Resistencias a la entrada en vigor del nuevo reglamento de la CEE sobre frutas y hortalizas

El Reino Unido, la República Federal de Alemania y los Países Bajos se resisten a dar el visto bueno para la entrada en vigor del nuevo reglamento de la CEE sobre frutas y hortalizas, que penalizaría a las importaciones provenientes de países terceros, entre ellos España. Los ministros de Agricultura de los diez, que ayer comenzaron su reunión en Bruselas, deben abordar hoy las medidas a tomar para reducir el excedente de vino que amenaza con inundar a la CEE.

El nuevo reglamento sobre frutas y hortalizas, que Francia exigió ante la perspectiva del ingreso de España y Portugal, prevé una mayor protección del sector tanto dentro de la CEE como frente al exterior. España, una vez plenamente en la Comunidad, gozará de estas ventajas. Pero entre tanto podría padecer sus efectos. Las importaciones provenientes de España y otros países terceros penetrarían en la CEE, con lo que equivale a una penalización arancelaria del 3% al 20%, siendo los más perjudicados los agrios.Francia ligó la aprobación de este reglamento a la apertura de las negociaciones. sobre el capítulo agrícola con, España. Y cuando se aprobó, el 18 de octubre pasado, esta reforma del llamado acervo mediterráneo, se precisó que entraría en vigor. cuando la CEE presentara a los dos países candidatos su declaración sobre el sector.

Sin embargo, los tres países antes mencionados, importadores y consumidores de estos productos cuyos precios no quieren ver aumentar, consideran que la declaración presentada a España en febrero es insuficiente. Coinciden, pues, con los intereses españoles. Según el secretario de Estado francés, René Souchon, algunos países actúan "de mala fe". Souchon habló de una fórmula de posible compromiso: la entrada en vigor de las medidas después de que la CEE entregue, en junio, una nueva declaración agrícola a España. La campaña ha comenzado ya para algunos productos, y a partir del 1 de junio empezará para las peras y los limones. El reglamento se aplicará, pues, de verdad a partir de 1985. Francia, en un celo de protección frente a la amplación, pidió además mayores ayudas de la CEE para reforzar las estructuras del sector.

Excedentes de vino

Por otra parte, Francia ha pedido una destilación excepcional de cinco millones de hectolitros de vino para transformarlos en alcohol y reducir así los excedentes. Se prevé una campaña récord de vino este año, que puede inundar a la CEE, con producto de mala calidad además. La última campaña produjo 157 millones de hectolitros, cuando el consumo de los diez es de 126 millones de hectolitros.

Pero esta destilación excepcional, provocada por el hecho de que Francia e Italia habían señalado que su producción sería inferior a la que luego ocurrió, costaría unos 15.000 millones de pesetas a las arcas comunitarias, que están vacías.

No se excluye que hoy Rocard aborde la cuestión de la reforma del acervo del vino de cara a la adhesión de España y Portugal. Rocard ha reiterado reciente mente que esta adhesión no se podría hacer sin tal reforma. Francia preconiza un sistema de cuotas de producción para toda la Comunidad Económica Eropea de doce.

Por el contrario, la propuesta de la Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE, recoge sólo un sistema sui generis para España: limitación de las replantaciones de viñedo a un 50% de la superficie arrancada, primas para arrancar otros viñedos y prohibición de exportar vino español mezclado o para mezclar con vino comunitario durante 10 años.

Algunos observadores estiman que esta propuesta ha sido diseñada para que el vino de mezcla español no pueda competir con el italiano en el mercado comunitario.