Lecturas para la cuarentena
De Mario Vargas Llosa a Annie Ernaux, Richard Ford o Leila Slimani, 40 autores recomiendan lecturas para entender la pandemia del coronavirus y sobrellevar el confinamiento global
1 - MARIO VARGAS LLOSA
Autor de Tiempos recios
La montaña mágica. Thomas Mann. Dado que serán unas tres o cuatro semanas de encierro, es el momento de leer los grandes libros, que además son libros grandes. La montaña mágica, de Thomas Mann, el Ulises, de James Joyce, o En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Hay que aprovechar porque nos van a producir un infinito placer.
2 - RACHEL KUSHNER
Autora de Los lanzallamas
No es país para viejos. Cormac McCarthy. No elijo este libro porque lo recomiende, sino porque ayer me lo leí de una sentada. Cormac es comida casera. Voy a sus libros en busca de una lectura reconfortante y familiar, lo cual no deja de ser gracioso, porque su literatura no es de las que ofrecen consuelo. El viejo Sherriff Bell dice esto, hacia el final del libro: “Arreglas lo que puedes arreglar y dejas pasar el resto. Porque si no hay nada que hacer, ni siquiera es un problema. Es solo un agravante”. Aplicado a la situación actual: yo no puedo solucionar esta pandemia, una tragedia histórica que se esparce por el mundo. Puedo hacer mi parte, adaptar mi vida y aislarme para ralentizar que se extienda, pero, de acuerdo, con lo establecido por McCarthy, no es realmente un problema. Es un agravante. Aunque me asuste, y con buen motivo. Aunque mate a millones y arruine la economía. Lo que tenemos que hacer es asumirlo e intentar encontrar una manera de ser positivos, tiernos, cuidadosos y atentos. Y, finalmente, de explotar los gozos de la vida que aún estén a nuestro alcance.
3 - JAVIER CERCAS
Autor de Terra Alta
Zama, de Antonio di Benedetto. Esta novela se publicó en Mendoza, Argentina, en 1956, al año siguiente de Pedro Páramo; pero para mí, que no la he leído hasta hace poco -gracias a un ensayo de Emiliano Monge y otro de John M. Coetzee-, ha sido una de las grandes sorpresas de los últimos tiempos. Me parece, sencillamente, una de las mejores novelas escritas en castellano durante el siglo pasado -a la altura de la propia Pedro Páramo, sin ir más lejos- y no sé a qué atribuir el hecho de que no haya tenido todavía los lectores que merece. Aunque Di Benedetto es también autor de otras novelas y relatos, algunos de ellos excelentes -sobre todo, los relatos-, dudo que nada de lo que publicó esté a la altura de esta novela. Era muy difícil. Cyril Connolly escribió que el verdadero deber de un escritor consiste en producir una obra maestra. En Zama, Di Benedetto ya cumplió con él.
4 - CRISTINA MORALES
Autora de Lectura fácil
La musa fingida. Max Besora. Recién editada en catalán por Males Herbes y en castellano por Orcini Press. Una novela pulp que saltándose absolutamente todas las reglas ortogramalexitemáticas, y precisamente por ello, consigue que te pongas cachonda como una perra y rabiosa como esa misma perra.
5 - ENRIQUE VILA-MATAS
Autor de Esta bruma insensata
La vida secreta. Andrew O’Hagan. En cierto modo, la Red ha dado a todo el mundo los instrumentos para crear ficción. En Facebook y Twitter hay decenas ya de millones de nombres “inventados”, muchos de los cuales corresponden a gente que vive claramente una vida prestada, menos vulgar que la que tiene. De esto y de dónde quedan hoy los límites que separan lo real de lo ficticio habla La vida secreta, el tan recomendable libro del gran Andrew O’Hagan. Un ensayo en el que se nos cuentan tres “historias verdaderas”, destacando la de Julian Assange (WikiLeaks) que a los ojos de sus seguidores es un icono de la lucha por los derechos humanos, pero que, visto más de cerca, no llega ni a icono de la mediocridad.
6 - ANNIE ERNAUX
Autora de Los años
Némesis. Philip Roth. El último libro del escritor tiene como marco una terrible epidemia (ficticia) de polio, que se propaga rápidamente entre los jóvenes de la pequeña ciudad de Newark, allá por 1944. Es un gran libro sobre la condición humana y el azar de nuestras vidas.
