La ‘startup’ que te da una paga extra tomando buenos apuntes
El trapicheo de apuntes los días antes del examen ya tiene recompensa: a través de Wuolah puedes hacer algo de dinero si eres aplicado en clase
Una vez más, la tecnología llega a nuestras vidas para facilitar las transacciones que llevamos haciendo de forma analógica desde hace años. Aunque siempre ha existido el mercado intercambio de apuntes en clase, ahora la plataforma Wuolah facilita el contacto entre aquellos alumnos aplicados que asisten a clase y toman los mejores apuntes y aquellos que prefieren acceder a ellos desde casa. Con una diferencia: quien sube los apuntes obtiene una recompensa y quien los descarga sabe que le serán útiles y de calidad.
- ¿De quién hablamos?
Jaime Quintero, Enrique Ruiz, Francisco José Martínez y Francisco Javier Ruiz. Son cuatro chicos sevillanos, de entre 26 y 28 años, que se conocieron en la universidad, danzando entre la biblioteca y las salas de estudio. Detectaron la necesidad de acceder a apuntes de calidad en seguida. "Normalmente quien tenía los apuntes buenos no recibía nada a cambio de prestarlos y muchas veces no tenía incentivo para hacerlo", explica uno de sus fundadores, Enrique Ruiz. "La otra opción era buscarlos en internet, pero era difícil encontrar justo los que necesitabas o eran de mala calidad". Un problema con el que se sienten identificados casi todos los universitarios. Por, eso, en 2015, se les ocurrió la idea de crear una plataforma en la que poner en contacto a los alumnos con buenos apuntes con los estudiantes que los necesitan, y recompensar al alumno aplicado. Así, han conseguido sumar más de 400.000 usuarios y alrededor de un millón de documentos subidos a Wuolah.
- ¿Cómo funciona?
Los estudiantes aplicados cuelgan en la plataforma sus apuntes, eligiendo un centro, un curso y una asignatura. Unas normas básicas de la plataforma les exigen que estén bien organizados y valoran positivamente que posean recomendaciones y valoraciones positivas de otros usuarios. Pueden subir desde apuntes y prácticas hasta ejercicios y exámenes resueltos, siempre que no vulneren los derechos de autor.
Querido anónimo que ha subido a Wuolah todos los problemas resueltos que podrían caer en el examen de mañana: no sé quién eres, pero te mereces un monumento.
— Space Opera (@MilkyPlasma) April 25, 2018
Con cada descarga —gratuita para quien accede a ellos— el autor de los textos gana una pequeña cantidad de dinero, dependiendo de cuánta publicidad haya en sus apuntes. El modelo de negocio de Wuolah consiste precisamente en la publicidad segmentada que muestran en los apuntes en formato pdf, el único tipo de documento en el que pueden poner anuncios. Y eso también se refleja en la recompensa: aquellos alumnos que suben sus apuntes en pdf obtienen más beneficios que quienes lo suben en otro formato. La empresa sabe qué estudia cada usuario y dónde, eso les permite segmentar la publicidad que muestran a cada uno. Y la publicidad personalizada está mejor pagada.
Cuando el alumno acumula 20 euros en su saldo, puede retirarlo a través del método de pago que haya elegido. Pero antes, los especialistas de Wuolah hacen un estudio pormenorizado de las descargas. Para evitar fraudes, penalizan al usuario que realiza irregularidades en la plataforma y descuentan la cantidad que se ha ganado mediante descargas falsas. Por ejemplo, las que el usuario realiza de su propio material o crea cuentas falsas con este fin. Normalmente son descargas automatizadas realizadas por bots, que descargan de forma masiva muchos documentos en poco tiempo.
- ¿Por qué nos interesa?
En las plataformas tradicionales de intercambio de apuntes es complicado encontrar justo el temario que necesitas. Lo que Wuolah ofrece es acceder a los apuntes que han tomado tus compañeros de clase y solo te muestra los documentos que han filtrado por ciudad, universidad, carrera y curso.
Además, las marcas también pueden acceder a su público diana. Wuolah segmenta la publicidad de tal forma que muestra a los estudiantes solo anuncios relacionados con algo que pueda interesarles. Y resulta efectivo, porque los alumnos se pasan horas y horas al día delante de los apuntes, mirando los anuncios intercalados con lo que tienen que estudiar para el día siguiente.
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