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El Ayuntamiento de Valencia justifica la inmovilización de una partida de vino de Cigales

La oficina de información y defensa del consumidor del Ayuntamiento de Valencia difundió ayer una nota en la que señala que "ni entra ni puede entrar en guerras comerciales de ninguna índole", en relación con la inmovilización de una partida de 1.200 botellas de las bodegas Pablo Barrigón, de Cigales (Valladolid), efectuada por la delegación municipal de abastecimientos al comprobar la existencia de cioropicrina, gas tóxico, en análisis efectuados por el laboratorio municipal (veáse EL PAIS de 24 de abril).

La empresa Pablo Barrigón negó haber utilizado el citado gas en la elaboración del vino (EL PAIS, 25 de abril) y apuntó que la posible presencia de cloropicrina podría deberse a "residuos que hayan quedado en las cubas o envases de bodegas a las que nosotros compramos vino", puesto que "en algunas de las cisternas han podido quedar esos derivados de cloropicrina ya que se suelen usar como detergentes para lavar las cubas".Según comunicó ayer la oficina de información y defensa del consumidor del Ayuntamiento de Valencia, "informados por un ciudadano de la posibilidad de que existiera cloropicrina en determinada marca de vinos, automáticamente se puso en marcha el mecanismo legal".

La empresa Pablo Barrigón se había mostrado molesta con el Ayuntamiento de Valencia "por haber dado la noticia sin habérnoslo comunicado oficialmente a nosotros y sin darnos por tanto la oportunidad de solicitar un análisis contradictorio antes de hacer pública la inmovilización".

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