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Andropov advierte que los ciudadanos de las dos Alemanias podrán contemplarse a través de una barrera de cohetes"

.En una entrevista personal de hora y media de duración, celebrada ayer en Moscú, las posiciones se mantuvieron irreconciliables: el Gobierno de Bonn está dispuesto a estacionar los nuevos cohetes Pershing 2 y de crucero si no se llega a un acuerdo en Ginebra. Andropov, por su parte, advirtió claramente que respondería debidamente.

"Los alemanes de la República Federal de Alemania y de la República Democrática Alemana podrán contemplarse a través de una «tupida barrera de cohetes", di o Andropov a Kohl, que el primer día de su visita había expresado el deseo de reunificación de las dos Alemanias.

La delegación alemana occidental reconoció que la entrevista con Andropov "Fue dura, con exposición de puntos de vista contradictorios, pero constructiva". El portavoz del Gobierno de Bonn, Peter Boenisch, destacó como puntos positivos de las entrevistas que. a pesar de las dificultades en el tema de los misiles, todavía Moscú no ha cerrado la posibilidad de in acuerdo, aunque hay pocas posililidades.

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El segundo punto positivo es la voluntad expresada por los soviéticos de "ampliar las relaciones bilaterales" con la RFA, sin que esto suponga un daño para los contactos con los aliados respectivos Boenisch destacó la frase del ¿discurso del primer ministro soviético, Nicolai Tijonov, de que la Unión Soviética no trata de meter una cuña entre la RFA y Estado Unidos.

Diferencias insalvables

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Al margen de los intentos de la delegación alemana occidental de dulcificar las cosas y tratar de lar la impresión de que Helmut Kohl no vuelve a Bonn de este viaje con las manos vacías, el hecho concreto y reconocido por alemanes ocidentales y soviéticos es que no hubo la menor aproximación e l el tema esencial de los misiles.

A Kohl sólo le queda ahora la posibilidad de intentar salvar lo que se pueda de las relaciones entre los dos países, a pesar de los Pershing 2.

Los intereses comerciales de la RFA -centrados en las expertaciones a la Unión Soviética- y los soviéticos -que desean lograr una amplia cooperación tecnológica- pueden servir para mantener las relaciones a largo plazo, pero Moscú -por boca de Tijonov, en el banquete, y de Andropov, ayer- no dejó la menor duda de que habrá una respuesta al despliegue de los misiles nucleares de la Alianza Atlántica.

La respuesta será militar, es decir, el estacionamiento de nuevos cohetes por parte de los soviéticos. Sin llegar a hablar de estacionamientos concretos, la respuesta soviética se producía en forma de cohetes atómicos de corto alcance que podrían ser estacionados en los países occidentales del Pacto de Varsovia como reacción al despliegue de los misiles de la OTAN.

Éste es el sentido de las palabras de Yuri Andropov cuando dijo al canciller Kohl que los alemanes del Este y del Oeste podrán mirarse a tavés de barreras de cohetes. Con estas palabras, Andropov disipa los sueños de reunificación alemana.

Andropov repitió lo mismo que la noche anterior, en el banquete, dijo el primer ministro, Tijonov: "El territorio de la RFA se transformará en una rampa de lanzamiento de cohetes nucleares norteamericanos, encargados de dar un primer golpe y dirigidos contra la Unión Soviética y sus aliados". Para Yuri Andropov, esto significa la repetición del peligro de una guerra contra la Unión Soviética desde territorio alemán occidental, y así lo manifestó a Helmut Kohl.

En la entrevista, el máximo dirigente soviético insistió en las conocidas posiciones soviéticas de que hay que considerar el armamento nuclear francés y británico a la hora de discutir sobre la forma de alcanzar el equilibrio atómico en el continente europeo.

Andropov expuso a su interlocutor alemán occidental que, con el estacionamiento de los misiles, Estados U nidos busca crear una situación especial en Europa: colocar armas nucleares que pueden alcanzar objetivos en el interior de la URSS, mientras que la Unión Soviética no cuenta con un potencial similar y, según la lógica norteamericana, tampoco puede dis poner de él.

La URSS no cederá

Para Andropov, "es un peligroso error" creer que la URSS cederá en sus posiciones si se llega al estacionamiento de los euromisiles. La URSS está dispuesta, dijo, a poner en marcha a tiempo las contramedidas eficaces que protejan su seguridad y la de sus aliados.

Kohl expuso a Andropov que la Unión Soviética es el primer socio comercial de los países del Este, con los que Bonn está interesado en desarrollar las relaciones. El canciller de la RFA dijo al máximo dirigente soviético que han aprendido "las lecciones de la historia" y que "no somos unos suicidas".

Kohl dijo que compartía la opinión soviética de que no existe la posibilidad de que se produzca una guerra nuclear limitada, y aseguró: "No somos unos fanáticos de los cohetes". Sobre las fuerzas nucleares británica y francesa, Kohl dijo a Andropov que él conoce bien a François Mitterrand y a Margaret Thatcher, y que es "grotesco" pensar que puedan emplear sus armas atómicas para atacar a la URSS.

Kohl insistió en la conveniencia de que se celebre un encuentro entre Andropov y el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y sacó la impresión de que el dirigente soviético estaría de acuerdo en este encuentro.

Kohl invitó a Andropov a visitar la RFA. La invitación fue aceptada por Andropov, pero no llegó a darse una fecha.

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