición del siglo XVI, cuando este espacio servía para la celebración de fiestas, torneos, juegos de cañas y danzas. Ahora se programarán espectáculos de música medieval y renacentista, teatro barroco o música militar, actividades todas ellas muy ajenas a la imagen que hasta ahora tenía el edificio.

Asimismo, los salones del Alcázar servirán para facilitar una gran sala de exposiciones, una de las mayores carencias de la comunidad, que impide que las exposiciones itinerantes del Ministerio de Cultura o las que monta la Junta puedan ser vistas en Toledo.

Por el momento, no se ha realizado ningún estudio económico sobre el coste de la reconversión.

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