7 - RICHARD FORD
Autor de Canadá y Lamento lo ocurrido
El cinéfilo. Walker Percy. En los momentos difíciles, acudo a novelas de naturaleza burlona y amable. Es el caso de esta obra, ganadora del National Book Award de 1960, batiendo a Catch-22 y Vía revolucionaria, que tiene un pie en los cincuenta y otro en los sesenta. Percy creó una voz completamente nueva, inmensamente influyente y elocuentemente compleja dentro de las letras estadounidenses. Divertido, melancólico, ocurrente, observador y dulcemente travieso, el autor, un penitente que iba a misa todos los días (¡vaya!), capturó una fragancia y un espíritu del sur de Estados Unidos con el que Faulker, Flannery O’Connor o Carson McCullers nunca soñaron. Y, al hacerlo, abrió la puerta a toda una generación, incluyéndome a mí mismo.
8 - VALERIA LUISELLI
Autora de Desierto sonoro
El paisaje sonoro y la afinación del mundo. R. Murray Schafer. Este es un libro muy importante y peculiar. El autor, un compositor canadiense, argumenta que a nuestro paisaje sonoro cada día se suman más sonidos de aviones, calles, fábricas y también llantos, gritos o conversaciones susurradas entre humanos, y por ende empezamos a experimentar el mundo como ruido. Lo que intenta este libro es diseccionar, atomizar esos componentes sonoros para poder así escuchar el mundo y no el ruido que produce el conjunto. Es un libro maravilloso, raro de leer, pero que puede entrenar nuestras mentes para poder sentarnos a escuchar nuestro entorno de una forma mucho más atenta, serena e inteligente. En estos días quizá vale la pena aprovechar para desacelerar. Sentarnos a escuchar puede ser una actividad fundamental para reimaginar cómo queremos que suene nuestro mundo.
9 - DOMENICO STARNONE
Autor de Ataduras
Los novios. Alessandro Manzoni. Recomiendo a los lectores españoles la lectura o relectura de esta formidable novela italiana del siglo XIX. Está ambientada en nuestra castigada Lombardía, en Milán y Bérgamo. Habla de un mundo profundamente injusto en el que golpea una terrible plaga. Los buenos logran superarlo. Los malos, no. Es apasionante, divertido, trágico. La fe religiosa consuela, pero no ayuda a evitar terribles desgracias. Cuidado con el final, es extraordinario. Es una lectura de la que aún puedes salir enriquecido.
10 - LEILA SLIMANI
Autora de Canción dulce
Vida y destino. Vassili Grossman. Es una novela voluminosa, de más de 800 páginas, que tendrá ocupados a los lectores durante cierto tiempo. Pero es, sobre todo, un libro poderoso y magnífico sobre el sitio de Estalingrado que narra, a la vez, el miedo y la soledad, pero también la solidaridad y la fuerza del amor. Una buena manera de relativizar nuestra situación actual.
11 - PAOLO GIORDANO
Autor de La soledad de los números primos
Mi año de descanso y relejación. Ottessa Moshfegh. Es el libro que me preparó espiritualmente para la cuarentena, junto con el ensayo Spillover, de David Quammen, que leí muchos años antes de que todo esto comenzase. Los dos son indispensables durante estas semanas, por lo menos tanto como las mascarillas y el gel desinfectante.
12 - ELENA PONIATOWSKA
Autora de El amante polaco
Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón. Albalucía Ángel. Desde luego sería un error y un pésimo consejo recomendar La peste, de Albert Camus, leída hace más de 60 años ahora que también en México estamos encerrados y ni siquiera mis dos gatos -Monsi y Vais- salen a la puerta ni para asomarse a la calle. ¡Aunque los periodistas seguimos al pie del cañón! Yo aprovecharía para recomendar a todas las escritoras mujeres: desde Marguerite Yourcenar hasta a una colombiana, Albalucía Ángel, autora de Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón, amiga de García Márquez y de quién no tengo noticias hace mucho y extraño también mucho.
