Lorenzo Caprile: “Las familias numerosas son escuelas de vida”
Tras el anuncio de TVE del cierre de ‘Maestros de la costura’, Lorenzo Caprile, que es religioso, empezó a pedirle al Cristo de Medinaceli que le traiga más trabajo en televisión. El modista es un aficionado a la etimología. Si lo llamas modisto, te ‘cruje’
Lorenzo Caprile (Madrid, 1967) diseñó en 1997 el vestido de novia de la infanta Cristina y su nombre empezó a correr entre las mujeres de la alta sociedad necesitadas de trajes para bodas. Su taller, situado en la calle Claudio Coello, en la capital, hoy cuenta con 15 empleados. Afirma que a la hermana del rey su vestido le ha traído suerte en la forma de cuatro “hermosos hijos”. Su aparición en Maestros de la Costura, de La 1, lo terminó de popularizar. Culto, con tablas y simpático, ha llevado la voz cantante en el programa, que tras cinco temporadas echa el cierre. Caprile, que es religioso, le pide al Cristo de Medinaceli que le traiga más trabajo en la tele. “Me encanta reírme de mí mismo, total, vamos a acabar todos en el mismo sitio”. Atiende en el diminuto despacho que tiene en su taller y encadena cigarrillos. Le apasiona la etimología. Si lo siguen, sabrán de su aversión por la palabra “modisto”. “Yo soy modista, y quien diga lo contrario está cayendo en el machismo”.
Pregunta. ¿Qué le pregunta a una mujer antes de hacerle un vestido?
Respuesta. ¿Qué es lo que buscas? Muchos llegan con ideas disparatadas, algunos te ponen al límite de la buena educación. Te enseñan una foto de una mujer que mide 1.80 y pesa 50 kilos, como Naty Abascal… ¡Pero si tú no eres así!
P. ¿Qué ve cuando aprecia la ropa de alguien?
R. ¡Muchísimas cosas! ¿Sabes esa famosa escena del jersey de El demonio viste de Prada que habla de la influencia de la moda en todos? Me la veo unas 30 veces al mes. Por mucho que pienses que pasas de esta industria, es mentira. La moda lo cuenta todo.
P. ¿Qué película cree que ha dibujado mejor a esta industria?
R. Esta es la que mejor retrata su inquina. El hilo invisible [con Daniel Day-Lewis] era una paja mental. Prêt-à-porter otra mierda.
P. ¿Y qué me dice de las recientes palabras de Sánchez sobre las corbatas?
R. No me han parecido nada apropiadas. Chico, déjalas que mueran de muerte natural, pero no le des la puntilla a una industria que lo ha pasado tan mal durante la pandemia y lo sigue pasando fatal. Hay muchas otras formas de ahorrar energía.
P. ¿Puede explicar su interés por conocer el origen de las palabras?
R. Me gusta ser preciso. No utilizamos correctamente las palabras, no soporto cuando causamos al expresarnos mal un efecto teléfono escacharrao, y no soporto los anglicismos. El mundo de la moda, que es muy absurdo, abusa de ellos. Alguien me da una tarjeta en la que pone ‘Teresita Rodríguez, atelier. ‘Pues ya está’, me digo. ‘Crucificada’.
P. ¿De dónde viene su interés?
R. Estudié Lengua y Literatura en Italia. Admiro a Lázaro Carreter, estudié con sus libros. También me gusta Pedro Álvarez de Miranda, que en un libro le dedica un capítulo a la palabra “modisto”, afirma que es un “verdadero engendro morfológico”. Nadie dice artisto, socialisto, comunisto… Ahí tenéis mucha culpa las mujeres.
P. Cómo era de niño.
R. Tranquilón, me encantaba leer, no me gustaba vestir muñecas. Jugaba con muñecas porque jugaba con mi hermana, pero también al Scalextric y al Monopoly.
P. Es usted el pequeño de siete hermanos. ¿Se le nota?
R. Mis hermanos dicen que soy el mimado, pero no estoy nada de acuerdo. Creo que una de las lacras de la sociedad actual es el síndrome del niño único. Las familias numerosas son escuelas de vida. Aprendes política: a ceder, a negociar, a ser más rápido que el otro...
P. ¿Por qué lleva tantos años viviendo en un hotel?
R. Mi vida la hago en el taller y todos los días tengo planes. Los fines de semana tengo bolos. Me resulta cómodo.
P. Espero que tenga la habitación personalizada…
R. Por supuesto. Es el hotel Sardinero de Madrid y están encantados conmigo. Tengo una casa en propiedad en una zona buena, la alquilo y de momento las cuentas me salen.
P. ¿Qué estilo le gusta más, el de Cuca Gamarra, del PP, o el de Pilar Alegría, del PSOE?
R. Me gustan mucho ambas, pero la que me encanta por su edad y porque es muy coherente con su estilo es Carmen Calvo. Y también me encantaba Angela Merkel. Tenía su modelo en distintos colores y punto. Como los hombres. La que no me convencía nada era Arancha Gómez Laya, exministra de Exteriores.
P. Políticamente, ¿le puedo preguntar por su debilidad?
R. En muchas cosas soy progresista, y en otras de derechas. A mí lo que realmente me gustaría es que el PSOE y el PP llegaran a un gran pacto de Gobierno. Me enseñaron que la democracia es el gobierno de las mayorías y no soporto que nos gobiernen las minorías.
P. ¿Es monárquico?
R. Sí, por lealtad, porque si no los españoles estaríamos todo el día peleándonos, más aún, y porque sinceramente creo que Felipe VI es el mejor relaciones públicas que este país podía tener.
P. ¿Cómo ve a la juventud actual?
R. Cuando veo a las cuadrillas todos juntos, sino mirando sus móviles, me pongo enfermo. Con mi pandilla si habíamos quedado en El Penta a las 19.00 horas, ahí estábamos todos.
P. Tiene un Nokia antiquísimo.
R. Recibe llamadas y SMS, punto. Está en peligro de extinción y es un poquito Frankenstein, si se me rompe me lo arreglan en una tienda en la que guardan piezas de móviles viejos. Han sacado una nueva versión, pero el menú es muy complicado.
P. Qué nos diría al resto, adictos a las pantallas.
R. Que prueben a desconectarse una semana; la tecnología nos está generando una insatisfacción permanente. Chico, las satisfacciones las tenemos que buscar en el día a día y los móviles son lo contrario.
P. Maestros de la costura ha llegado a su fin.
R. Ha sido maravilloso. Con que le hayamos abierto los ojos a alguien del trabajo que hay detrás de una camisa del Primark, me vale. Hemos integrado con mucho respeto todas las sexualidades que existen. Pero vuelvo pronto: estreno Coser y Contar, en Telemadrid, donde contaré el origen de prendas históricas madrileñas, como un corsé de Isabel II.
P. ¿Por dónde sale?
R. Por Chueca. Mi local favorito es el 12, pero siempre hay mucha cola para entrar. No soporto que me cuelen por ser quien soy, eso no va conmigo, y a veces tengo la paciencia de esperar y otras veces pues no.
P. ¿Qué hace estas vacaciones?
R. Me quedo en Madrid por marrones varios, en Algete. No te imaginas lo que me cuesta el hotel en Algete. ¡En Algete!
Babelia
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