España rescata a un tercio de los migrantes en aguas de responsabilidad marroquí
En el año en que la ruta migratoria hacia costas españolas se convirtió en la más transitada del Mediterráneo, las autoridades de Marruecos incumplieron los convenios internacionales
Marruecos muestra un nivel de implicación muy limitado a la hora de salvar vidas en el Mediterráneo. Un tercio de los migrantes rescatados por Salvamento Marítimo en 2018 fueron salvados en aguas de búsqueda y rescate marroquíes. Esos migrantes fueron desembarcados posteriormente en puertos españoles. La geolocalización de las embarcaciones revela que de las 49.688 personas rescatadas el año pasado en la región del Estrecho, el Mar de Alborán y las Islas Canarias, 16.618 fueron recogidas en la zona de responsabilidad exclusiva de Marruecos, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.
Tras haberse convertido en la principal puerta de entrada de la inmigración irregular por el Mediterráneo, España trata de que su vecino africano participe más en esas operaciones para aliviar la presión de llegadas a las costas andaluzas. Pero las cifras de 2018 cuentan que la colaboración fue mejorable: los datos —obtenidos a través del portal de Transparencia— indican que los barcos de Salvamento Marítimo rescataron casi tantas personas en un área en la que no tienen competencia como en su propia zona de actuación.
El alto número de rescates demasiado cerca de las costas marroquíes, además, incomoda a las autoridades que se encargan del control migratorio consultadas por EL PAÍS. Para ellas, esa dinámica supone asumir parte de la responsabilidad que corresponde a otro Estado: Marruecos. Puede ser un incentivo para las mafias. Y dar alas a los discursos antiinmigración en plena precampaña electoral. Pese a que consideran el asunto “delicado” y “sensible”, tres fuentes oficiales coinciden en que la prioridad, independientemente de la zona del aviso, debe ser siempre “salvar vidas”.
Para el Gobierno, una solución a esa encrucijada pasa porque estos náufragos localizados en la zona de responsabilidad del país vecino puedan ser desembarcados en puertos marroquíes y no españoles, como hasta ahora. Dos de las citadas fuentes confirman esta línea de trabajo que mantiene España con Marruecos.
OPERACIONES DE RESCATE DE SALVAMENTO MARÍTIMO EN 2018
El Ministerio de Interior, competente en el control de fronteras, y el de Fomento, responsable de Salvamento Marítimo, han declinado manifestarse sobre este asunto. La agencia europea de fronteras, Frontex, también rechaza pronunciarse sobre un asunto que considera ajeno a su área de actuación.
La responsabilidad de rescatar en el mar es compleja. La zona SAR (área de búsqueda y rescate, por sus siglas en inglés) no equivale a las aguas territoriales de un Estado, por lo que la actuación de Salvamento Marítimo no viola la soberanía de Marruecos. Las misiones en aguas marroquíes ponen en evidencia la falta de medios del país vecino, pero también cuestionan el interés de los marroquíes por priorizar los rescates de migrantes. En el año en que la ruta migratoria que lleva a España se convirtió en la más transitada del Mediterráneo, las autoridades marroquíes incumplieron los convenios internacionales que establecen que cada país debe asumir sus obligaciones de salvamento en la zona SAR que tiene designada. “Cuando Salvamento Marítimo comunica el aviso de una embarcación en riesgo, Marruecos no siempre responde a la llamada, o la respuesta no es lo suficientemente rápida. En esos casos, Salvamento no puede eludir esa responsabilidad”, ilustra una fuente que conoce a fondo las dinámicas de los rescates. La legislación internacional considera ineludible el auxilio en el mar.
PROCEDIMIENTO AL RECIBIR UN AVISO DE UNA EMBARCACIÓN
La visita del Rey
A pesar de las limitaciones, el Observatorio Nacional para la Migración de Marruecos asegura haber rescatado 29.715 personas en el mar. Nadie pudo evitar, sin embargo, que 811 personas perdieran la vida o desaparecieran atravesando esta ruta en 2018, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de la ONU. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) ha denunciado recientemente que Marruecos y España recurren a hinchar esas cifras y apunta que las autoridades marroquíes anunciaron estos rescates sin mostrar ninguna foto o vídeo de los náufragos, que en varias ocasiones son en realidad rescatados por barcos de pesca, según la información recogida por Efe.
Los procedimientos españoles han cambiado en las últimas semanas. Salvamento Marítimo no ha vuelto a cruzar la zona SAR marroquí desde mediados de enero, según informan diversas fuentes oficiales que supervisan la situación en la frontera sur. La fecha coincide con el anuncio de la visita del rey Felipe VI a Mohamed VI en Rabat. Aquel encuentro, finalmente celebrado el 13 de febrero, duró poco más de 24 horas, pero ha permitido mejorar la colaboración con Marruecos, según afirman responsables de la gestión de los flujos migratorios. El cambio sugiere que a pesar de que sus medios no son comparables a los españoles, si quiere, Marruecos es capaz de asumir más responsabilidad en sus costas.
Los últimos datos oficiales respaldan esa tesis y revelan una drástica disminución de los rescates tras un año récord. 2018 cerró con casi 50.000 migrantes rescatados y otros 11.000 asistidos, el triple del año anterior. Y 2019 empezó mal: en enero, Salvamento Marítimo auxilió a 3.170 migrantes, casi tres veces más que en ese mismo mes de 2018. Pero el número cayó en febrero a 607 personas, y hasta el 18 de marzo fueron apenas 236 personas. “Estamos en una situación idílica: las entradas son ridículas”, ilustró el pasado jueves el general Félix Blázquez, que comanda la Autoridad de Coordinación frente a la inmigración irregular en el Estrecho. “Pero la tendencia puede cambiar”, advirtió durante la celebración en Málaga del IV Seminario sobre las Operaciones Conjuntas Internacionales, promovido por la Guardia Civil.
