Todos los niños son Juanito Laguna
Una muestra en el museo Lázaro Galdiano de Madrid expone obras de Antonio Berni pertenecientes a la serie de su personaje más famoso
"El arte parte de lo individual para saltar al contexto social". La voz monocorde y elevada (era sordo) de Antonio Berni (Rosario, 1905 - Buenos Aires, 1981), quizá el artista argentino más importante del Siglo XX, resuena en el museo Lázaro Galdiano de Madrid. Un vídeo con material de archivo del artista le muestra en pleno proceso creativo, sugiriendo claves de su arte. La muestra Antonio Berni: entre la expedición fotográfica y la reinvención del grabado, inaugurada hoy y visible hasta el 12 de marzo, reivindica la vigencia de la obra de Berni y se consagra a uno de sus personajes más famosos: Juanito Laguna, reflejo de los niños de arrabal de la periferia de Buenos Aires.
La obra de Berni se junta en un país que fue clave para su formación. “Para un artista ir a Europa era como ir a la Meca. Berni pasó un curso en Madrid, en el año 1925”, explica Diana Wechsler, comisaria de la muestra. “Aquí, además de asistir a ponencias en la Academia, visitó la muestra de La Sociedad de Artistas Ibéricos. Aquello, como decimos, le partió la cabeza. Le mostró un nuevo cauce de experimentación para su arte”. Tras su paso por España, Berni se movió a París, donde completó su formación en aquel paraíso bohemio del París de los años 20.
“Estuvo presente en las conversaciones del París de los años 20 que fracturaron el surrealismo, y él se puso de parte del Partido Comunista, hizo de su arte un instrumento social”, cuenta Wechsler. A su vuelta a Argentina en los años 30, comenzó a recopilar material fotográfico de los arrabales. “Ese sería el germen posterior de Juanito Laguna, junto con Ramona Montiel, su personaje más famoso”, indica.
Las imágenes de la muestra sorprenden por su tamaño y su potencia visual. Un niño en cuclillas que pesca un cangrejo geométrico; un niño desnudo, colgando de una palmera recta, mirando al visitante; también, descalzo de un solo pie, un niño volando una cometa cuyo color contrasta con el tono lúgubre del resto de la obra. Todos los niños son Juanito Laguna. Y todos son Antonio Berni. “Juanito es un poco mi personalidad”, se oye la voz de Berni, como guiando la exposición. “Un niño de extramuros de Buenos Aires, o de cualquier capital de América Latina. Es un reflejo de todos los Juanitos del mundo, amigos míos de chico, niños con los que jugaba en la calle…”. Un niño que cobró vida en forma de xilografías, impresiones realizadas con planchas de madera grabadas, a las que muchas veces incorpora otros materiales formando un collage.
“Yo hacía apuntes por las barriadas, y me di cuenta de que la pintura no me alcanzaba para la intensidad expresiva que buscaba”, cuenta el artista desde la pantalla. “Así que empecé a juntar por la calle lo que encontraba y lo iba incorporando a la tela”. Latas, plásticos, cajones eliminados por las fábricas. Lo que el famoso crítico de arte francés Pierre Restany definió como la “humanización del desecho industrial” y que es ya parte indivisible de la obra de Berni.
El componente reivindicativo de Berni no terminaba con la denuncia de la pobreza. El pasado octubre, una exposición en Buenos Aires mostró más de 200 dibujos inéditos, encontrados durante una mudanza, que ilustraban la represión de la dictadura de Videla, que el artista no vio terminar.
A la muestra de la serie de Juanito Laguna, que le dio a Berni el en 1962 el Gran Premio en la Bienal de Venecia, la completan otros dos cuadros del artista y abundante material de sus archivos. Una publicación de 1963 muestra algunas de las imágenes tomadas por Berni, niños pequeños arando un campo. El niño pobre en la pintura existencialista de Antonio Berni, se titula el texto. La exposición estará visible hasta el 12 de marzo y formará parte de la feria ARCO, que arranca el 22 de febrero y de la que Argentina será el país invitado.
Babelia
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