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“Soy escéptico ante la paz en Colombia”

El autor de Los Ejércitos, que acaba de terminar una nueva novela, duda de la voluntad de las FARC

Evelio Rosero durante la entrevista en Lima, Perú
Evelio Rosero durante la entrevista en Lima, PerúAudrey Córdova

El escritor colombiano Evelio Rosero (Bogotá, 1958) llega a la Feria Internacional del Libro de Lima con la satisfacción de haber puesto el punto y final a su última novela. Su nuevo trabajo, que estará en calle a inicios del año que viene, tiene como novedad haber convertido a una mujer indígena en una de las protagonistas. Sin embargo, también sigue muy de cerca el rumbo que sigue el proceso de paz en su país, ante el que se muestra escéptico. 

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En entrevista con EL PAÍS el autor de Los ejércitos (El premio Tusquets de 2006) Rosero destacó el temor que tiene a que se alcance la paz sólo en el papel. "Es un primer paso que hay que dar, lo importante es que el gobierno y la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se sentaron a conversar, pero soy un poco escéptico porque los comandantes de las FARC que dialogaron en La Habana no parecen tener un liderazgo total sobre sus hombres, algunos dicen que no están de acuerdo con las conclusiones, y que van a continuar por su cuenta, lo que da a entender que no había una ideología en este grupo, sino intereses económicos del narcotráfico", afirmó.

Rosero invocó al Gobierno de Colombia a que se ocupe cuanto antes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que no participa de las conversaciones. "Esperemos que se imponga la paz pues este proceso de consolidación va a durar unos años, que sea fructífero y que tarde o temprano vayan quedándose solos los violentos. El ELN no está (en las negociaciones) y es de los más radicales y fanáticos en la guerra, la guerrilla que más acude al secuestro de civiles", señaló.

"El ELN no quiere todavía empezar el proceso de paz. Eso significa que la guerra continúa, con menos actores, pero está vigente", declaró. Las comunidades indígenas, según escritor, han sido las más afectadas "por los guerrilleros, los narcotraficantes, y también por el Gobierno, los militares y paramilitares. Eso es muy triste, porque no se ha respetado su cultura, los han involucrado a la fuerza a pesar de que ellos mismos han dicho que no participan en ninguno de esos grupos, esa es una reparación que el Gobierno tiene que resolver, pero sobre todo los guerrilleros".

Reencuentro con lectores

Rosero, que vivió algunos años de su infancia en Pasto, se vuelve un solitario cada vez que trabaja una nueva novela. "Estuve en ella tres años y traté, en lo posible, de no acudir a encuentros literarios porque me frenan en la creación, ahora sí estoy dispuesto para entregarme al público, conocer su respuesta espiritual y sus conclusiones respecto a mi obra", explicó.

"Escribo capítulo por capítulo, si no he terminado el primero no paso al segundo. He descubierto que trabajar el primer capítulo desde el punto de vista formal y de estilo me hace reflexionar sobre el segundo. Ese ha ese ha sido mi modo de creación desde Los ejércitos para acá".

Sin embargo, sale de su escritorio para ir adonde requieren sus personajes, y aún tiene el rostro quemado por el clima difícil durante esas visitas."En esta novela, mi personaje protagónico estaba en Popayán, entonces me fui a Popayán; luego a Pasto un par de meses; después a Tunja, cerca de Boyacá donde hace mucho frío: esos viajes obedecen a intereses literarios, quería estar en el mismo paisaje donde se adelantaban estos capítulos para poder empaparme no solo de la naturaleza geográfica, si no humana", comentó.

Sobre los recursos para la creación, esta vez se llenó de libretas de notas que luego pasó en limpio a un cuaderno. "Apliqué algunas ideas a la novela, pero uno se mete en una camisa de fuerza con la cantidad de notas: la memoria, el inconsciente va registrando lo más importante que se consolidará en un párrafo o en una página", dijo.

Rosero aprovecha la tranquilidad de la madrugada para escribir y empieza a las 3 de la mañana. "Cuando estoy fatigado, después de desayunar, veo una película, no necesariamente cine-arte, sino una película de acción. Además, escucho música clásica cuando escribo: en esta novela ha sido la sinfonía 9 de Brückner porque es el ambiente musical de esa obra", reveló.

En las historias de Rosero –salvo en sus libros para niños, donde abundan los animales– las mujeres tienen un papel central. "Desde niño, la mujer -como creo ocurre para todos los hombres- fue muy especial, me causó mucha curiosidad, además tengo cinco hermanas. En la novela que terminé hay una mujer indígena, eso es novedoso, la mujer es el faro de cada una de mis obras, me alientan a escribir", aseguró.

La producción de Rosero en poesía, teatro, ensayo, cuento –que ya abandonó– y novela será abordada en un volumen crítico que preparan dos académicos de las universidades Carnegie Mellon y de Pittsburgh, con el fin de "llenar el vacío que ignora la repercusión e importancia de la presencia del autor en las letras colombianas y latinoamericanas".

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