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Chantal Akerman en todas las mujeres: el viaje de una maestra del cine en busca de su madre

Filmin estrena ‘Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles’, la mejor película de la historia según la nueva encuesta de ‘Sight & Sound’, dentro de un ciclo con otros títulos de la cineasta y escritora belga

Chantal Akerman, durante la presentación en el festival de Toronto de 'La folie Almayer' en septiembre de 2011.Foto: Matt Carr | Vídeo: EPV
Elsa Fernández-Santos

En su última película, No Home Movie, Chantal Akerman recuerda que cuando su madre iba a recogerla al jardín de infancia agarraba con fuerza su mano para reafirmarse ante los otros niños. “Esta es mi madre”, proclamaba con orgullo sobre una mujer “muy guapa” que “siempre se reía de nada, pero ese nada lo era todo”. Natalia (Nelly) Akerman, una judía polaca superviviente de Auschwitz, falleció a los 86 años, poco después de prestarse al último experimento que desde una pantalla le brindaba su hija.

La ausencia de Nelly, una mujer cuyo insondable trauma se convirtió en un poderoso vínculo maternofilial, sumió a Chantal Akerman en una honda fractura personal. Aquella ama de casa sonriente encerraba el misterio de su identidad y de su cine. De forma trágica, también le daba sentido. Diez días después de recibir el alta por depresión, encontraron muerta a la cineasta en su apartamento parisiense. Nacida en Bruselas el 6 de junio de 1950, Akerman se suicidó en París el 5 de octubre de 2015, días antes del estreno de No Home Movie en Nueva York, la ciudad que más la ayudó a encontrarse a sí misma.

La losa del destino cerraba el círculo vital de una cineasta cuya influencia alcanza a autores como Gus Van Sant, Todd Haynes, Kelly Reichardt o Sofia Coppola, que se escapa a las etiquetas —“Soy mujer, soy judía, soy directora y soy escritora, así que no puedes meterme en una sola caja”— y que con solo 25 años dirigió su obra más reconocida, Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles, la mejor película de la historia según los últimos resultados de la encuesta canónica realizada cada década por la revista Sight & Sound. Se reestrena en salas el 8 de marzo, pero puede verse ya en España, junto a una selección de su casi medio centenar de películas, en Filmin.

Natalia Leibel, la madre de Chantal Akerman, en el documental 'No Home Movie' (2015), disponible en Filmin.
Natalia Leibel, la madre de Chantal Akerman, en el documental 'No Home Movie' (2015), disponible en Filmin.

Presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes de 1975, Jeanne Dielman se convirtió desde su primera proyección en un extraño acontecimiento. Rodada con un equipo en su mayoría de mujeres, algo muy complicado hace no tanto, recogía al detalle la rutina y los rituales domésticos durante tres jornadas en la vida de un ama de casa interpretada por Delphine Seyrig. Más de tres horas de metraje que rompieron los esquemas de los espectadores que desertaban iracundos de la sala o de personalidades como Marguerite Duras, que gritó: “¡Esta mujer está loca!”, en medio de la proyección. Al día siguiente del enfado de Duras, medio centenar de festivales de todo el mundo mostraron su interés por una película bajo cuya gélida y morosa forma escondía una bomba feminista y un punto de inflexión en la historia del cine.

Mejor pelicula de la historia
Delphine Seyrig, en un fotograma de 'Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles', de Chantal Akerman.

Jeanne Dielman, como gran parte de la obra de Akerman, bebe de su propio paisaje familiar y de ese anhelo y melancolía que atraviesa su mejor filmografía, un cine dedicado a escuchar el silencio y a observar el vacío. “A mí me interesa todo lo que los demás descartan”, decía esta precoz creadora que se fascinó de adolescente con el Pierrot le fou de Godard y que a los 18 años ya estaba estudiando cine. No duró ni un año en la escuela y, en 1968, rodó con sus propios ahorros un cortometraje protagonizado por ella misma. Saute ma ville es premonitoria: ocurre en una cocina donde los rituales domésticos acaban en un delirio destructivo y suicida.

