Felipe VI pide a Mohamed VI ir “más allá” en el control de la emigración
La familia real alauí acude casi al completo a recibir a los Reyes en su primera visita de Estado a Marruecos
Felipe VI ha agradecido este miércoles en Rabat a su homólogo marroquí, Mohamed VI, el esfuerzo que hace su país para controlar las fronteras, pero le ha pedido redoblar la colaboración para frenar la llegada de inmigrantes irregulares a España, según fuentes diplomáticas.
La familia real alauita se ha desplazado casi al completo al aeropuerto de Rabat-Salé para recibir a los Reyes de España. Además de Mohamed VI, han acudido el príncipe heredero Hasán (que, a sus 15 años, ha ocupado en todo momento un lugar preferente junto a su padre), el hermano del rey, Mulay Rachid, y sus tres hermanas, las princesas Meriem, Asma y Hasna. Tras haber pospuesto la visita de los Reyes en varias ocasiones y haberla recortado a poco más de 24 horas, Mohamed VI se ha prodigado en gestos de cercanía hacia sus huéspedes.
Los dos monarcas recorrieron en el mismo vehículo, un Mercedes blindado, el trayecto desde el aeropuerto hasta el Palacio Real, en el centro de Rabat. En la solemne ceremonia de bienvenida estuvieron el Gobierno marroquí en pleno, las principales autoridades del país y los embajadores de los países europeos acreditados en Rabat. Felipe VI y Mohamed VI departieron a solas durante 10 minutos antes de que se reunieran formalmente las dos delegaciones. Por parte española, acompañan a los Reyes en su primera visita de Estado a Marruecos los ministros de Exteriores, Interior, Agricultura, Industria y Cultura.
Las autoridades españolas han trasladado a sus homólogos marroquíes un mensaje de agradecimiento por los esfuerzos de Rabat en la lucha contra la inmigración ilegal (a la que Marruecos dedica 13.000 efectivos de sus fuerzas de seguridad), pero les han pedido ir “más allá” en la cooperación bilateral para controlarla. Cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó a Mohamed VI en noviembre pasado le planteó que ambos países se fijaran como objetivo reducir en 2019 la llegada de inmigrantes clandestinos para “enviar un mensaje contundente a las mafias”.
No parece hasta ahora que pueda lograrse este objetivo. Un total de 65.325 inmigrantes irregulares llegaron a las costas andaluzas, Ceuta, Melilla, Baleares, Canarias y el levante español durante 2018, más del doble que el año anterior. Es la cifra más alta desde que hay registros, según la Organización Internacional de Migraciones, que calcula que cerca de 800 personas murieron o desaparecieron en el Estrecho. En enero de este año, los inmigrantes llegados en pateras han sido 4.104, un 200% más que en el mismo mes de 2018.
Para limitar este fenómeno, España ofrece a Marruecos potenciar la inmigración regulada de temporeros, como las freseras de Huelva, que han pasado de 198 en el año 2000 a 19.179 en esta campaña. También quiere reforzar la devolución de inmigrantes irregulares que, tras el frenazo que se produjo el año pasado, “se ha incrementado sustancialmente”, según aseguró el pasado día 5 en el Senado el ministro Fernando Grande-Marlaska, aunque sin aportar datos. En respuesta escrita al senador Jon Iñarritu, Interior ha cifrado en 1.489 los marroquíes expulsados en los diez primeros meses del año pasado. Este número no incluye las devoluciones en frontera: unas 400 semanales entre Ceuta y Melilla.
Firma de acuerdos
España ha ofrecido apoyo a Rabat para reforzar el control de sus fronteras, no solo sellando las costas desde donde zarpan las pateras, sino vigilando las entradas a través del aeropuerto de Casablanca y combatiendo a las mafias que trafican con personas. Además, medió ante la Comisión Europea para que destinara 140 millones de euros a reforzar las capacidades marroquíes de control de los flujos migratorios (de los que solo se han desembolsado hasta ahora 30) y quiere que las próximas perspectivas financieras de la UE (2020-27) incluyan una partida específica para la frontera sur, tal como reclama Marruecos.
De la decena de acuerdos que se han firmado con motivo de la visita de Felipe VI, el único que tiene la categoría de convenio y no mera declaración de intenciones, además del protocolo de cesión del teatro Cervantes de Tánger, es uno en materia de lucha contra la delincuencia organizada (terrorismo, narcotráfico e inmigración ilegal) suscrito por Marlaska y su homólogo, Abdelouafi Laftit. España y Marruecos, que ya tienen comisarías mixtas en Tánger y Algeciras, pondrán en marcha equipos policiales conjuntos.
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