13 - JEFFREY EUGENIDES
Autor de Middlesex y La trama nupcial
Berta Isla. Javier Marías. Es uno de mis escritores favoritos y fue uno de los libros que cogí al salir de Nueva York a toda prisa. Mientras me preparaba para permanecer recluido durante un tiempo en casa de un amigo en Connecticut, estaba más preocupado por cargar mi coche con suficiente arroz y judías para sobrevivir durante un mes, pero también tuve tiempo de recuperar algunos volúmenes: Tyll, del escritor alemán Daniel Kehlman –habla de la Guerra de los Treinta Años y de la peste, pero no es por eso que lo traje conmigo, sino porque quería leerlo a toda prisa–, y Paterson, el largo poema de William Carlos Williams sobre la ciudad de Nueva Jersey donde vivió. Siempre quise sumergirme en ese libro, que no es precisamente fácil de leer. Pensé que esta cuarentena podría proporcionarme la atmósfera perfecta para hacerlo, además de una escapatoria respecto a este momento de la historia.
14 - AIXA DE LA CRUZ
Autora de Cambiar de idea
Progenie. Susana Martín Gijón. Me parece una lectura perfecta para estos días, al menos para quienes necesitemos entretenernos y evadirnos un poco de la vorágine informativa con una novela policíaca amena que, no obstante, contiene una carga de denuncia social, con una dimensión de género poco habitual en este tipo de libros, muy bien integrada en la trama.
15 - SERGIO RAMÍREZ
Autor de Ya nadie llora por mí
Beloved. Toni Morrison. He terminado una segunda vuelta de Beloved, la misteriosa y tan fascinante novela de Toni Morrison, donde el mundo de los esclavos negros se vuelve un asunto íntimo y a la vez mágico. Una casa encantada en Ohio adonde una hija regresa de la muerte a cobrar cuentas de amor a la madre que fue capaz de matarla por dignidad y orgullo, para salvarla de la servidumbre; y las protagonistas son las mujeres, que todo lo desafían, y son ellas mismas la libertad.
16 - MARINA GARCÉS
Autora de Nueva ilustración radical
La frontera como método. Sandro Mezzadra y Brett Nielson. Este ensayo explica, de manera muy clara y con documentación concreta, cómo funcionan las fronteras en el mundo global actual. Las fronteras no solo están allí donde las vemos, sino que organizan todo el sistema social, dentro y fuera de los Estados y sus territorios. Estamos viviendo una fronterización de la vida, que la experiencia del coronavirus no ha hecho más que intensificar, hasta el punto de convertir cada casa en una frontera. El libro, como todo el catálogo de la editorial Traficantes de sueños, es de libre acceso en pdf a través de su web. En este mundo de fronteras cada vez más duras y excluyentes, es también un momento para descubrir y apoyar la cultura abierta.
17 - FRÉDÉRIC BEIGBEDER
Autor de 13,99 euros y Una vida sin fin
La carretera. Cormac McCarthy. Esta novela postapocalíptica, en la que un hombre y su hijo intentan sobrevivir tras el fin del mundo, es tan increíblemente sombría que, si la lees en este momento, te dirás que las cosas tampoco nos van tan mal.
18 - SOLEDAD PUÉRTOLAS
Autora de El fin y Música de ópera
Los invisibles. Roy Jacobsen. Desde que leí está extraña y fascinante novela, la he ido recomendado a cuantos lectores interesados me he ido cruzando por el camino. En estos momentos de obligado confinamiento, resulta más indicada que nunca. Trata, precisamente, del confinamiento. Pone ante nuestros ojos sucesivas escenas de la vida de una familia en condiciones extremas. Transcurre en una pequeña isla del norte de Noruega, donde las circunstancias climatológicas marcan las variaciones del ritmo de la vida humana, siempre sometida a los dictámenes de la implacable naturaleza. Sin embargo, cada personaje, aislado dentro de sí mismo, es un mundo, y en él se pueden dar manifestaciones de vida que, inesperadamente, brillan con luz propia, la luz que atribuimos a la poesía.
19 - JONATHAN LETHEM
Autor de Huérfanos de Brooklyn
Dhalgren. Samuel R. Delany. Estoy en casa con los niños, dando clases universitarias a distancia. La única tarea que he ordenado para el resto del semestre es leer esta gran epopeya –ya les he dicho a mis alumnos que todos tendrán sobresalientes, así que es más un club de lectura por correspondencia que una clase–, que tiene lugar tras un colapso social no especificado y que tiene que ver con esa larga secuela a la que llamamos vida. Cuando lo leí, de adolescente, sentí que describía la catástrofe de la existencia cotidiana, además de anticipar algunos aspectos del futuro. ¿Tal vez quieren unirse a nosotros?
