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La militarización de la vida pública en Chile alcanza niveles grotescos

La represión como único argumento

El único argumento bien utilizado por el régimen de Pinochet ha sido el de la represión, de la que el Gobierno volvió a echar mano el año pasado al fracasar el diálogo con la oposición. Durante 1984 fueron detenidas por motivos políticos; más de 5.000 personas, y más de 700 fueron enviadas al campo de concentración de Pisagua, en el desierto, al norte del país. «"La situación de los derechos humanos en Chile es muy mala", explica Enrique Pallet, secretario ejecutivo de la Vicaría de Solidaridad, una institución de la Iglesia católica dedicada a luchar por los. derechos humanos. "A las disposiciones vigentes anteriormente se agregaron entre 1983 y 1984 nume rosas leyes y decretos supremos que son sumamente restrictivos de los derechos individuales. Se dictaron cinco leyes y 22 decretos. En estos momentos están vigentes tres estados de excepción simultáneos: el estado de peligro y perturbación de la paz, el de emergencia y el de sitio. Las facultades que todas es tas leyes conceden al presidente le hacen omnipotente." "La argumentación de las autoridades para toda esta acción represiva es la lucha contra el terrorismo, pero en la práctica se demuestra que no es así, puesto que del total de personas arrestadas el año pasado fueron procesadas por los tribunales por algún delito de carácter terrorista sólo 23, es decir, el 0,4%", añade Pallet.

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El general Pinochet ha construido un régimen inseparable de su presencia física

La tortura y el amedrentarniento de la población son práctica diaria. Poco después de una fugaz manifestación estudiantil, un autobús de la policia recorre en plena mañana la calle de los Huérfanos (en el centro comercial de Santiago), deteniendo a los jóvenes con vaqueros y libros debajo del brazo, sospechosos de haber participado en la protesta.

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