La Comisión Europea estudia nuevas medidas para racionalizar la política agrícola común

La Comisión Europea, reunida en cónclave estos últimos tres días, está estudiando una revisión de la política agrícola común (PAC) que incluiría una tasa sobre aceites y materias grasas -para favorecer el consumo del aceite de oliva-, unas cuotas de producción para la leche -sector que se lleva un 40% del presupuesto agrícola de la CEE- y un aumento del contenido de alcohol en el vino para aumentar su calidad. Estas tres propuestas son "muy positivas" para España de cara a su ingreso en la CEE, manifestó ayer un experto español.El documento sobre "la racionalizacíón de la PAC" será presentado públicamente el viernes por el presidente de la Comisión, Gaston Thorn. Es fruto de las decisiones de la cumbre europea de Stuttgart, que ligó una reforma del sistema de financiación de la Comunidad Europea a la reforma de las otras políticas. La publicación especializada La Carta Europea ha tenido acceso al borrador del texto.

La Comisión se muestra dispuesta a renegociar toda una serie de acuerdos internacionales en el marco del GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), especialmente an cuestión de cereales y productos de sustitución para la alimentación del ganado, a la vez que quiere ampliar en el interior, el sistema de los umbrales de garantías para evitar la acumulación de excedentes de una serie de productos, incluidos la leche y la mantequilla.

La idea de una tasa al consumo sobre aceites y materias grasas nunca ha sido formalmente aceptada por la Comisión Europea, pero, en opinión de un experto español, "permitiría desbloquear el aceite de oliva en la negociación con España". Queda aún por ver si la Comisión la aceptará, y en este caso, cómo responderá el Consejo de Ministros de la CEE, verdadero órgano decisorio. La Comisión propone también el pago de una cantidad fija en concepto de ayuda a los pequeños productores de aceite de oliva, y para los otros una ayuda según el volumen de producción real, todo ello bajo un control más estricto.

En cuanto a frutas y hortalizas, la Comisión propone una política de precios prudente y la suspensión de la ayuda a la transformación de productos retirados del mercado en zumo y distribuidos gratuitamente. En el tema del vino sugiere que los países de la CEE bajen sus derechos aduaneros para favorecer su consumo. La Comisión desea desmantelar los montantes compensatorios monetarios en dos o tres etapas.