Gracias a un premio obtenido con este cortometraje, Akerman se trasladó entre 1971 y 1972 a Nueva York, ciudad en la que encontró la respuesta al cine que perseguía gracias al Anthology Film Archives de Jonas Mekas y a otros cineastas experimentales y de vanguardia como Andy Warhol y, sobre todo, Michael Snow. Mekas le mostró el camino del cine como registro de la propia vida y la influencia de Snow se deja ver en su primer largometraje, Hotel Monterey (1972), una película sin palabras que recorre con enorme sigilo los espacios de este hotel neoyorquino. Ahí también comenzó su larga relación profesional y personal con la directora de fotografía Babette Mangolte.

Chantal Akerman, en 2005 en Madrid, en su videoinstalación 'Desde el otro lado'.
Chantal Akerman, en 2005 en Madrid, en su videoinstalación 'Desde el otro lado'.LUIS MAGÁN

Akerman volvería a Nueva York después del estreno de Jeanne Dielman para rodar con Mangolte en las calles y el metro de Manhattan una de sus películas más importantes, News from Home (1976), un documental que recoge los sonidos y la vida de la ciudad mientras la cineasta lee las cartas que su madre le enviaba, reprochándole muchas veces la distancia, durante su primera estancia en la ciudad.

Entre su regreso a Nueva York y Jeanne Dielman, Akerman filmó su segundo largometraje, Yo, tú, él, ella (1974), que ofrece bastantes pistas sobre el profundo sentimiento de soledad que la acompañaba. Rodada en blanco y negro y protagonizada por la propia cineasta, Yo, tú, él, ella se cierra con una secuencia de sexo lésbico cuya impetuosidad remite a ese mismo vacío.

Un fotograma de 'Yo, tú, él, ella' (1974), de Chantal Akerman.
Un fotograma de 'Yo, tú, él, ella' (1974), de Chantal Akerman.

Una de las etapas más interesantes de su filmografía es la dedicada a sus viajes, en los que explora su propio desarraigo. En Del Este (1993), recorre Rusia, Ucrania y Polonia tras la caída del Muro de Berlín; en Sur (1999), el racista sur de Estados Unidos; en Del otro lado (2002), la frontera con México: y en Allá (2006), viaja a Israel para encerrarse en un piso de Tel Aviv. Los larguísimos travellings de Del Este, por los que vemos pasar paisajes y rostros cargados de terrible memoria, se repiten en Sur, en la que Akerman logra uno de los momentos más sobrecogedores de su cine con el atroz relato del asesinato de un hombre negro por tres supremacistas blancos que lo ataron con cadenas a su camioneta para arrastrarlo por los cinco kilómetros de una carretera secundaria hasta desmembrarlo. El final de la película es la filmación a tiempo real de aquel espeluznante trayecto. Akerman coloca su cámara en la trasera de una camioneta y desde ahí se recorre, mientras cae la noche, la misma carretera por la que destrozaron el cuerpo de aquel hombre.

Chantal Akerman nació herida. Sus padres y abuelos habían emigrado desde Polonia a Bélgica en los años treinta. Mientras su padre, Jacob Akerman, se salvó del nazismo escondido durante dos años en un piso de Bruselas, su madre tuvo peor suerte. Deportada a Auschwitz-Birkenau junto a su familia en 1943, solo sobrevivió ella. Fue liberada con 15 años y las secuelas alcanzarán a su hija. Nelly Leibel, su nombre de soltera, era culta e inteligente, pero quedó de por vida atrapada en un mortal silencio sobre su pasado que su hija intentó romper hasta su muerte. Indagar en ese mutismo fue el principal motor de la obra —también la literaria, con textos como Mi madre se ríe o Una familia en Bruselas—, de una cineasta que buscó a su madre en sí misma y en todas las mujeres.

Las 10 películas de Chantal Akerman disponibles en Filmin

No Home Movie (2015)

La paresse (1986, cortometraje)

Hôtel des Acacias (1982)

Toute une nuit (1982)

News from Home (1976)

Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975)

Yo, tú, él ella (1974)

Le 15/8 (1973)

Hôtel Monterey (1972)

Saute ma ville (1968, cortometraje)

Este ciclo de Chantal Akerman ya está disponible en Filmin y se mantendrá hasta enero de 2026 como mínimo.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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