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Crece el aislamiento de Fidel Castro tras la ruptura de relaciones entre Costa Rica y Cuba

La ruptura de relaciones con Cuba por parte del Gobierno costarricense supone, un nuevo paso hacia el aislamiento continental del régimen castrista, que parece abocado a una repetición del bloqueo de 1964, cuando todas las naciones de América Latina, con la única excepción de México, decidieron cortar sus vínculos diplomáticos con la isla. En la actualidad sólo siete de los veinticinco países latinoamericanos mantienen embajadores en La Habana y otros dos tienen representaciones diplomáticas de menor rango.

Según el canciller Bernd Niehaus, la decisión de Costa Rica obedece a que esta nación «no puede consentir los términos insultantes usados por Cuba» para responder a una carta que el representante costarricense ante la ONU presentó el pasado año a Kurt Waldheim, interesándose por la situación de los presos políticos cubanos. El encargado de negocios de La Habana ante la ONU, Félix Pita, contestó el 30 de diciembre con una misiva en la que decía que el Gobierno de San José se prestaba «desfachatadamente» a la campaña internacional instrumentada contra Cuba por Estados Unidos.La tardía reacción costarricense parece responder a las presiones internas de ciertos sectores empresariales que acusan a Cuba de ser un agente de la subversión. En todo caso, la medida se inscribe plenamente en el propósito norteamericano de aislar al Gobierno castrista. En 1964 fue Venezuela la que propuso el bloqueo en la OEA por el apoyo cubano a las guerrillas que operaban en su territorio. El mismo argumento es utilizado ahora por Ronald Reagan y Alexander Haig para presionar a sus amigos.

El pasado mes de marzo al presidente colombiano, Julio César Turbay, le bastó el confuso testimonio de un guerrillero del M- 19 que decía haber sido entrenado en Cuba para anunciar la ruptura con la isla caribeña.

Dentro de la comunidad latinoamericana, sólo cinco naciones mantienen con Cuba relaciones diplomáticas que pueden considerarse cordiales: México, Nicaragua, Granada, Guyana y Panamá. En este último caso, el presidente, Arístides Royo, ha marcado, sin embargo, algunas distancias respecto al período anterior de Omar Torrijos y a raíz de la última denuncia colombiana sugirió la posibilidad de convocar una reunión continental para reexaminar globalmente las relaciones con Cuba.

El amigo más constante de Cuba ha sido México, que nunca rompió con Fidel Castro, con quien José López Portillo mantiene, además, un excelente trato personal. La política exterior del Gobierno mexicano muchas veces coincide con la cubana, y México ha sido el principal valedor de la isla ante los organismos internacionales. En pleno acoso diplomático estadounidense, recién ascendido Reagan a la presidencia, las autoridades mexicanas defendieron el derecho de Cuba a proseguir su revolución y su ministro de Defensa, general Félix Galván, hizo pública profesión de amistad durante un viaje oficial a La Habana que provocó malestar en Washington. Las visitas mutuas de López Portillo y Fidel Castro han de mostrado que México no está dispuesta a seguir los dictados estadounidenses en esta materia.

En el caso nicaragüense, el Gobierno sandinista se alinea, de forma permanente junto a Cuba por razones obvias: apoyo a la revolución antes de la derrota de Anastasio Somoza y ayuda posterior mediante el envío de alfabetizadores, médicos, técnicos agrícolas y material militar ,que medios norteamericanos consideran muy importante, aunque no han cuantificado.

El primer ministro guyanés, Forbes Burham, ha derivado hacia la izquierda durante los últimos años y, en consecuencia, han estrechado lazos con Cuba, que le ,apoya en su contencioso territorial con Venezuela.

Granada, en la órbita cubana

La pequeña isla de Granada se inscribe dentro de la órbita cubana desde que Maurice Bishop se instaló en el poder, en 1979, tras un golpe de Estado. Bishop fue el único gobernante americano que secundó a Fidel Castro en su apoyo a la invasión soviética de Afganistán.Los otros dos países que mantienen a sus embajadores en La Habana son Argentina -una excepción en el Cono Sur- y Barbados. En ambos casos se trata de unas relaciones frías y meramente protocolarias, con un comercio mutuo reducido a la mínima expresión.

Perú y Ecuador mantuvieron hasta hace unos meses relaciones bastante cordiales con Cuba, pero las dos naciones retiraron a sus embajadores tras los incidentes ocurridos con los cubanos que ocuparon sus sedes diplomáticas de La Habana. Belaúnde Terry y Roldos coincidieron en que Cuba no había respetado el derecho de asilo. Las relaciones se mantienen a nivel de encargado de negocios, en un clima que se ha descrito como «muy frío».

Venezuela no ha roto formalmente sus relaciones con Cuba, pero a finales del pasado año retiró a todo su personal diplomático. También una cuestión de asilo en la Embajada venezolana de la isla provocó el primer distanciamiento, que se agyudizó tras los ataques lanzados por Fidel Castro después de que un tribunal militar absolviese por falta de pruebas a los cuatro implicados en la voladura de un avión cubano. La sentencia definitiva sobre este caso tiene que producirse este mes. Una eventual absolución de los acusados podría suponer la ruptura formal entre los dos países.

Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Honduras, El Salvador, Guatemala y Haití forman el bloque de naciones que no han restablecido relaciones con Cuba desde 1964. Tampoco lo ha hecho Brasil, pero bajo la presidencia de Joao Figuereido han desaparecido las tensiones mutuas y se ha reanudado el comercio. La cancillería brasileña opina, sin embargo, que la reanudación de relaciones con Cuba no es asunto «prioritario».

El golpe militar registrado en Suriñán el pasado año produjo una cierta inclinación hacia la izquierda, y el nuevo Gobierno anunció su propósito de restablecer sus vínculos con Cuba, aunque esto no se haya traducido aún en un intercambio de embajadores.

El Gobierno socialdemócrata de la República Dominicana tampoco tiene diferencias con Cuba, pero ha pospuesto la reanudación de relaciones, interrumpidas igualmente desde 1964.

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