“En los últimos meses se ha conseguido que Marruecos se haga cargo de los rescates en su zona SAR. En este momento lo que ocurre es que España le dice a Marruecos ‘si necesitan, algo llámennos”, explicó también en Málaga el subjefe del centro de coordinación de Salvamento Marítimo de Tarifa, José C. Maraver Romero. “Hay situaciones en las que Marruecos se hace cargo y luego pide ayuda. Hay otras en las que hay gente en una situación in extremis y no hay más remedio que solventar. No nos vamos a arriesgar a perder una vida humana”, completó Maraver.
2018, el año con más actuaciones en el país vecino
Salvamento Marítimo ha auxiliado migrantes en aguas de responsabilidad marroquí, al menos desde 2015, tanto con el Gobierno conservador de Mariano Rajoy como con el socialista de Pedro Sánchez. Los datos revelan que 2018 fue el año con una mayor proporción de migrantes auxiliados por el organismo español en la zona de búsqueda y rescate del país vecino, con un porcentaje superior al 33%. En los tres años anteriores los porcentajes oscilaron entre el 16% y el 19%. Esta es la comparación de las cifras totales de migrantes involucrados en intervenciones de Salvamento Marítimo que incluyen rescatados, pero también los migrantes fallecidos y asistidos (aquellos a las que la entidad ha auxiliado de alguna forma, como un remolque o una evacuación médica, pero que no fueron rescatados con medios propios de la entidad).
El Gobierno de Pedro Sánchez ha manifestado en varias ocasiones su deseo de que Marruecos se involucre más en los rescates. Considera que la dedicación de las autoridades marroquíes en el control de sus fronteras es la herramienta más efectiva para frenar los flujos de inmigración irregular. En este sentido, España ha ejercido como interlocutor de Marruecos ante sus socios europeos para demandar más apoyo financiero a su socio. La UE ya ha comprometido 140 millones de euros y el envío de dos embarcaciones rápidas similares a las salvamares empleadas por Salvamento Marítimo. El importe está lejos de los 6.000 millones de euros asignados a Turquía desde 2016 para contener las salidas hacia Europa y atender a los refugiados que se quedan en su territorio. Libia, por su parte, ya ha recibido 282 millones de fondos europeos.
La Autoridad de Coordinación, comandada por el general Félix Blázquez, ha estudiado las entradas en la zona SAR marroquí. Las conclusiones son negativas. Se consideran un “vector de atracción” —un eufemismo para suavizar el denominado efecto llamada— de la inmigración irregular. “Los estudios demuestran que el número de muertes aumenta cuantos más esfuerzos hace Salvamento Marítimo”, afirmó también en Málaga el comandante de la Guardia Civil Basilio Sánchez. “La encomiable labor de Salvamento Marítimo, en ese afán por salvar vidas, estaba pasando la zona SAR, se estaba acercando cada vez más a Marruecos, estaba en una relación muy directa con las ONG, estaba asegurando el salvamento. Y las mafias se aprovechan de eso”, completó el jefe de la sección de Inteligencia del Centro de Coordinación del Estrecho.
Según explicó, los traficantes maximizan sus beneficios invirtiendo menos en las pateras cuando saben que los migrantes serán rescatados a pocas millas de la costa. En estos meses se han encontrado barcas compradas por partes y ensambladas a mano que habían sido lanzadas al mar con el pegamento aún húmedo. Otras partían sin suficiente combustible para llegar a la costa. “Las embarcaciones eran cada vez más precarias y menores, los hacinaban y eso aumentaba las muertes”, defendió el comandante.
Muertes en el mar
La idea de que la presencia de barcos de rescate cerca de las costas de origen es una especie de imán para los traficantes de migrantes es una tesis recurrente en el debate migratorio. En la misma línea del vicepresidente del Gobierno italiano Matteo Salvini, Vox ha utilizado ese argumentario para defender que las embarcaciones de Salvamento Marítimo están “actuando como auténticos taxis por el Mediterráneo”. Sin embargo, la OIM advierte de que no conoce “ninguna evidencia de una correlación entre las operaciones de búsqueda y rescate y las muertes”. Es más, cuantos menos medios de salvamento están disponibles, más muertes se registran, como demostraron Elias Steinhilper y Rob Ruijters, investigadores de las universidades de Florencia y de Oxford, respectivamente, en su análisis de la ruta migratoria del Mediterráneo central —que une Libia e Italia— durante la llamada crisis de los refugiados, de 2014 a 2016.
En Italia, las políticas de choque contra la inmigración irregular, como impedir el desembarco de migrantes en puertos italianos, obstaculizar el trabajo de las ONG de salvamento, así como delegar en los guardacostas libios las labores de rescate, han provocado una fuerte caída de las llegadas por la ruta del Mediterráneo central. La estrategia, no obstante, no ha impedido un aumento de los fallecidos, siempre según los datos de la OIM. Hasta el 5,3% de todas las personas que intentaron llegar por mar al país transalpino en 2018 han muerto en el intento, tras unos años en los que esa ratio se mantenía cercana al 2%.
El sindicato mayoritario de Salvamento Marítimo, la CGT, y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía no confían en Marruecos para garantizar los rescates en el mar. “El cuerpo de rescate de Marruecos no está preparado ni humana ni materialmente para operar en labores de rescate en las aguas del Mediterráneo”, denuncian en un comunicado. La prueba, recuerdan, es el resultado del rescate llevado a cabo por los marroquíes el pasado día 14 en el mar de Alborán, en el que murieron 45 personas.
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