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Entrevista:Simposio sobre comercio internacional de cereales y semillas oleaginosas

Dos buenas cosechas seguidas, un problema irresoluble

Durante su intervención en el simposio, Frederick G. Uhlmann se mostró partidario de que el Gobierno norteamericano pusiera en marcha un programa de inmovilización de trigo y maíz, para conseguir una estabilidad en los precios. Como presidente que fue del Mercado de Futuros de Chicago, EL PAÍS quiso conocer sus opiniones sobre algunos aspectos de actualidad del mercado internacional de cereales.EL PAÍS. En esta reunión de expertos ha quedado patente la importancia económica, negativa en este caso, de los grandes excedentes norteamericanos de cereales. ¿Cómo se les puede dar salida?

Frederick G. Uhlmann. Indudablemente, estos stocks representan un problema bastante grave, por cuanto la situación económica general no ha mejorado, sino todo lo contrario. Va a ser difícil encontrarle salida a esas existencias. En el mercado interior norteamericano hay un margen muy reducido de expansión del consumo; indudablemente, pues, la solución está en buscar mercados nuevos en el exterior. Pero también esto, por el factor inflación, resulta muy dificil. Puedo asegurarle que soy bastante pesimista respecto del futuro: piense que si llegáramos a tener dos buenas cosechas consecutivas el problema sería prácticamente insoluble.

P. En una situación como esa, ¿que estaría dispuesto a hacer el agricultor norteamericano?

R. De suceder algo así, el agricultor dejarla de producir; pero no pienso que llegara al extremo de quemar el grano o arrojarlo al mar, como me han insinuado colegas suyos en otras ocasiones.

P. ¿Cómo ha complicado el problema el embargo a la URSS?

R. El embargo ha constituido una disrupción del comercio normal de cereales y soja, que, indudablemente, debe afectar a la URSS en cuanto que, a medio plazo, puede encontrarse con falta de suministro de estos productos para consumo directo, y, a más largo plazo, porque también afectará a su ganadería.

P. En su opinión, ¿qué opciones le quedan a la URSS en una situación como esta?

R. Es evidente que, al margen de todos los argumentos políticos, la URSS comprará grano de Estados Unidos procedente de terceros países, comprará cantidades sustitutivas de cualquier otra fuente, disminuirá sus propias reservas y su cabaña ganadera, y necesitará en 1980 una cosecha mucho más productiva.

P. ¿Qué piensan los agricultores de que sea una decisión exclusivamente política la que haga disminuir considerablemente su capacidad adquisitiva?R. Indudablemente, los agricultores han acogido muy bien la medida desde el punto de vista patriótico; pero económicamente les afecta mucho. En este sentido, están en un dilema; su alma lucha por lo patriótico, y sus bolsillos, por lo práctico.

P. Vivimos una crisis económica, originada fundamentalmente por el fuerte incremento de los precios de la energía. Sin embargo, parece posible, según los expertos, una crisis irreversible de hambre antes que la del petróleo. ¿Cuál va a ser en el futuro la importancia de los alimentos como arma política?

R. Indudablemente es una baza importantísima. Quizá sea la agricultura la carta más importante para jugar que tiene en estos momentos Estados Unidos. El problema es jugarla inteligentemente, sin perjudicar a la comunidad mundial. Yo pienso que Estados Unidos es una reserva mundial de alimentos, y estoy seguro de que mi Gobierno la jugará mucho mejor, que como lo ha hecho la OPEP en el caso del petróleo.

P. Ante esta creciente importancia de los cereales, ¿ve usted posible una organización de paises productores?R. Definitivamente, no. No creo que pueda darse esta posibilidad. De hecho, en el pasado se han realizado intentos, como el Acuerdo Internacional del Trigo, y todos han fracasado. Y pienso que no es posible por la propia naturaleza del producto con que se negocia. En un momento determinado, un país cuenta con excedentes y tiene que darles salida como sea. Los crudos se almacenan y se puede especular con ellos. Los cereales provienen de sucesivas cosechas y esto impide que se puedan almacenar el tiempo que se desee.

P. ¿Qué importancia tienen para Estados Unidos los mercados españoles?

R. Teniendo en cuenta que España cuenta ya casi con 37 millones de habitantes y una economía en crecimiento, indudablemente puede considerarse un mercado potencial importante. Y hay una cosa más a su favor: su país no pone por el momento demasiadas trabas a la importación.

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