Un nuevo marco institucional para la unión europea
"Estamos ante el fin de una época y el principio de otra en la Comunidad Europea", comentó un alto funcionario ante la iniciativa de la República Federal de Alemania (RFA) -apoyada por Londres y París- de convocar una conferencia intergubernamental para resolver la acumulación de problemas que forman un nudo gordiano. Ante la parálisis de la CEE, se trata de encontrar un nuevo marco institucional, en detrimento de dos de los organismos ya existentes: la Comisión Europea y el Parlamento.Lo que se discute es la renacionalización de los grandes problemas europeos para salir de la crisis. El paso puede desbloquear la situación, pero puede ser peligroso para la idea europeísta. En este sentido, la cumbre europea que se abre el viernes en Stuttgart puede convertirse en una divisoria de las aguas históricas.
"La Comunidad cambia de piel una vez más", comentó una fuente comunitaria. La iniciativa de la RFA es reunir en un nuevo marco a los ministros de Asuntos Exteriores y de Finanzas de los diez y está encaminada a sacar a la CEE del atolladero. El resultado, aún incierto, puede ser que cuando España ingrese en la Comunidad Económica Europea ésta sería menos comunitaria. Hasta ahora era la Comisión Europea, con limitados poderes supranacionales, de donde partían en principio las iniciativas y las propuestas, según el lema de "La comisión propone y el Consejo de Ministros dispone". Pero el marco parece, según esta línea de pensamiento, insuficiente.
El eje vertebral de la CEE
La Comisión se limitaría a participar en esta conferencia, destinada sobre todo a encontrar acuerdos a nivel estatal y a proponer de aquí a la cumbre de diciembre en Atenas posiciones concretas sobre los grandes problemas europeos. La política agrícola comunitaria es el eje vertebral de la CEE; lo que ahora se baraja es su nacionalización en parte, para controlar la explosión de sus costes financieros y llegar a un mayor equilibrio de los saldos de los países miembros frente a la Comunidad.
La renacionalización de Europa se aplicaría también a otros sectores, como la siderurgia, la industria, los asuntos sociales e la política regional. Es decir, se trata de volver a la Europa de los Estados, quizá con varias velocidades en su seno, limando la idea supranacional que está en los fundamentos mismos del tratado de Roma. Del mismo modo que las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno -los consejos europeos, no previstos en el tratado- sirvieron para hacer avanzar Europa en la última década, éste es un nuevo paso. Es una re. tirada táctica de la idea europea para relanzar una reconstrucción estratégica en la que Francia está interesada.
