Casi la mitad de los migrantes que llegaron a España por África fueron víctimas de violencia o abusos
Marruecos es el país en el que han sufrido más agresiones, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones
Los peligros de la ruta migratoria hacia España no se limitan al cruce del Estrecho o del Mar de Alborán en embarcaciones precarias. Desde que salen de sus casas, los migrantes sortean una carrera de explotación, violencia y abusos de miles de kilómetros. Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), elaborado tras realizar 1.341 entrevistas a inmigrantes y refugiados, revela que el 48% de loes entrevistados sufrió al menos uno de los cinco indicadores que la entidad vincula al tráfico de personas, explotación y abusos. Casi la mitad de los migrantes que llegaron a España entre la segunda mitad de 2017 y 2018 relataron haber sufrido al menos una de estas agresiones: violencia física, secuestros, trabajos forzosos, ofertas de matrimonio concertado o empleos por los que no se les pagó lo acordado.
El país en el que los entrevistados han sufrido más violencia es Marruecos, principal socio de España en su pulso contra la inmigración irregular y que fue señalado por los migrantes como el escenario del 46% de los casos. "Los abusos son una gran preocupación para la OIM", independientemente de donde se produzcan, explican desde la organización, que mantiene haber observado en otros análisis que "la mayor frecuencia de abusos a menudo ocurre en los últimos países antes de llegar a Europa".
La violencia física es la más común de las agresiones y la menciona un 41% de los entrevistados. Esa violencia está generalmente relacionada con secuestros perpetrados por grupos nómadas en áreas desérticas, palizas recibidas en grandes ciudades con el objetivo de robarles sus pertenencias y agresiones por parte de los traficantes en las zonas de embarque en Argelia y el norte de Marruecos. El informe recoge también agresiones vividas de forma indirecta. Un 8% contó que presenció amenazas de violencia sexual y un 2,7% relató haber visto ofertas de dinero a cambio de sangre u órganos.
Entre las víctimas destacan, sobre todo, los hombres que viajan solos, pero también en grupo y en familia. El informe constata que viajar en familia solo garantiza cierta protección a las mujeres, porque los hombres que migran con familiares presentan un mayor riesgo de vulnerabilidad. La edad media de las víctimas es de 23,5 años y proceden, principalmente, de Camerún, Gambia y Guinea. Los nacionales de Marruecos y Argelia son los menos castigados y esto tiene relación con el tiempo que invierten en la ruta migratoria. "La duración del viaje a menudo está asociada con la falta de recursos en la última etapa y la necesidad de encontrar un trabajo y ahorrar dinero para continuar el viaje. Este conjunto de circunstancias aumenta claramente la vulnerabilidad de los migrantes a los abusos y las prácticas de explotación", ilustran desde la OIM. El 63% de los migrantes que relataron abusos habían pasado más de un año en tránsito.
¿Quién y por qué migran?
El documento perfila algunas de las características de los que migran y sus motivaciones. Una de las claves es que casi la mitad de los entrevistados estaban desempleados cuando salieron de su país. Las entrevistas también revelan que el precio del viaje a España oscila entre los casi 900 euros, un valor que pagó el 43% de los migrantes, y más de 4.500 euros que pagó el 4%. Hay un 8% que declaró no haber pagado nada y que suele ser el caso de marroquíes y argelinos que parten desde sus propios países, sin ayuda de las mafias. Alrededor del 38% de los entrevistados ha invertido en la travesía más de un año.
Al preguntarles por qué migraron se desprenden dos motivos principales. El 41% menciona en primer lugar razones económicas. El segundo motivo es violencia personal (32%), que contempla desde violencia de género, agresiones en el seno familiar, mutilación genital, oposición familiar a matrimonios interreligiosos, conflictos por la herencia de tierras, o persecución por su orientación sexual o identidad de género. El 15%, por otro lado, apunta guerras y conflictos. Los motivos varían según el género del entrevistado. Entre los hombres priman las razones económicas (44%), mientras que entre las mujeres la violencia personal es el principal motivo de huida del 58% de las entrevistadas.
En el momento de su partida, España es el país de destino del 51% de los hombres y 53% de las mujeres, seguido de Francia y Europa en general. Este porcentaje crece cuando se cuestiona sobre su destino final en el momento de la entrevista: dos tercios de los migrantes anuncian que es España donde pretenden quedarse. "El incremento se debe", asegura el informe, "al hecho de que alcanzar otros países en Europa es más difícil de lo que esperaban cuando iniciaron el viaje".
Metodología
Las entrevistas se realizaron entre julio y octubre de 2018 en cuatro comunidades autónomas e incluyen a adultos migrantes que llegaron a España entre la segunda mitad de 2017 y 2018. Los entrevistados son de 39 nacionalidades diferentes, pero destacan los subsaharianos venidos de Guinea (29%), Mali (19%) y Costa de Marfil (14%) que suponen buena parte del grueso de los recién llegados. Los marroquíes, que representaron cerca de un 30% de los llegados irregularmente en 2018, están poco representados en las entrevistas con apenas un 5% del total. La ausencia de marroquíes en la muestra se explica, según la OIM, por los acuerdos de devolución que mantiene España con Marruecos y que pone a los nacionales del país vecino bajo tutela policial dejándolos fuera de los centros de recepción donde se realizaron las entrevistas. Lo mismo ocurre con los argelinos.
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