Anatomía de una catástrofe

Una semana después de la tragedia del Boeing 747 surcoreano, los expertos siguen buscando pistas para determinar si el suceso fue un asesinato a sangre fría, tal y como lo afirma Estados Unidos, o si se trató únicamente de un error en la identificación del aparato.Varias preguntas siguen sin tener respuesta, al tiempo que los analistas intentan explicar por qué el vuelo 007 de la KAL se extravió de su ruta habitual para ir a parar finalmente al fondo del mar del Japón.

La clave del misterio

Expertos de la aviación explican que existen dos interrogantes que encierran la clave del misterio: cómo pudo el Boeing 747 desviarse tanto de su verdadero rumbo, violando claramente el espacio aéreo de la Unión Soviética, y si los pilotos de los cazas soviéticos se percataron realmente del blanco al que disparaban.

Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética discrepan sensiblemente sobre las respuestas a estas dos preguntas. Ambos, no obstante, parecen coincidir en un punto; el avión partió en el rumbo establecido para cruzar el norte del océano Pacífico y viró en dirección Oeste sobrevolando la punta sur de la península de Kamchatka.

A partir de aquí, las dos versiones difieren diametralmente. Washington mantiene que el jumbo abandonó el rumbo fijado por razones poco claras y totalmente inocentes, siendo fácilmente identificable como un aparato de la aviación civil. Por su parte, la Unión Soviética afirma que el Boeing se desvió deliberadamente unos 500 kilómetros de su ruta habitual para sobrevolar Kamchatka, el mar de Okhotsk y la isla de Sajalin, puntos geográficos éstos que guardan instalaciones de alto secreto militar.

Versiones que difieren

Ambas versiones difieren también en lo que respecta a los acontecimientos que precedieron al derribo. Moscú sostiene que el Boeing 747 surcoreano ignoró en un principio las transmisiones que provenían de estaciones terrestres, tras lo cual optó por ignorar también las señales emitidas por los aviones interceptores, incluyendo los disparos de advertencia efectuados a lo largo de la trayectoria del aparato.

Discusión de expertos

Por su parte, los norteamericanos insisten en que no hubo intento alguno por parte de los pilotos de establecer contacto con el jumbo.

Los expertos de aviación occidentales discuten la explicación soviética y sostienen, por su parte, que la transcripción de las conversaciones que fue presentada ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sugiere que los cazas soviéticos nunca estuvieron lo suficientemente cerca del aparato surcoreano como para realizar un proceso de intercepción en toda regla.

Un piloto veterano declaró que "la comunicación mantenida por el piloto soviético parece indicar más la preparación del caza para un derribo que para una maniobra de intercepción".

Por otra parte, mientras Moscú asegura que la visibilidad en el área de intercepción era escasa, el presidente Reagan sostiene que en la fecha del suceso "la noche era, clara y había media luna".