La reestructuración asistencial y docente del hospital Clínico de Madrid abre una guerra médica subterránea
Alfonso Guerra intervendrá entre el Insalud y la Universidad en la búsqueda de solución para los problemas del Clínico, de Madrid, según ha Informado el rector, Francisco Bustelo. El próximo lunes se celebrará una reunión extraordinaria de la junta de gobierno del hospital. En primer plano del orden del día figurará el conflicto planteado por las reivindicaciones de los auxiliares administrativos, pero el tema de fondo es la Inmediata reestructuración del hospital y la polémica sobre su futuro, dentro o fuera de la Seguridad Social, cuestiones que han abierto una guerra interna, no declarada, entre el poder de la facultad de Medicina y el poder de los especialistas no catedráticos, según diversas opiniones.
El próximo martes, día 22, deberá entrar en vigor la orden formulada por el rector, Francisco Bustelo, de que el Clínico de Madrid no admita a beneficiarios de la Seguridad Social, si no se encuentra una solución al conflicto. Este está espoleado por una sentencia de Magistratura de Trabajo que condena al rectorado a reconocer como oficiales a los auxialires administrativos del hospital. El rectorado dice que es el Insalud quien hacerse cargo de este costo adicional. El Insalud dice que no tiene ningún contrato con aquellos.Alfonso Guerra, según ha manifestado Francisco Bustelo, buscará la solución definitiva en los próximos días para los problemas contables, administrativos y legales del clínico, fórmula que servirá para aclarar el futuro de todos los hospitales clínicos.
Las autoridades estudian el tema de los hospitales clínicos y del acuerdo marco con los mismos, dentro del plan de integración de las distintas redes sanitarias públicas. Se preguntan si puede de continuar la financiación por parte de la Seguridad Social de un hospital que no le pertenece y que imparte una asistencia en deterioro progresivo dentro de una estructura marcada por la facultad de Medicina.
El caso del Clínico de Madrid no es extrapolable a los demás clínicos de España, pero sí representativo en algunos aspectos.
Un plan de reestructuración
El Clínico, uno de los gigantes de la irracional red hospitalaria madrileña, atraviesa un momento crítico en su historia. El Clínico de Madrid se encuentra actualmente en la ilegalidad. Propiedad del Ministerio de Educación y Ciencia que a través de la universidad Complutense aporta unos 54 millones de pesetas al presupuesto anual, y del Ministerio de Sanidad y Consumo, que a través del Insalud aporta 7.000 millones de pesetas a dicho presupuesto, su concierto con la Seguridad Social, establecido en 1968, fue declarado nulo por defecto de forma por el Tribunal Supremo en 1975.Posteriormente se redactó un nuevo concierto con la Administración de UCD, en 1981, que ha sido paralizado por la nueva Administración socialista.
El pasado día 14, una semana antes de que saltara el conflicto de los administrativos, la junta de gobierno del hospital aprobó por unanimidad un plan de reforma propuesto por la dirección médica "a fin de que las actividades docentes, asistenciales e investigadoras puedan ser integradas en 1 misma estructura organizativa".
En la última comisión perma nente de la junta de gobierno del citado hospital, la dirección médica presentó el proyecto de reforma, que resultó aprobado. Se abrió un plazo de alegaciones du rante 15 días, "en el que se presentaron dos que no fueron estimadas", según informa la dirección del centro. En esta misma comisión la dirección presentó, asimismo, la propuesta de paralización de creación de nuevas plazas docentes hasta que se produzca la reorganización, petición que tuvo dos votos en contra. En la junta de gobierno celebrada el pasado martes se acordó "solicitar de la autoridad académica que no se nombren nuevas plazas docentes hasta después de efectuada la reestructuración", que resultó aprobada por unanimidad.
En este hospital, por nombramientos de la facultad de Medicina, hay nombrados dos catedráticos de Anatomía Patológica, a los que en derecho habría que proporcionarles dos departamentos completos. Según la dirección, este dato es una simple anécdota de los "irracionales desajustes organizativos entre docencia y asistencia".