20 - HORACIO CASTELLANOS MOYA
Autor de El sueño del retorno
El mundo del ayer. Stefan Zweig. Este libro nos relata cómo la edad de oro de la seguridad europea se desmoronó de un momento a otro, sin que nadie lo previera, con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Una obra inmensa para reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestras certezas.
21 - CLAUDIA PIÑEIRO
Autora de Catedrales
Autobiografía de mi madre. Jamaica Kincaid. Esta novela de Jamaica Kincaid es un libro desesperado y corrosivo, un texto que lastima con delicadeza, que hace pensar, y lo hace desde su propia autobiografía. Una niña, Xuela, nace en una isla del Caribe y en ese parto muere su madre. Su padre no se hace cargo de ella y la entrega a otra mujer, a quien Xuela nunca pudo querer. Kincaid es implacable para describir su dolor, su odio, la miseria, los estragos del colonialismo. Mientras avanza el relato esa niña huérfana se convierte en mujer, rodeada de otras madres, otros hermanos, otras familias. Un texto que deja huellas imborrables en quien lo lee.
22 - YASMINA KHADRA
Autor de El atentado y La deshonra de Sarah Ikker
Leyendas de otoño. Jim Harrison. En estos tiempos graves en los que nuestros pequeños hábitos se desmoronan, propongo llevar mejor el encierro con esta excelente novela, que es como una estancia maravillosa junto a una familia estadounidense arraigada en el campo y educada a la antigua, bajo la autoridad de un padre severo y austero, con un carácter forjado por el rigor militar. Una novela abrumadora, épica e inquietante, hecha de amor y de traición, de odio y negación, de guerra y absurdo. Pero también es un libro sobre la redención y la fatalidad, que personalmente me encantó.
23 - BEATRIZ SARLO
Autora de La intimidad pública
Poesía. Mallarmé. Una larga novela del siglo XIX: Anna Karenina de Tolstoi o Los miserables de Victor Hugo. Quizás releer una vez más los diálogos perfectamente irónicos de Raymond Chandler. Atrapados en la ficción, nos olvidaremos del mundo por un rato. Pero yo apostaría más bien a escritores arduos, que nos hayan derrotado varias veces. Para concentrarse, nada mejor que un trabajo difícil: Mallarmé, por ejemplo, de quien abundan originales y traducciones en la web. ¿Por qué no tomar riesgos estéticos en el momento en que huimos de los riesgos pandémicos? Un golpe de audacia puede abolir el tedio.
24 - CHIGOZIE OBIOMA
Autor de Los pescadores
Sin novedad en el frente. Erich Maria Remarque. He estado en casa, aislado como todo el mundo, y pensando en volver a leer este libro. Hay algo espectacular en él: esa idea de que los personajes no pueden plantar cara a la muerte, que se los lleva uno tras otro. A medida que los jóvenes alemanes, arrastrados por una guerra que nunca hubieran luchado por voluntad propia, se ven transformados por la violencia y la degradación que esta comporta, crece un aprecio más fuerte por la esencia de la humanidad. También quiero retomar El intérprete del dolor, de Jhumpa Lahiri, una antología de historias sobre las vidas íntimas de varios personajes y un remedio contundente para leer durante estos tiempos de aislamiento.
25 - LILIANA COLANZI
Autora de Nuestro mundo muerto
El planeta inhóspito. David Wallace-Wells. Aunque estos días no tengo la concentración necesaria para leer otra cosa que no sean noticias, he pensado constantemente en este libro, que advierte sobre las devastadoras consecuencias del calentamiento global, un proceso que ya comenzó. Las pandemias son una de ellas, así como la escasez de agua, las hambrunas, el colapso económico. Si no cambiamos nuestra depredadora relación con la naturaleza, este horroroso capítulo que estamos viviendo es apenas el preludio de lo que nos espera.
26 - BERNHARD SCHLINK
Autor de El lector
Odisea. Homero. Son días de poesía, de sentarse y leer unos versos en los que perderse y poder meditar. Si uno quiere disfrutar de un largo poema épico, no hay nada mejor que leer o releer de este libro, un maravilloso compañero de viaje por las aguas turbulentas de la actualidad.
