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Cataluña apunta que su curva se estabiliza y rechaza el encierro

El Govern pide no bajar la guardia y anuncia más personal para hacer PCR

Jessica Mouzo
La consejera de Salud, Alba Vergés, junto al secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ayer en rueda de prensa
La consejera de Salud, Alba Vergés, junto al secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ayer en rueda de prensaMarta Perez (EFE)

La curva epidemiológica en Cataluña da un pequeño respiro. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, reveló el martes que la incidencia en los últimos días se ha estabilizado y las restricciones sociales impuestas en varias zonas de la comunidad empiezan a surtir efecto. “Hay una estabilización y un pequeño descenso en la incidencia acumulada, pero hay que ser cautelosos”, matizó. El confinamiento domiciliario, por lo pronto, sigue descartado.

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Cataluña reportó ayer martes 1.055 casos confirmados, entre PCR y test serológicos, aunque no todos son diagnósticos del día anterior. Sin bien estas cifras no son comparables a las que da el Ministerio de Sanidad (este solo cuenta PCR positivas en día anterior), la mayoría se notificaron en Barcelona y su área metropolitana (611) y en Lleida (263).

El número básico de reproducción del virus (R0), que mide los casos que causa una persona infectada, ha bajado a 1 en la comunidad —lo recomendable es que esté por debajo de la unidad—. “El descenso de incidencia viene dado porque baja la incidencia y la R0 donde la teníamos más elevada, como Lleida. Allí la situación ha mejorado, pero no diré que es buena porque venimos de una incidencia muy alta”, explicó. Este miércoles, el Procicat, el órgano del Govern que coordina la respuesta a la pandemia en Cataluña, decidirá si flexibiliza las limitaciones de movilidad y actividad más estrictas en varios municipios de Lleida. En Barcelona y su área metropolitana también empieza a frenar la incidencia, aunque Castelldefels y Cornellà siguen al alza.

Pese al aliento que dan las cifras, Argimon insistió en que no se puede bajar la guardia. “Lo que nos sacará de esta situación son las medidas de prevención y están en nuestras manos. Por eso decimos: o el virus se va y sigue hacia arriba o lo doblegamos y conseguimos que la pendiente no sea pronunciada. Si no lo conseguimos en estos 10 días, el virus se nos escapa. En estos momentos, el virus está por delante de nosotros”, avisó.

Con todo, Argimon rechazó confinamientos estrictos. “El cierre viene dado para evitar que el sistema sanitario no pueda dar respuesta. Hoy, que tenemos pacientes jóvenes con poco riesgo de enfermar, sabemos que hay impacto en la atención primaria, pero no en los hospitales. No estamos en una situación de tener que reducir toda la movilidad o la actividad”. Tampoco sopesan cierres quirúrgicos. “No lo tenemos sobre la mesa, pero no se puede descartar”, zanjó.

El Departamento de Salud catalán anunció ayer martes también un plan de control de la pandemia para los próximos meses que desglosa el abordaje de la crisis según cinco niveles de control. La situación epidemiológica y otros indicadores sanitarios y sociales marcarán si el escenario se encuentra entre el nivel 0 —sin casos activos durante, al menos, 15 días— o el 5 —con transmisión comunitaria descontrolada y riesgo de superación de la capacidad instalada de los hospitales—. En este sentido, ha explicado Jacobo Mendioroz, responsable de la unidad de seguimiento de la covid-19, Lleida estaría en un nivel 4 (transmisión comunitaria no controlada con impacto asistencial relevante) y Barcelona, en el 3 (brotes complejos o transmisión comunitaria sin impacto asistencial relevante). En nivel 2 estaría el área metropolitana (brotes controlados o casos esporádicos limitados). Los confinamientos domiciliarios están previstos en la fase 5.

Argimon anunció que contratarán nuevos perfiles, como técnicos de laboratorio, para tomar las muestras para las PCR. En 15 días, han pasado de hacer 42.000 PCR a la semana a hacer 72.000. El secretario de Salud Pública también aseguró que ya hay 568 gestores covid contratados, la nueva figura creada por el Govern para hacer el rastreo de contactos. Salud también se plantea realizar en Badalona una prueba piloto de testeo masivo e incorporar la monitorización del coronavirus a través de la red de vigilancia epidemiológica de la gripe y de sus centros centinela.


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Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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