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Estancadas, las negociaciones internas para reformar la CEE

Andrés Ortega

A tan sólo siete semanas de la crucial -tanto para la CEE como para España- cumbre europea de Atenas, las negociaciones internas para la reforma -o refundición de la Comunidad Europea no terminan de arrancar. Durante horas, 30 ministros de la CEE -de Asuntos Exteriores, Finanzas y Agricultura- derrocharon el tiempo repitiendo tesis bien conocidas, cuando ésta debía ser la primera verdadera negociación para cambiar la política agrícola comunitaria (PAC).Londres planteó una nueva amenaza de veto global si no ve satisfechas sus exigencias. Con grandes palabras se habló del oráculo de Delphos -siempre equívoco- y se discutió sobre si había avanzado desde la cumbre de Stuttgart en junio, si se estaba a medio camino de un pleito en Atenas o si verdaderamente nada había pasado aún, como indica la situación.

El día de ayer estuvo dedicado a debates sobre la PAC -leche por la mañana, cereales por la tarde sin que se abordara -éste no es aún el lugar- el tema que más directamente afecta a España: la reforma del acervo mediterráneo, es decir, de la normativa de protección a las frutas y hortalizas, condición previa planteada por Francia para negociar el capítulo agrícola del ingreso español. De esta cuestión se ocuparán la semana próxima en Luxemburgo los ministros de Agricultura.

Tangencialmente, los negociadores españoles han ido interviniendo en el debate sobre el sector hortofructícola, ya sea en los viajes del titular de Agricultura, Carlos Romero, a París, y ahora a Roma, ya sea a través de uno de los directores generales del palacio de la Trinidad (Secretaría de Estado para las Relaciones con la CEE) en una reciente visita a Atenas. Según fuentes. diplomáticas griegas, la pelea de. este director general en Atenas fue seria, ante la insistencia griega en lograr, en la reforma de este acervo, ventajas en el aspecto externo, frente a terceros países (incluido España hasta su ingreso en la CEE), ya que Francia quería sacar provecho interno en la CEE de esta reforma.

Según un documento de trabajo preparado por la presidencia griega de la CEE, se impone un acuerdo la próxima semana sobre el tema en Luxemburgo, o habrá que meter este informe hortofructícola en el contexto general de la reforma de la PC, "en cuyo caso este plazo suplementario tendría el efecto de retrasar el comienzo de las discusiones agrícolas con España y Portugal, con las consecuencias que se podrían derivar sobre la fecha de conclusión y de ratificación de los tratados de adhesión". El presidente de estas reuniones especiales, el secretario de Estado griego Gregoris Varfis, recordaba en una carta acompañante a este texto que las discusiones internas en la actual Comunidad de diez "se sitúan en la perspectiva- de la -nueva ampliación".

Estado de crisis

Ayer no se habló casi nada de España. Y cabe dudar de la cumbre de Atenas. Ante su notoria incapacidad de avanzar, los 30 ministros pensaron en mandar de nuevo todo el paquete a un grupo de expertos que de nuevo despejará el camino para una decisión política. Para empezar, el Reino Unido recordó ayer que para una reforma de la CEE hace falta el acuerdo de los diez; "ocho no vastan", señaló algo amenazante un alto funcionario británico. Londres sólo aceptará aumentar los recursos financieros de la CEE -condición que se supone esencial para el ingreso español- si se controla el gasto agricola y se soluciona el problema de la Contribución neta británica al presupuesto de la Comunidad.

En cuanto a la leche, se comen-, zaron,a discutir las tres posibilidades que existen sobre la mesa para reducir sus gastos y los excedentes. Se baraja un sistema de cupos o techos de producción con impuestos especiales -por empresas o por países- para los que los superen. La segunda posibilidad es bajar los precios de intervención en el mercado, medida que para ser eficaz debería ser del orden del 12%, con el consiguiente problema social para los productores. Finalmente se habló de una tasa de corresponsabilidad.

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