Pintadas contra la Iglesia, los Borbones y Vox en la catedral de Santiago
El alcalde condena la “agresión al patrimonio de los actos vandálicos” y la policía abre diligencias para investigar lo ocurrido
Desde que el verano pasado la catedral de Santiago mostró al mundo la restauración del Pórtico de la Gloria tras una década de obras, los actos vandálicos se suceden en ella. Este martes ha amanecido con una pintada, a modo de resaca agresiva del pasado 8M sobre el patrimonio cultural: “Yo no salí de tu costilla; tú saliste de mi coño”. La sentencia aparece estampada bajo las escaleras de la fachada principal del Obradoiro.
“Son un auténtica vergüenza”, ha destacado en su cuenta de Twitter el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reclamando que “todo el peso de la ley caiga sobre sus responsables”. Feijóo ha apelado a que "la parte de su cuerpo" que los autores de las pintadas puedan reivindicar en el futuro "sea un cerebro mejor amueblado”.
El conselleiro de Cultura e Turismo de la Xunta, Román Rodríguez, ha reconocido la “necesidad de coordinar con el resto de Administraciones” un sistema de videovigilancia alrededor de la catedral. Entiende el representante del Gobierno autonómico que la instalación de cámaras actuará como elemento disuasorio contra estos actos “que enturbian la imagen de Galicia y son un atentado contra el patrimonio”.
Estos actos están calificados como infracción grave y la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia prevé para los responsables sanciones económicas que oscilan entre los 6.000 y los 150.000 euros, precisó Rodríguez, llamando la atención sobre lo “excepcional" de los hechos y el carácter “acogedor y respetuoso con el patrimonio cultural de la inmensa mayoría de la ciudadanía gallega". El conselleiro ha destacado “el importantísimo esfuerzo colectivo” que se está haciendo desde Galicia para mantener en perfecto estado la catedral de Santiago con vistas a la celebración del Xacobeo 2021. “Tenemos que evitar estar cada poco tiempo limpiando el exterior de la catedral, destino de millones de personas y el bien cultural y emocional más importante” de la comunidad autónoma.
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ha condenado la nueva agresión al patrimonio cultural y se ha puesto a disposición de la catedral para “colaborar en lo que sea necesario”. Noriega ha informado de que la policía ha abierto diligencias para aclarar lo ocurrido. “Ninguna justa reivindicación puede servir de coartada para atentar contra el patrimonio de todas y todos”, ha escrito el regidor en su cuenta de Twitter.
En esta ocasión la pintada no es aislada. Han aparecido otras en el entorno de la catedral, una de ellas en el arco del Pazo de Xelmírez, antiguo palacio episcopal de la catedral compostelana situado en el entorno de la plaza del Obradoiro, con la leyenda “Guillotina Borbones” y otra en la pared del mismo edificio en la que se lee “gritaremos hasta quedarnos sin Vox”. Todas ellas, que tienen una tipografía similar, serán analizadas por expertos para determinar la mejor forma de eliminarlas.
La limpieza de la pintura que el pasado verano apareció sobre una de las figuras de la fachada de Praterías, una escultura del siglo XII situada en la parte inferior de una de las columnas de mármol, tuvo un coste de 12.000 euros. En esta ocasión la pintada, aunque ocupa mayor superficie, no se ha realizado sobre piedra tallada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.