¿Qué pasa cuando las víctimas no son de EE UU?
LOS ANGELES TIMESRecomendación a los,dictadores del mundo entero: cuando vayas a matar a alguien, asegárate primero de que la víctima no tenga conexiones con Estados Unidos.Por ejemplo, al general Augusto Pinochet, hombre fuerte de Chile durante casi 13 años. El 2 de julio, según numerosos -testigos, en Santiago, sus tropas golpearon a dos jóvenes a quienes impregnaron de gasolina y prendieron fuego. Después de dejar que ardieran durante unos minutos, fueron envueltos en mantas por los soldados y trasladados en una camioneta al otro lado de la ciudad. Su único error fue elegir a Rodrigo Rojas de Negri, residente en Washington durante 10 años de exilio y que realizaba una breve visita a su país. Su muerte provocó que el Gobierno de EE UU exigiera una investigación sobre los hechos y el castigo para los culpables.
Como resultado de estas presiones, el Ejército chileno, que durante 16 días negó la existencia de patrullas en esa área, se ha visto obligado a admitir que hay 25 militares implicados en este caso. Su versión es que los jóvenes se prendieron fuego ellos mismos, accidentalmente, y que los soldados no hicieron más que acudir en su ayuda. (...) Está claro que los soldados tienen licencia para pegar, torturar y matar, y para hacerlo públicamente, sin que se les tenga en cuenta. ¿Y los testigos? Incluso a pesar de las amenazas de la policía secreta mantienen que fue deliberado. Ya pueden acumularse las acusaciones, los militares han retirado las pruebas, cambiado las versiones y rechazado toda posibildad de someterse a una investigación independiente.
Los chilenos estamos indignados pero no sorprendidos. Es el tipo de terror, mezquindad y dureza y que se sufre desde que el golpe de 1973 acabó con la democracia en Chile. Lo que hace especial este caso es que una de las víctimas residía en Estados Unidos. El Departamento de Estado norteamericano protestó cuando los asistentes al funeral de Rodrigo fueron golpeados y gaseados porque el embajador de Estados Unidos estaba presente y fue testigo de que la policía fue la que provocó e inició la violencia.
¿Pero qué ha sucedido en otras ocasiones, en los miles de casos en que la policía arrasaba las barriadas pobres y asesinaba a niñas de 13 años y a curas de 40, en que enmascarados golpeaban a los estudiantes en las comisarías depoficía, en que la hija de un activista de los Derechos Humanos era secuestrada y herida en el pecho con una navaja, y no había un representante norteamericano que .atestiguara y confirmara la versión de los hechos de los chilenos?
La muerte de Rodrigo Rojas pone a prueba las relaciojies entre EE UU y Chile. Obligará a la Administración Reagan -que se ha ido distanciando de la dictadura, al menos en sus discursos- a anunciar de qué lado está.
31 de julio
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