Ocupaciones pacíficas de los consulados chilenos en Madrid y Barcelona

Los Consulados de Chile en Madrid y Barcelona fueron ayer escenario de sendas ocupaciones por parte de algunas decenas de jóvenes izquierdistas, para protestar contra el régimen dictatorial del general Pinochet. En Madrid los manifestantes pusieron fin voluntariamente a su acción alrededor de la una de la tarde, prolongándose la ocupación en la ciudad condal algunas horas.Ni en Madrid ni en Barcelona se han producido incidentes violentos. En la ciudad catalana, un comisario de policía acudió al consulado para dialogar con los ocupantes del consulado. El vicecónsul permaneció en el edificio y aseguró que no se marcharía hasta que finalizase la ocupación. En la capital de España, tuerzas de la Policía Nacional y la Guardia Civil penetraron en el consulado poco después de iniciada la ocupación, sin que se produjera ningún altercado. El cónsul en Madrid no recibió a los ocupantes, unos 40, por lo que éstos leyeron el escrito que iban a entregarle, en el que solicitan la instauración en Chile de una democracia sin restricciones.

Para el jueves, día 8, está convocada una concentración masiva ante la embajada de Chile en Madrid. El secretariado del comité central del Partido Comunista de España se reunió ayer para preparar las movilizaciones que, en solidaridad con el pueblo chileno, se convocarán también el día 11, décimo aniversario del cruento golpe militar contra el régimen de Allende.

A primeras horas de la tarde finalizó la ocupación de la sede del Consulado de Chile en Barcelona, que había comenzado a las nueve de la mañana, cuando una veintena de jóvenes, de edades comprendidas entre los 14 y 18 años, penetraron en las oficinas de la legación situadas en la Gran Vía. Los ocupantes pertenecían a las juventudes. socialistas y comunistas catalanas, y a las de Nacionalistes d'Esquerra, Partido Comunista chileno y Movimiento Independentista Revolucionario de Chile.

En un comunicado difundido a los medios de información, los jóvenes explicaron que la ocupación pacífica del consulado obedecía al deseo de mostrar "nuestra efectiva solidaridad con la lucha y las protestas que se realizan en el interior de Chile".

Efectivos de la Policía, a quienes los ocupantes explicaron su acción, procedieron a desalojar por la fuerza las dependencias del consulado en Barcelona.