Menos profesores, más recortes
La crisis golpea como nunca el curso escolar en centros públicos y concertados Miles de familias perderán las ayudas para libros de texto
Unos ocho millones de alumnos de enseñanzas no universitarias volverán en las dos próximas semanas a unos colegios e institutos golpeados por la crisis, los recortes y las protestas que los acompañan; la semana pasada ya ha habido pequeñas movilizaciones en Andalucía, Asturias y Cataluña que prometen ir a más en toda España. Porque este año ya no se libra nadie (o casi nadie) de la quema, ni la escuela pública, ni la concertada ni, por supuesto, los padres, que ven cómo se encarecen todos los productos y servicios escolares mientras merman o desaparecen becas y ayudas. Y todo ello se entremezclará, además, con la tramitación de una reforma educativa que pretende colocar una reválida al final de cada etapa y profundizar en itinerarios distintos durante la enseñanza obligatoria y cuya tramitación traerán consigo, sin duda, enconadas discusiones.
La escuela pública seguirá perdiendo profesores este año (eso ocurrió por primera vez, desde que se recuerda, el curso pasado) por las medidas de ajuste del Gobierno central y de las autonomías (se aumentan las horas lectivas de los docentes y el límite de alumnos por clase, unas porque así lo han decidido; otras, empujadas por el decreto del ministerio). Esto hará más evidentes y generalizadas, por ejemplo, las pérdidas de apoyos y de clases de refuerzo en las aulas.
El gasto en manuales para un alumno de primaria supera los 200 euros, según la OCU
Serán decenas de miles de profesores menos (sobre los 493.818 que había hace un año), aunque aún no se conocen las cifras exactas, que pueden ir desde los 20.000 a los 80.000, según haga la cuenta la Administración o los sindicatos. De hecho, ni siquiera los Gobiernos se ponen de acuerdo a toro pasado: varias autonomías contradijeron la cifra oficial que publicó en julio el Ministerio de Educación y que dice que 2.870 docentes menos atendieron el curso pasado a 116.272 alumnos más en la escuela pública. Los sindicatos creen que la cifra se queda corta. Pero nadie duda de que el número de alumnos seguirá previsiblemente creciendo y el de docentes, bajando: este curso lo empezarán cerca de 10.000 profesores menos solo en Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra y Cantabria, según estimaciones de CC OO.
El recorte de más de 6.000 millones de euros desde 2010 afectará también con fuerza por primera vez a la escuela concertada. Se trata de un 4,5% de rebaja en la partida de salarios docentes y del 1,5% en la partida de otros gastos, de la que dependen el mantenimiento de los centros y los salarios del personal de administración y servicios. Esta última reducción, junto “a la modificación del IVA en la prestación de suministros básicos (luz, teléfono, gas…), pone en situación de riesgo de quiebra económica a los colegios concertados”, se quejó en una nota la patronal mayoritaria de la escuela subvencionada, la FERE.
La patronal asegura que el ajuste pone a la concertada al borde de la quiebra
Precisamente, durante el curso pasado el retraso en los pagos por ese concepto puso en graves aprietos a colegios concertados de la Comunidad Valenciana, Baleares y Castilla-La Mancha. La escuela completamente privada, por su parte, aunque no reciba dinero público, también está percibiendo el impacto de la crisis: las escuelas infantiles perdieron el curso pasado un 15,8% de los alumnos, con una disminución de la plantilla del 10%, según una encuesta hecha entre sus centros por la patronal ACADE.
Y para los bolsillos de las familias, estén en la pública o en la privada, será especialmente dolorosa la vuelta al colegio de este año. Y no solo por la subida del IVA en los comedores, el transporte, los uniformes y, sobre todo, el material escolar (este pasa del 4% al 21%), sino, sobre todo, porque las ayudas para pagar los libros de texto se están viendo drásticamente recortadas, cuando no directamente eliminadas, con lo que miles de familias tendrán que hacer frente a un gasto más: el coste medio de los libros para un alumno de primaria es de unos 214 euros, según la OCU.
Inicio de las clases
Día 5 de septiembre. Infantil y primaria en Navarra.
Día 6. Infantil y primaria en La Rioja. En País Vasco, los centros pueden arrancar.
Día 7. Infantil y primaria en la Comunidad Valenciana.
Día 10. Infantil y primaria en Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid. Secundaria en La Rioja y Navarra. En Murcia, Ceuta y Melilla, en todas las etapas.
Día 11. En Madrid arranca el curso en secundaria.
Día 12. Infantil y primaria en Galicia y Cataluña.
Día 13. Infantil y primaria en Extremadura y Asturias; secundaria en Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias; y en todas las etapas en Baleares y Cantabria.
Día 14. Secundaria en Aragón y C. Valenciana. En todas las etapas en Extremadura.
Día 17. Secundaria en Andalucía, Asturias y Galicia.
Esto se suma a los recortes en las becas para pagar el comedor escolar que ya se iniciaron en años anteriores en Valencia, Cataluña, Baleares, Murcia, y que este año se profundiza en otras autonomías como Madrid (más de un 38%) o Galicia (40%). En esta última, la Consellería de Educación redujo a 700.000 euros las ayudas prestadas a las asociaciones de padres que gestionan el servicio y que cubren la mitad de los gastos, aunque a la vez asumió el funcionamiento de nuevos comedores que antes llevaban las familias.
