Elvira Dyangani Ose: “Queremos construir el Macba de los afectos”
El consorcio del museo barcelonés presenta a la nueva directora, que ofrece diálogo, mientras crece la polémica en torno a los cambios de gobernanza de la institución
El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) “debe convertirse en un museo necesario, un componente indispensable de la vida de la ciudadanía. Tiene que ser un lugar donde pasan cosas memorables y donde se cuida a las personas, trabajadores y usuarios. Queremos construir el Macba de los afectos y los cuidados”. Con estas palabras Elvira Dyangani Ose (Córdoba, 47 años) definió el museo, del que fue nombrada directora el pasado jueves, durante su primera comparecencia en Barcelona, a primera hora de esta mañana.
Elvira Dyangani llegó al acto rodeada de mujeres, según su propia definición, “inteligentes y determinantes”: la alcaldesa Ada Colau, la consejera de Cultura de la Generalitat, Natàlia Garriga, la presidenta de la Fundación Macba, Ainhoa Grandes y María Dolores Jiménez-Blanco, directora de Bellas Artes, que intervino desde Madrid. Todas celebraron su llegada y su proyecto. Colau destacó “la recuperación de la memoria, las culturas minoritarias y la sinergia con la ciudad en un momento de crisis creativa”. Garriga aseguró que “en Cataluña las mujeres mueven la cultura” y Grandes enfatizó “su conocimiento del marco geográfico y temporal del museo y el optimismo y dinamismo con los que se enfrenta a su próxima ampliación”.
Cambios polémicos
Las críticas por los ceses de Tanya Barson, conservadora jefa y Pablo Martínez, jefe de programas públicos y los cambios en la estructura de gobernanza del museo y su organigrama, no asustaron a Dyangani. La directora derrochó fuerza, entusiasmo, seguridad y franqueza, respondiendo de forma concisa y clara a todas las preguntas, incluso aquellas relativas a las recientes polémicas, que quizás hubieran debido ser contestadas por las representantes del Consorcio.
Finalmente, la temida protesta en frente del museo que se había propuesto a través de las redes sociales, no se materializó, si bien la preocupación de la comunidad artística por la reestructuración de los departamentos del museo centró el encuentro. A este respecto, Dyangani fue tajante. “Yo soy la directora y como tal responsable de los contenidos y el relato del museo. Trabajaré en colaboración con el gerente, pero no estaré sometida a sus decisiones”. De esta forma respondía al comunicado aparecido ayer en las redes y firmado hasta el momento por 700 artistas, comisarios y gestores culturales. En la nota se rechazan los cambios estructurales del museo, asegurando que se trata de medidas nefastas para su funcionamiento, porque sitúan toda el área de contenidos bajo la responsabilidad del gerente.
“Empezamos una nueva etapa y habrá cambios. El organigrama es algo vivo, en constante reajuste. Estamos trabajando con los órganos que forman el Consorcio (Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Cataluña, Ministerio de Cultura y Deportes y Fundación Macba) para diseñar un organigrama que pueda favorecer el éxito del programa por el cual me eligieron”, continuó Dyangani, dejando entender que podrá haber más cambios y que se realizarán “desde el diálogo y los afectos”.
Yo soy la directora y como tal responsable de los contenidos y el relato del museo. Trabajaré en colaboración con el gerente, pero no estaré sometida a sus decisionesElvira Dyangani Ose
La directora no negó que “las cosas se podrían haber hecho mucho mejor”, en relación con los despidos comunicados por burofax, tan solo unos días antes de su presentación, cuando el propio museo afirmó estar trabajando en la restructuración desde el pasado octubre. Además era un secreto a voces que Tanya Barson llevaba meses negociando su salida. “Estas decisiones siempre son difíciles. Los cambios se aprobaron para mejorar la estructura del Macba y aplanar el camino a la nueva directora, que tiene derecho a formar su equipo”, subrayó el gerente, Josep Maria Carreté. Por su parte Ada Colau no perdió ocasión para repetir que el tema era la presentación de Dyangani, sin explicar por qué no se comunicaron las modificaciones del organigrama con el tiempo y las formas debidas.
Dyangani presentó el proyecto del nuevo Macba solo en grandes líneas y se excusó explicando que aún no lo había podido compartir con el equipo del museo y solo tras hacerlo lo comunicaría públicamente. “Tengo un enorme deseo de trabajar con el equipo y quiero cuidarlo”, afirmó Dyangani, la primera mujer en dirigir el centro en sus 26 años de vida, si bien la inmensa mayoría de sus trabajadores siempre han sido mujeres.
Como ya pasó en la presentación del director saliente, Ferran Barenblit, se habló de renacimiento y resurgimiento del Macba. “Hay que creer en lo institucional antes que en la institución, empezando por una ecología del arte basada en alianzas, convenios y la reactivación de una red no jerárquica que reúna los diferentes centros y agentes dedicados al arte contemporáneo”, aseguró Dyangani, que apuesta por un museo transversal, transcultural, transgeneracional y transdisciplinar. “Hay que estudiar y aprovechar la historia del Macba, pero también superarla. Debemos renovar formas y discursos, revisar nuestra capacidad de crear nuevas audiencias y mantener el público a largo plazo”, prosiguió la directora, subrayando que “innovar significa confabular nuevas narrativas”.
Por qué, para quién y cómo, son las preguntas que se formuló para diseñar el proyecto de un museo orgánico, accesible, transparente, inclusivo y necesario, donde se presta atención a la individualidad del usuario y se da cabida a sus deseos y objetivos, se fomenta la pertenencia y se accede al panorama internacional desde un contexto vernáculo; donde se practica la pedagogía radical, la investigación crítica y se realizan proyectos de todas las escalas. “Me siento absolutamente preparada para enfrentarme a estos retos”, concluyó la directora.
Babelia
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