“Me gustaría cantar con John Lennon”

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Zombis, hombres invisibles, gauchos combativos y villanos innombrables. Estos son los protagonistas de Apocalipsis Zombi, el nuevo álbum de El Cuarteto de Nos. "Nos interesó crear un bestiario en el que cada uno de esos personajes contara una historia de cómo vivimos como sociedad", cuenta Roberto Musso (Montevideo, 1962), el vocalista del grupo uruguayo que ha recibido dos nominaciones al Grammy Latino por su última producción.

Menos introspectivo y más melódico que Habla tu espejo, la banda se atreve a imaginar una vez más un universo musical distinto y abraza el cambio entre cada disco como "parte de la genética de la banda" y  de la fórmula que los ha consolidado como un referente del rock rioplatense y latinoamericano. "El mainstream apuesta solo por canciones de amor, de la noche y de la discoteca, pero hay gente que se identifica con otro tipo de temas y ellos nos agradecen que cantemos lo que realmente quiere escuchar y no solo lo que les proponen en la radio", agrega Musso. A uno días de su presentación en Ciudad de México este 28 de octubre, el músico habla sobre su proceso creativo, el superpoder que le gustaría tener y el momento que vive el grupo después de tres décadas de trayectoria.

¿En qué momento se dio cuenta de que una carrera en la música iba en serio?

Cuando ganamos el Grammy Latino por Porfiado.

¿Tiene algún ritual antes de subir al escenario?

Estar bañado (risas). En realidad, no tengo un ritual.

¿Recuerda algún concierto que haya sido desastroso?

Hubo uno en Uruguay al que llegamos sin hacer prueba de sonido y fue un verdadero desastre. Se cortaban los micrófonos, intentaba cantar y no se oía… Fue una noche negra.

¿En qué lugar le gustaría tocar y no ha podido?

Estamos abiertos a donde quieran que vayamos. Cada año se suman países y estamos muy contentos por eso. Fuimos hace poco por primera vez a Managua y fue increíble.

¿El mejor suvenir que se ha llevado a casa de una gira?

Una salsa muy picante de México (risas). Cada que vamos a un país cambio la respuesta, cuando tocamos en Perú digo que fue un pisco buenísimo.

¿Qué género musical no le gusta?

No me gusta mucho la cumbia.

¿Hay algún tema que le gustaría tratar en sus canciones y no lo ha hecho?

Por ahora, no. A veces lo más difícil para componer una canción es justamente encontrar un tema del qué hablar, después todo es más sencillo.

¿Qué hace cuando no está en el escenario?

Soy muy obsesivo de la composición de las canciones, pero cuando tengo tiempo libre se lo dedico a la familia, a mi nena de seis años. Mi pasatiempo es mirar fútbol.

¿Con cuál personaje de ficción se ha identificado?

Admiro a mucho Heisenberg de Breaking Bad, pero no me gustaría ser como él.

¿Qué disco le regalaría a un niño para introducirlo a la música?

Uno de los Beatles, así empecé yo.

¿Cuál es la canción favorita de su repertorio?

En vivo, me gustan canciones como la de Roberto o Buen día Benito, porque las vivo de forma muy particular y creo que la gente también, pero todas me gustan.

¿Te ha cansado de cantar algún tema?

Por suerte, no. Tenemos un repertorio grande e intentamos cambiarlo.

¿Qué ha escuchado últimamente de música?

Me gusta mucho Twenty One Pilots, aunque no es tan nuevo.

Si no hubiera sido músico, ¿a qué se hubiera dedicado?

Creo que volvería a la Ingeniería porque me gusta mucho también.

¿Qué instrumento musical querría aprender a tocar?

Me hubiera encantado tocar el piano, pero ya no tengo tiempo.

Si pudiera colaborar con cualquier artista de la historia, ¿con quién sería?

Con John Lennon.

Si pudiera tener un superpoder, ¿cuál sería?

Teletransportación para cuando salimos de gira.

¿Cuál es el político más zombi en el escenario internacional?

Estamos rodeados… (risas).

Si le quedara un último concierto, ¿dónde sería?

En Montevideo.

Son más de 30 años de carrera, ¿se arrepiente de algo?

No, el presente es una sumatoria de los hechos del pasado hasta hace un segundo y ahora estamos disfrutando del mejor momento de nuestra carrera. Creo que lo hemos hecho bien.