Los países comunitarios no se ponen de acuerdo sobre la reforma del 'acervo mediterráneo'

Si bien hicieron algún progreso, los ministros de Agricultura de los diez no llegaron ayer a un acuerdo sobre la reforma del acervo mediterráneo -la normativa comunitaria de protección y ayuda al aceite de oliva, frutas y hortalizas-. La cuestión pasa a la cumbre europea, que se abre el viernes en Stuttgart. Sin decisión sobre este tema no se abrirá el capítulo agrícola de la negociación para el ingreso de España en la CEE.

Los ministros presentarán a la cumbre un informe elaborado por sus directores generales, con una carta de explicación sobre los puntos conflictivos. Si se ha producido cierto acercamiento en lo referente al sector de las frutas y hortalizas, la cuestión del aceite sigue paralizada, salvo en lo que a España se refiere.El punto de partida del informe es un largo período transitorio para la integración del aceite de oliva español en la CEE. Se aplicaría, asimismo, una larga transición para otros aceites vegetales y granos oleaginosos, dentro de la cual se prevé un período de congelación de los regímenes de comercialización actualmente en vigor en España. De hecho, España produce casi tanto aceite de soja como aceite de oliva, pero exportado en su mayoría. El Consejo de Ministros, reza el informe, estima, además, que España tiene que aplicar cuanto antes las medidas imperantes en la CEE para limitar las superficies plantadas de olivares. Quiere decir que la CEE quiere imponer estrictas disciplinas de producción de aceite de oliva a España, incluso antes de la adhesión. No existe aún acuerdo interno en la CEE sobre el régimen de ayudas a la producción y al consumo de este aceite o sobre su gestión.

La Comunidad Económica Europea debería decidirlas antes del 1 de octubre de este año. Si hay un principio de acuerdo sobre la gestión del mercado de las frutas y hortalizas, y sobre la necesidad de ayudar a su producción y a su protección frente al exterior, los diez no se han puesto de acuerdo sobre la representatividad y obligatoriedad de las organizaciones de productores ni sobre los precios de intervención y de retirada en el mercado interno para la mayor parte de los precios de referencia para las importaciones, especialmente de agrios.

El problema de la financiación

Bajo estos huertos corre el río del dinero. La reforma del acervo está ligada al problema de la financiación de la política agrícola comunitaria, cuyos gastos, en opinión de diversos Estados, son excesivos. Se prevé que aumenten en un 30% este año respecto al anterior, llevando a una crisis financiera de la CEE.

La RFA ha precisado, sin embargo, que la reducción del gasto agrícola no puede venir de una disminución de los precios de los productos, dados sus efectos sociales.

Todo va, pues, a Stuttgart. Si los jefes de Estado y de Gobierno dan un impulso a este tema, los ministros podrían pronto culminar la reforma del acervo mediterráneo y Francia levantaría así su veto a la apertura de la negociación agrícola con España. Pero la cumbre se abre el viernes con una agenda muy cargada. Quizá demasiado.