Acurio se retira de los fogones de Astrid y Gastón
El cocinero peruano anuncia que deja su restaurante limeño a cargo de su esposa y de su jefe de cocina y emprenderá una gira por su país
Gastón Acurio, el chef latinoamericano más influyente junto al brasileño Alex Atala y creador de un imperio gastronómico de más de 40 restaurantes por una docena de países, deja su actividad al pie de los fogones en Astrid y Gastón. Este propular restaurante limeño, abierto hace 20 años y recientemente renovado con un ambicioso proyecto de “gastronomía inclusiva” en Casa Moreyra (una hacienda colonial en el barrio de San Isidro), se queda en manos de su esposa, la repostera Astrid Gutsche, y de su jefe de cocina Diego Muñoz. Acurio se lanza a recorrer los pueblos de Perú “en busca de historias, productos, personas, respuestas”, un periplo que pretende hacer “por el resto de Sudámerica”.
El chef, muy activo en las redes sociales –donde publica Recetuits y le siguen más de un millón de personas- ha anunciado su cambio de rumbo mediante un comunicado en su cuenta de Facebook. "Me retiro solo de los fogones de Astrid y Gastón, tengo otros 40 restaurantes que dirigir", aclara Acurio.
Gastón Acurio es ideólogo de la cocina social que ha revolucionado la economía de su país (y cuyas claves presentó con Ferran Adrià en la ONU) y promotor del congreso gastronómico Mistura, que se celebra a principios de septiembre y en cuyo marco se proclamarán los 50 mejores cocineros de Latinoamérica. Quiere afianzar aún más su interés por los productores que hacen posible “lo que los cocineros cuentan en un plato” y quizá este contacto cara a cara con sus compatriotas sea un primer paso en su tan comentado salto a la arena política, siguiendo los pasos de su padre. Aunque el chef esquiva la cuestión -“puedes tener más poder de convicción como cocinero que como político”, declaró recientemente a EL PAÍS SEMANAL- hay en su país una voluntad popular de que se produzca su aterrizaje en la esfera de gobierno peruana.
Sin confirmar los rumores de su acceso a la política pero ratificando su deseo de jubilarse tras 20 años de actividad culinaria y dejar paso a nuevas generaciones cocineros, el chef explica públicamente sus proyectos. Este es el texto completo del comunicado de Gastón Acurio lanzado en las redes sociales y titulado Retiro oficial. Una nueva etapa”.
“El tiempo pasa...... El rol del cocinero en América Latina sigue siendo el mismo: las contradicciones de su tiempo lo obligan a volcarse en cuerpo y alma a la causa de contribuir en su trabajo al desarrollo económico y social de nuestra región. No es ni más ni menos importante que el rol del cocinero en Europa o Estados Unidos. Es simplemente distinto. Responde a su tiempo, a lo que ve y lo agita. Y lo hace sin chauvinismo ni nacionalismos, con elevado espíritu autocritico, pero también con la curiosidad del eterno aprendiz, con la travesura del niño que habita dentro, con la libertad que anima a nuestra generación. Pero eso sí, cocinando. Dejando que sea la cocina y sus consecuencias la que hable por los cocineros de América latina.
Perú 2015 nos llevará a cada pueblo en busca de historias, productos, personas, respuestas"
Han pasado muchos años desde que pude sumarme a este movimiento. Cuán agradecido me siento por ello. Algunas pequeñas batallas se han ganado: recuperar productos olvidados, el agradecimiento al productor del campo, al pescador. Un comensal cada vez más consciente, un mundo que nos descubre, una comunidad gastronómica unida en principios y valores comunes.
Han pasado los años y hoy toca en lo personal enfrentar nuevos desafíos. El rol y los retos siguen siendo los mismos. Lo que cambia son las oportunidades, las historias.
Durante el 2015 daré el inicio a una nueva etapa que esperamos dure algunos años. Iniciaremos el recorrido de una nueva expedición, Perú 2015, que nos llevará a cada pueblo en busca de historias, productos, personas, respuestas. Luego lo haremos por el resto de Sudámerica. Haremos una fundación que se encargue de becar a decenas de alumnos, una hermosa universidad, una página que conectará a pequeños productores con consumidores, proyectos relacionados con las alianzas cocinero-campesina, cocinero-pescador, juntos para transformar, la promoción de la cocina peruana en el mundo, el diseñar nuevos libros, documentales, productos y conceptos propios de su tiempo, que pongan en valor lo nuestro. Como pueden ver, mucho por delante.
Es así como llego a esta nueva etapa, que me lleva al anuncio de mi retiro oficial del restaurante Astrid y Gastón. Un retiro muy necesario que da paso a una nueva generación que podrá dedicarle cuerpo y alma a su conducción, mientras en lo personal me permitirá dedicarme de manera total a todos los próximos desafíos con la responsabilidad y el compromiso que ellos demandaran.
Así hoy Astrid y Gastón inicia una nueva etapa. En realidad una etapa que se inició hace dos años con la llegada de Diego Muñoz, en un saludable proceso de transición en el que juntos fuimos imaginando el futuro de lo que seria la nueva sede y la nueva etapa Astrid y Gastón Casa Moreyra bajo su liderazgo.
Y hoy puedo afirmar que ese futuro es ya una realidad. Hoy Astrid y Gastón Casa Moreyra es liderada por uno de los más talentosos, apasionados y comprometidos cocineros del mundo: Diego Muñoz. Hoy, acompañado por esa banda hermosa de personajes locos y geniales que el agita día a día en busca de la perfección, la libertad creativa y el compromiso con los valores en los que creen, Diego da vida día tras día a experiencias culinarias mágicas, en todos los espacios que alberga la Casa Moreyra. En el restaurante y su menú degustación, en la carta del restaurante la barra, en los menús hechos a medida en los privados, en la filosofía del huerto y del taller de investigación. Gracias a él y su equipo, hoy la nueva sede camina hacia el futuro cargada de renovadas energías, ilusiones y desafíos.
Hoy me despido de Astrid y Gastón agradeciendo a todos aquellos que me acompañaron en esta historia de 20 años entregados a un sueño. Y sobre todo, un agradecimiento eterno a Astrid, que sigue hoy en la nueva sede, recibiendo a cada persona que nos visita con la dulzura y naturalidad del primer día. Un agradecimiento a ella no solo porque fue el pilar que le dio magia, sentido y contenido al restaurante durante todo este tiempo, sino por lo más importante: Por haberme enseñado a ser cada díaa una mejor persona. Hoy me despido de Astrid y Gastón. Mi presencia y compromiso con la cocina peruana y Latinoamericana, continuara hasta el final de mis días. Gracias a todos por permitirme ser parte de esta historia. De esta hermosa historia”.
Babelia
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