27 - ADELA CORTINA
Autora de Ética mínima y Aporofobia
Máquinas como yo. Ian McEwan. Adentrarse en el mundo de la inteligencia artificial es apasionante, y todavía más hacerlo a través de una novela inquietante, que combina conocimiento del tema, intriga, humor y ternura hasta el impactante desenlace. El libro atrapa al lector desde el principio y va creciendo la curiosidad por comprender mejor la diferencia entre esas máquinas inteligentes que, siguiendo a Kipling, no están hechas para entender una mentira, y la gente como nosotros que, al parecer, la entendemos sobradamente.
28 - DAVID VANN
Autor de Sukkwan Island y Acuario
Antología poética. Elizabeth Bishop. Suelo recomendar Meridiano de sangre, de Cormac McCarthy, que es mi novela favorita, pero para estos días prefiero aconsejar los poemas de Bishop, que tenía una voz tan generosa y una mirada tan propia de una pintora que uno puede ver el mundo a través de ella mientras sigamos atrapados en casa. Su poesía es fácilmente accesible, pero también elegante, hermosa y duradera. Y, afortunadamente, no tiene nada que ver con el Covid-19.
29 - MEG WOLITZER
Autora de Los interesantes
La señora Dalloway. Virginia Woolf. Lo elijo porque es un libro inusual y conmovedor, y porque recuerdo lo emocionada que me sentí cuando lo leí por primera vez. Durante este periodo de encierro no es mala idea reconectar con un libro que en otro tiempo te entusiasmó y que logra recordarte que hay un mundo complicado ahí afuera, a veces aterrador y otras veces maravilloso, que fue (y volverá a ser) descrito de manera elocuente por los escritores que amamos.
30 - PHILIP PULLMAN
Autor de La brújula dorada
Berta Isla. Javier Marías. Me encuentro en Cumnor, en Oxfordshire, donde mi esposa y yo estamos viviendo como ermitaños, aunque eso nos deja tiempo para leer. Estoy leyendo, con gran placer y una admiración creciente, a este escritor maravilloso, cuyo trabajo he disfrutado durante años. Este volumen es particularmente interesante, al hablar de temas como la lealtad, el secreto, la discreción y cómo el hecho de trabajar para “la defensa del Reino” puede distorsionar e incluso corromper las relaciones más cercanas. También estoy leyendo a Anthony Trollope, un narrador prodigioso, cuyas novelas ofrecen una imagen vívida de lo que fueron la Iglesia, la política y la vida en las ciudades de provincias en la era victoriana. Tiene la capacidad inquebrantable de hacernos querer saber qué sucede a continuación, esa habilidad suprema de contar historias y de sorprender.
31 - JULIA FRANCK
Autora de La mujer del mediodía
La plaça del Diamant. Mercè Rodoreda. Esta gran novela encabezaría una lista de lecturas que podría incluir títulos como El dolor, de Marguerite Duras; El gran cuaderno, de Agota Kristof; Los años, de Annie Ernaux; El paciente inglés, de Michael Ondaatje; Regreso a Reims, de Didier Eribon... Son libros que nos dan lecciones de amor, de pérdida y de empatía, que nos hablan de la condición humana en estos tiempos de angustia e incertidumbre. En momentos de aislamiento social, nos hacen tomar conciencia de la fuerza del amor y la importancia de los cuidados y el altruismo.
32 - PETER FRANKOPAN
Autor de Las nuevas rutas de la seda
El quinto sol, una historia diferente de los aztecas. Camilla Townsend. Leer libros de historia resulta útil en momentos como este, ya que nos obliga a pensar de manera más estructurada en los problemas del pasado y, por lo tanto, del presente y del futuro. Recomiendo esta reevaluación de la historia de los aztecas, que se aleja de las perspectivas tradicionales sobre América Central y la conquista española. Le podría añadir el Baburnama, las memorias del fundador del imperio mongol, escritas en el mismo periodo. A medida que se erigía un imperio en un lado del mundo, se formaba otro en el extremo opuesto.
33 - AYELET WALDMAN
Autora de El amor y otros imposibles
Los desposeídos. Ursula K. Le Guin. No sé si es su mejor novela, pero sí la primera que leí cuando era joven. Es un libro repleto de temas políticos y simbólicos, pero no me gustó solo por eso, sino por ser una historia jugosa, como todo lo que escribe. Cuando me hice mayor y lo volví a leer, entendí su complejidad. Añadiría los cuentos de Lorrie Moore y los de Lore Segal; la trilogía Regeneración, de Pat Barker, o El quinto hijo, de Doris Lessing, aunque no el resto de sus libros, en los que nunca conseguí entrar. Es una novela maravillosamente angustiosa, y el motivo por el que solo tengo cuatro hijos.