Entre unas cosas y otras, está aumentando en toda España el número de niños que van al colegio con la tartera de la comida en la mochila. Cada comunidad está lidiando con ello a su manera. En Cataluña, por ejemplo, los alumnos que se lleven la comida tendrán que pagar igualmente una parte del servicio, la que cubre el pago a los cuidadores y la limpieza; serán hasta 6,2 euros al día.
En cuanto a las ayudas para libros, el Ministerio de Educación ha reducido el presupuesto de 2012 en 71 millones (un 76%), hasta quedarse en 27 millones. Esa bajada no ha sido lineal en todas las comunidades, pues depende del número de alumnos y de aulas (por ejemplo, en Madrid o Andalucía ha bajado un 66%, en Cataluña un 70% y un 76% en Asturias). La reacción de las autonomías tampoco ha sido la misma en todas ellas. Por ejemplo, en Asturias las becas bajarán finalmente un 50%, mientras que en Cantabria serán un 75% menos. Sin embargo, en otras como la Comunidad Valenciana se mantienen las cuantías. Andalucía y Canarias aguantan sus programas de gratuidad de los libros en la etapa obligatoria (de 6 a 16 años): compran y reutilizan textos que cambian cada cierto tiempo.
De las 11 comunidades que hace dos años ofrecían o estaban implantando programas de gratuidad, ya solo lo mantienen esas dos comunidades, además de Navarra y País Vasco (que tienen un regimen propio de financiación y, por tanto, no les afecta la rebaja ministerial). En Galicia lo eliminaron hace dos años, y las ayudas que las sustituyeron fueron del todo “insuficientes” ya el año pasado, según un informe de la federación de padres Ceapa.
De media, la patronal de los libros de textos, ANELE, calcula que las ayudas se reducirán en un 75%, es decir, se pasará de unos 200 millones de euros a 50. Aplicando ese porcentaje de bajada las cifras de becarios de hace dos años, se pasaría de más de tres millones de beneficiarios a menos de 800.000.
Sin embargo, es más que posible que la mantengan más familias, pero que la ayuda solo les cubra una parte de los libros. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, con el mismo dinero que el año pasado, sostienen que llegarán a unas 250.000 becas, sobre todo, a las familias más pobres. Para obtener el 100% de una ayuda a libros (125 euros) habrá que demostrar que cada miembro de la unidad familiar ha ingresado menos de renta anual per capita 5.591 euros; el 70% (87,5 euros) si los ingresos son inferiores a 7.455, y el 40% de la beca (50 euros) si se supera esa renta per capita.
En la Comunidad de Madrid directamente se han eliminado las becas de libros de texto. En 2010-2011, 310.000 familias percibieron entre 90 y 110 euros de subvención en primaria y secundaria, respectivamente. Así, las ayudas para material, a las que Madrid destinaba unos 30 millones el curso pasado, serán sustituidas por un sistema de préstamos a los centros que aún hay que definir para infantil, primaria y secundaria. En cuanto al dinero para becas de comedor (a las que el año pasado accedieron 112.0000 niños en Madrid), pasa de 29,3 millones a entre 16 y 18 millones, según la Consejería de Educación.
Con información de Pilar Álvarez (Madrid), Neus Caballer (Valencia), Diana Mandiá (Santiago) y Manuel Planelles (Sevilla).
Y la Universidad, más cara
Matrículas más caras y menos becas, porque son más difíciles de conseguir y conservar. Este es el panorama con el que arrancan el curso 2012-2013 en torno a 1,23 millones de estudiantes de las universidades públicas españolas (hay otros 172.000 aproximadamente en las privadas). Las matrículas en los campus públicos serán este curso sustancialmente más caras en la mayor parte de España, sobre todo para los que suspendan alguna asignatura. Pero trazar un media de esos aumentos (que pueden alcanzar los 400 euros para los recién llegados a las aulas en Madrid o Valencia) es más difícil que nunca y, en todo caso, esa media sería irreal.
El decreto del Ministerio de Educación de medidas de ajuste del pasado mes de abril, que decía que los universitarios debían pagar en sus matrículas un mayor porcentaje de lo que en realidad cuestan los estudios, se ha acabado convirtiendo en una especie de liberalización de los precios públicos por la falta de datos fiables sobre lo que de verdad cuesta una carrera. Así, mientras unas comunidades han aumentado entre un 30% y un 50% las primeras matrículas, otras han subido en torno al IPC (Canarias, La Rioja, País Vasco o Extremadura) o directamente han congelado el precio: Galicia y Asturias.
Sin embargo, la subida en los másteres oficiales en general ha sido mucho mayor (en Castilla-La Mancha pueden llegar a costar este año entre 2.400 y 3.700 euros más que el año pasado).
También han subido enormemente las segundas y sucesivas matrículas (los que repiten alguna asignatura), pero en este caso es imposible saber el impacto porque tampoco hay datos sobre a cuántos alumnos le quedan cuántas materias. Lo que sí se sabe es que los becarios que este año pierdan la beca por haber suspendido (el Gobierno ha endurecido los requisitos académicos para mantener las ayudas) pasarán de no pagar nada a pagar mucho por ese sobrecoste de la repetición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Recortes sociales
- Estudiantes universitarios
- Comedores escolares
- Libros texto
- Ayudas familiares
- Recortes presupuestarios
- Administración autonómica
- Comunidad educativa
- Espacios educativos
- Libros
- España
- Finanzas públicas
- Política
- Administración pública
- Finanzas
- Cultura
- Universidad
- Educación superior
- Sistema educativo
- Material escolar
- Educación
- Ayuda social
- Política social
- Sociedad