La Guardia Civil detiene al emperador de la carne de caballo, reclamado por Francia
Jan Fasen ha sido condenado por la justicia gala a dos años por comercializar equino como ternera. La Audiencia Nacional le investiga por un fraude similar
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron hace una semana en Calpe (Alicante) a Jan Fasen, conocido como el emperador de la carne de caballo. Fasen, un ciudadano holandés de 68 años, se ha movido en los últimos años por Europa dejando atrás un reguero de fraudes y escándalos siempre relacionados con la carne de caballo. En 2009 fue condenado en su país por hacer pasar carne de equino como ternera halal (que cumple los preceptos del Islam). En 2017 estuvo en el epicentro de una macroperación en España también por un fraude parecido. Y ahora ha sido detenido en Calpe tras la reclamación de Francia, donde acaba de ser condenado a dos años de prisión por el alto tribunal de París por haber comercializado junto a sus compinches más de 538 toneladas de carne que vendían como vacuno pero que contenía caballo.
Tras su detención el pasado 23 de julio en la localidad alicantina, donde tenía su residencia ahora, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional, que tendrá que decidir si extradita a Fasen a Francia. Curiosamente, según detallan fuentes de la investigación, este mismo juzgado está instruyendo la causa que se sigue en su contra en España y que le sitúa en el centro de otro gran fraude, en este caso, con presuntas afecciones para la salud.
Fasen y sus compinches fueron juzgados en París en febrero por el fraude en la venta de carne de caballo que hacían pasar por ternera. Según el tribunal francés, entre enero de 2012 y febrero de 2013, este entramado vendió 538.278 kilogramos de carne de ternera que contenía caballo sin avisar a los compradores de esa mezcla. "Los análisis de ADN llevados a cabo", apunta la sentencia del tribunal francés a la que ha accedido EL PAÍS, "confirman que la carne vendida era de caballo en diferentes proporciones según el lote"; había casos en los que solo había trazas y otros en los que casi todo era equino. Esta carne acabó empleándose para la elaboración de platos precocinados, como lasañas, y sacudió en 2013 a media Europa, cuando se detectaron los primeros casos.
Tras aquel escándalo, que no se ha juzgado hasta este año, Fasen se trasladó a España. Y, según la operación que desarrolló el Ucoma (Unidad Central Operativa Medioambiental) de la Guardia Civil en 2017, continuó con la actividad delictiva relacionada con la carne de caballo. Pero, según recuerda uno de los investigadores de la Guardia Civil, en este caso fue más allá del simple fraude por el que se le ha condenado en Francia y se adentró presuntamente en el delito contra la salud pública.
Según la investigación del Ucoma, el entramado que supuestamente lideraba Fasen se dedicaba a comercializar desde España carne de caballo no apta para el consumo humano, principalmente en Bélgica e Italia. Lo que hacía la organización, según la investigación, era vender la carne de caballos de recreo, que no pasan los estrictos controles veterinarios de los ejemplares de abasto, que sí están destinados al consumo humano.
Fasen y el resto de la red están acusados de maltrato animal, falsedad documental, blanqueo, organización criminal y delitos contra la salud pública. Más de 60 personas fueron detenidas dentro de esta operación y Fasen estuvo ocho meses en prisión preventiva. Tras salir tuvo que viajar a Francia para ser juzgado por el escándalo de 2013 por el que fue condenado en abril y por el que ahora ha sido detenido otra vez en la localidad alicantina de Calpe.
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