34 - MARTA SANZ
Autora de Pequeñas mujeres rojas
Cosecha roja. Dashiell Hammett. Escritura-músculo, negra y roja, para contar que el veneno a veces viene de la epidemia -¿de los laboratorios?-, pero casi siempre lo que nos mata prematuramente o nos amarga la vida es la codicia, la violenta acumulación de capitales y la corrupción estructural. Magnífica prosa de un estilista político que sabe que las palabras son acciones y hacen sangre. Por las páginas de este libro camina una de las mujeres fatales más desastradas y auténticas de la historia de la literatura: Dinah Brand, con sus resacas y sus medias con carreras. Imprescindible.
35 - EVA ILLOUZ
Autora de Por qué duele el amor
El amor en los tiempos del cólera. Gabriel García Márquez. Florentino y Fermina se aman, pero la distancia y la oposición paterna a su matrimonio los separa, por lo que ella se casa con otro. Más de 50 años después, cuando el marido de Fermina fallece, viven un gran amor, pero un amor de personas mayores, muy diferente del juvenil. Es un libro sobre la paciencia, la virtud más necesaria en este momento, y también una celebración de la vejez. Las personas mayores son las que más debemos cuidar y celebrar en estos momentos, porque son las más vulnerables.
36 - RAFAEL GUMUCIO
Autor de Milagro en Haití
Historia de la decadencia y caída del Imperio romano. Edward Gibbon. Es largo y está escrito como los dioses. Nos hace ver que nuestras plagas y dolores son viejos como el mundo. Nada mejor que leer, en el final del mundo que conocimos, sobre el final del otro imperio.
37 - ANNA PACHECO
Autora de Listas, guapas, limpias
Mirarse de frente. Vivian Gornick. “Mi presencia llenaba aquel piso diminuto”, escribe la autora en su último libro, situado entre la autobiografía y la ficción, y en el que propone observarse a una misma. Gornick se siente sola y angustiada, reflexiona en torno a las limitaciones de los vínculos que creamos, piensa sobre un matrimonio fallido y la necesidad de dependencia. La idea de estar sola le gusta más que el propio hecho de estarlo. Gornick parece estar también confinada. Sus libros se acaban demasiado rápido, así que puede ser un buen momento para hacer una relectura de todas sus obras.
38 - MARKUS GABRIEL
Autor de Neoexistencialismo
La sociedad de consumo. Jean Baudrillard. Este clásico de Baudrillard nos enseña, de manera ingeniosa y bien escrita, lo que está mal con el sistema de consumo que impulsa nuestra economía global y que, en realidad, mata a muchas más personas que el coronavirus.
39 - LIONEL SHRIVER
Autor de Tenemos que hablar de Kevin
Los Mandible. Lionel Shriver. Soy consciente de mi descaro, y no tengo costumbre de aprovechar una crisis internacional como esta para hacer autopromoción, pero mi última novela resulta irresistiblemente pertinente en el momento actual, en el que, más que de un contagio, tengo miedo del potencial del Covid-19 para hacer implosionar nuestras economías. En Los Mandible, el presidente estadounidense no logra pagar la deuda nacional, el dólar se convierte en una moneda sin valor y la civilización estadounidense se desmorona. Esta autora quiere que se le reconozca haber adivinado que, en plena convulsión social a gran escala, el producto más atesorado sería el papel higiénico.
40 - MARTHA C. NUSSBAUM
Autora de La monarquía del miedo
El aislamiento social no significa que uno deje de trabajar, de ir a la oficina o, en mi caso, de asumir la carga habitual de clases. Al revés, como profesora tengo que aprender a usar una nueva tecnología y otro estilo de enseñanza para dar esas clases a distancia. Eso nos deja mucho menos tiempo para leer que antes. La mayoría de gente que conozco se encuentra en esta situación, sin contar con los que han perdido sus trabajos y los que intentan seguir en vida o mantener vivas a sus familias. El confinamiento no es ocio. Mi sensación es que la lectura está sustituyendo al deporte en televisión. Dicho esto, como asidua a los conciertos y la ópera, a los que ahora ya no puedo ir, recomendaría escuchar Las bodas de Fígaro, de Mozart, o el Réquiem de guerra, de Benjamin Britten. Ambos tienen mucho que decir sobre el mundo de hoy.
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