Las emisiones por cable y satélite cambiaran el mapa mundial de la televisión
El futuro de las cadenas de televisión, fundamentalmente las privadas, está en la utilización masiva del sistema por cable y en las emisiones vía satélite. Francia, Alemania, Luxemburgo y Estados Unidos tienen previsto poner en órbita satélites de teledifusión antes de 1985. Esta es una de las conclusiones que se pueden obtener de lo expuesto por representantes de televisiones públicas y privadas de Europa y de Estados Unidos, en las Jornadas sobre televisión pública-televisión privada que se celebraron el pasado fin de semana en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Navarra.
Existen actualmente en Estados Unidos, según los datos aportados por el profesor Claude-Jean Bertrand, de la Universidad de la Sorbona y autor de varios libros sobre los medios de comunicación norteamericanos, 9.000 emisoras de radio y mil emisoras de televisión, de las que la mayor parte son comerciales. Las cadenas que controlan a las emisoras de televisión son tres (ABC, NBC y CBS), y en los dos últimos años Estados Unidos asiste a una revolución de la televisión por cable, cuyos costos han descendido gracias a los satélites. En 1981 existen en Estados Unidos cuarenta emisoras de televisión por cable, y el 22% de los hogares cuentan con este tipo de conexión en sus aparatos. En Estados Unidos, donde una cuarta parte de las emisoras son privadas, parte pertenece al Estado y el resto son de distintos organismos, se aprecia una tendencia a la concentración de emisoras, y se prevé que en un futuro no lejano haya pocas emisoras, pero fuertes.En el Reino Unido coexisten la televisión pública y la privada. La BBC, que nace de la fusión de seis compañías de radiodifusión, tiene como única fuente de ingresos las licencias que compran sus espectadores y, como reconoció John Hobban, directivo de la BBC, el régimen de monopolio había conseguido un cierto adormecimiento en los profesionales de la BBC. «Hoy estamos compitiendo», manifestó Hobban, «para ganar las audiencias en rivalidad con las compañías comerciales. Los ingleses son el público más exigente y, a mi juicio, el mejor servido del mundo».
Jenny Grick, de la Independent Broadcasting Authority (IBA), explicó que las acusaciones de ser excesivamente triviales han caído por su peso, cuando se comprueba que la IBA emite el 38% de su tiempo programas informativos y, por ejemplo, un total de nueve horas semanales dedicados a los escolares. La programación de esta emisora está cubierta por quince compañías regionales -excepto Londres-, que emiten un máximo de siete minutos de publicidad por hora. El futuro inmediato de la IBA está en la puesta en marcha de un cuarto canal, al que seguirá un servicio a la hora del desayuno. «La experiencia ha demostrado en nuestro país», señaló Jenny Grick, «que puede ser compatible un sistema de televisión independiente basado en la publicidad, con la prestación de un servicio público de calidad».
El Tribunal Supremo de Italia se encuentra en la actualidad intentando solucionar un decisivo problema de la televisión en aquel país: decidir si las emisoras locales, creadas desde 1976, pueden emitir a nivel nacional.
En estos momentos existen en Italia 3.000 emisoras de radio y 550 de televisión, de éstas, sólo un centenar están totalmente consolidadas y están financiadas, fundamentalmente, por la publicidad. Las emisoras privadas sólo producen el 15% de su programación -el resto es comprado-, si bien algunas de éstas son más fuertes que la RAI, la televisión estatal, en las zonas en donde están establecidas.
Desde 1976, cuando el Tribunal Supremo decide la introducción del sistema privado a nivel local, permaneciendo el monopolio a escala nacional, las cadenas privadas de televisión se han reproducido en Italia como las setas, lo que ha producido un auténtico caos. Existe ya televisión de barrio en donde, primordialmente, se emite de noche, y películas pornográficas. «El sistema mixto televisión pública televisión privada», aseguró Roberto Zaccaria, de la RAI, «da buenos resultados si se construye teniendo como jueces a los poderes políticos y no a los judiciales: el poder político debe diseñar al sistema».
De las quinientas emisoras privadas de televisión que existen en Italia, sólo un centenar son rentables. Sin embargo, la experiencia es considerada como positiva por Rebecchini, de Tele-Roma, quien entiende que las conclusiones italianas «van a ser muy útiles para España, ya que la situación española es muy similar a la que vivimos nosotros con anterioridad a 1976».
Babelia
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