Junto a estos desequilibrios "se encuentran fuertes resistencias a practicar reciclajes de los recursos y, sin embargo, hay departamentos que tienen muchas camas sin ocupar y otros en los que son insuficientes ante la demanda asistencial".
Protesta de alumnos
Entre aquella reunión de la permanente y ésta de la junta, la delegación de alumnos de la facultad de Medicina de la universidad Complutense de Madrid remitió con fecha del pasado día 3 un escrito al ministro de Sanidad y Consumo, al rector de la citada universidad, al decano y a todos los profesores de la mencionada facultad "tomando postura ante el documento de organización técnico-asistencial del hospital Clínico de San Carlos". En el escrito, y sobre dicho documento, la delegación de estudiantes muestra su "rechazo e indignación por haber sido realizado sin contar con la presencia de los alumnos". Y añade: "Vemos con estupor y consternación la práctica desaparición de todo vínculo entre el hospital y la facultad, manteniéndose como mero hospital asistencial, lejos de las competencias docentes propias".La delegación de alumnos se pronuncia por un enfoque organizativo del hospital, "preferentemente a la docencia e investigación, lo cual compete directamente a los alumnos"; aboga por "la irrenunciable necesidad de que las camas estén todas ellas dedicadas sin menoscabo de la asistencia, a la práctica docente", y exige la "adecuada preparación y la colaboración en la enseñanza de todo el personal del hospital". También expresa su "preocupación por la desaparición, de hecho de la ubicación real de los departamentos y porque en las funciones y competencias de los jefes y encargados de tan espurios departamentos no se incluye, en ningún momento, la referencia a la primordial labor docente que deben realizar". Finalmente indica que "no es intención nuestra tomar posturas más enérgicas, a las cuales podríamos llegar si se diera el caso; exigimos la inmediata retirada del proyecto, y manifestamos la necesidad de reestructurar adecuadamente el hospital contando en todo momento con la presencia y opinión de los alumnos".
"No se crean cátedras
El pasado día 14, en la reunión de la junta de gobierno del hospital, "se ha acordado que se tendrán reuniones con los alumnos, pero ha quedado claro que éstos no están presentes en las juntas de gobierno de ningún hospital del mundo", manifesta Fereres.Añade que las imputaciones del escrito de la delegación de alumnos de la facultad de Medicina de la Complutense respecto a la pérdida del carácter docente del Clínico por el proyecto aprobado "carecen de fundamento y más bien parecen una manipulación.
El proyecto de reestructuración incluye, además de la propuesta de un nuevo organigrama asistencial, la redistribución de los espacios fisicos del hospital, la reorganización de las guardias médicas y la puesta en práctica de un documento sobre información y derechos de los enfermos ingresados.
La nueva estructura -en divisiones, departamentos y servicios- "supone una pérdida de poder de decisiones de los catedráticos en las funciones asistenciales", según opiniones recogidas entre el personal facultativo de este centro.
Según estas fuentes, "en España no se crean cátedras de especialidades desde hace decenas de años, y los catedráticos generalistas dominan la estructura docente y asistencial, como si las especialidades reconocidas en todo el mundo no existieran". En el nuevo plan de organización se da relieve a dichas especialidades, así como se unifican los servicios centrales "minimizados en la actualidad". El doctor Fereres recuerda en este sentido que cuando se construyó el hospital "las plantas se repartieron por un particular entendimento de la importancia de las cátedras generales y prácticamente se olvidaron de dejar sitio para los servicios centrales, que son el motor de un hospital moderno".
En plena tensión entre por la imninente puesta en marcha del menconado plan, el rectorado dió la orden de que en el Clínico no se admitiese a los beneficiarios de la Seguridad Social, como castigo al Insalud, por el conflicto de los auxiliares administrativos, y a pesar de que casi el cien por cien de los pacientes del hospital pertenecen a la Seguridad Social, y de que el áreas asistencial del Clínico, cubre a unas 700.000 personas.
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