
El fútbol en manos de intrusos
Este deporte sigue funcionando como aglutinador comunitario, como escudo contra el vacío, como emoción televisada

Jorge Valdano es columnista de EL PAÍS y comentarista de Mediapro para Movistar. Exjugador de fútbol, campeón del mundo con Argentina en 1986, también fue entrenador. Ocupó la dirección deportiva y la dirección general del Real Madrid en dos etapas en el club blanco, donde fue además futbolista y técnico. Ha escrito varios libros.

Este deporte sigue funcionando como aglutinador comunitario, como escudo contra el vacío, como emoción televisada

El regateador tiene que convocar a la imaginación, para hacerle creer al marcador algo distinto de lo que va a hacer

Aunque ardan las redes sociales, la derrota del Real Madrid ante el Barcelona en Arabia no es una tendencia, ni siquiera un síntoma

Los datos tienen la pretensión de no dejar nada suelto y por supuesto que no lo consiguen. En números, correr mucho tiene más prestigio que correr bien

Hay un solo enemigo que no admite rival y es el tiempo. Nos derrumba a todos por lo menos una vez. A los futbolistas dos

¿Destacaría tanto jugando en Europa como lo hacía en Sudamérica? La duda me ofendía, los genios trascienden geografías y épocas

La hinchada argentina en Qatar, emocionante, incansable e hipnótica, demostró que el juego tiene que ver con el amor y le pertenece a la gente

Argentina está pasando un momento muy difícil en lo político, en lo social y en lo económico, una catástrofe atenuada durante un mes por la fuerza descomunal del Mundial
En la final del domingo, el capitán de Argentina y sus compañeros sentirán el fútbol como hinchas y estos sudarán como jugadores

Hablar bien de Qatar es tan arriesgado como criticar a los equipos que tienen mucha posesión de balón: Marruecos le regaló el balón a España para terminar ganándole lícita y épicamente

Se siente superior y pretende demostrarlo. ¿Qué la autoriza a tanta ambición? La valentía de un entrenador que considera el fútbol como un modo de alcanzar la grandeza

Si el fútbol no tenía corazón cuando era pobre, no vamos a pretender que lo tenga ahora que se ha hecho rico

Un Mundial es una invasión pacífica que permite, entre otras cosas, denunciar y abrir el apetito de las libertades en países donde están restringidas

La Liga quedará aparcada durante más de un mes para no molestar al Mundial, el campeonato que cada cuatro años sacude los cimientos sociológicos de este fenómeno inagotable llamado fútbol

Una imagen con el Gringo Giusti inmortaliza la decepción de dos campeones del Mundo que se quedaban sin ir a Italia 90. Los dos salimos serios, pero con los años, cada vez que la miro sonrío

Entre gol y gol cabe un mundo, siempre y cuando seamos capaces de disparar la imaginación y perderle la desconfianza al fútbol

El Madrid tiene veteranía para manejar los partidos y juventud para desequilibrarlos. El Barça se ha hecho de nuevo en un año

El ex entrenador del Sevilla abandonó el club poniendo en valor su ciclo, sin una gota de resentimiento y expresando su agradecimiento por estos exitosos años

Si Brasil, Uruguay o Argentina no ganan el próximo Mundial, se cumplirán veinte años sin que América del Sur haya levantado una Copa del Mundo

El equipo aún juega bajo el influjo mágico de la temporada pasada, al que nadie puede encontrar la fórmula, tan remota y misteriosa como la de la Coca-Cola

El brasileño corre algún riesgo innecesario bailando los goles en lugar de gritarlos y, sobre todo, exhibiendo su calidad técnica cuando no es necesario

Hay futbolistas a los que les gustaría ser goleadores, pero solo unos pocos han hecho del gol una ciencia y una profesión

Hasta bien entrada la Liga, los aficionados no se animan a enamorarse de un jugador, no sea cosa de que se lo lleve el enemigo y tengamos que odiarlo

El mercado cierra esta semana rompiendo las costuras del control económico, pero ambos jóvenes brillan en Real Madrid y Barcelona

En cuanto a la eficacia, en el Madrid se tiene la costumbre de medirla en Champions y Casemiro tiene cinco, palabras mayores

En un mundo que ignora el cambio climático, a quién le puede importar el futuro de un club de fútbol que promete ilusión para mañana

El fútbol contiene un conocimiento acumulado, es un juego silvestre, primitivo, simple y complejo a la vez

En Argentina, más que en cualquier otro lugar, siento que los racionales somos inadaptados dentro del espeso caldo futbolístico que hierve en los estadios

Yo me preparaba para el Mundial de 1990 después de tres años casi sin jugar, pero me lesioné en el primer minuto de un partido de exhibición

Las largas concentraciones de los Mundiales, con sus insoportables horas muertas, son un martirio. Atentan contra los sueños de gloria

Chendo era marcador de punta y Carvajal lateral derecho. Cada uno, hijo de su tiempo. Los dos, inigualables productos de la cantera

El secreto del club blanco es el de conocer los materiales que sustentan el fútbol y utilizarlos todos, sin excepción, sin complejos y dentro del reglamento

Real Madrid y Liverpool, dos de las fábricas de emociones más grandes de Europa

Siendo el fútbol parte tan importante de la cultura popular, es inevitable volver a preguntarse: ¿por qué no hablamos más del honor y de la ética?

Los aficionados acuden al Santiago Bernabéu con la pasión y la fe de siempre, pero con un hambre atrasada que lo hace todo más épico

El aficionado se sentía parte del juego porque no hay otro estadio donde tanta gente sienta la gloria como suya

El Madrid concede cuatro goles en el Etihad, se salva de otros cuatro y, sin que se le mueva un pelo, sale vivo en busca de una segunda oportunidad. Pasan las generaciones, pero mantiene intacta su rebeldía

Juega al fútbol como los dioses y tiene un ‘holding’ con intereses en el deporte y la tecnología que no le hace ascos a las comisiones

Puede ocurrir que un equipo de Guardiola pierda tiempo en busca de un resultado y que uno de Simeone festeje un buen partido tras caer derrotado. Así son las contradicciones de este juego

Nos cuentan que el Atlético defendió como un titán, pero sin tirar ningún disparo al arco y sin lanzar ningún córner. Yo me pregunto: ¿Quién defiende mejor: el que concede 15 tiros o el que no concede ninguno?