Las chirivías no son fáciles de encontrar en todas partes, pero le dan un extra de sabor muy interesante a las lentejas. Si no las tienes a mano, más zanahoria y unas semillas de hinojo pueden sustituirlas.
Una de las preparaciones más sencillas que se pueden hacer con carne de ternera, un puré con un punto dulce y una salsa alegre para acompañar: solo tienes que decidir qué bebes y la ecuación estará completa.
La ensalada de col no es esa sopa aguachirlada que te ponen con la comida rápida: prepara en casa esta versión con apionabo y chirivía y descubrirás su frescura y crujiente originales.
Vale la pena encender el horno para conseguir esta crema, con todo el sabor de la remolacha caramelizada y el ajo asado. El añadido del huevo pasado por agua puede convertirla en un plato único perfecto para cenar.
Un taco de bacalao jugoso y al punto sobre un lecho de verduras especiadas y doradas, con una salsa verde que le aporta un toque fresco al conjunto: no te has muerto, pero te sentirás en el cielo.
Le copiamos una técnica a Jamie Oliver para cocinar una coliflor entera, le damos un masaje con un aliño de hierbas y especias y la acompañamos de puerro y chirivía. Y luego nos lo comemos todo, claro.
Queso azul, bulbos de invierno, cítricos y escarola, unidos y dispuestos a enseñarte quién manda en el mundo de las ensaladas. Tiene pinta de estar aún mejor acompañada de pan de centeno ligeramente tostado.
Un manifiesto –y un buen montón de ideas– para reivindicar el noble arte del picoteo saludable hecho en casa: sin exceso de calorías, sin aditivos y sin guarrindongadas, pero con todo el sabor.
Manzana y setas salteadas, frutos secos garrapiñados: pocos sabores y olores se llevan tan bien con los meses fríos como los que componen esta crema. Navideño, reconfortante, barato y de temporada: ¿qué más le puedes pedir a un plato?
Aunque suene a oxímoron estacional, las ensaladas de invierno no solo existen sino que además están buenísimas. La de hoy está inspirada en nuestro hechicero de verduras favorito: el israelí Yotam Ottolenghi.
Una versión gustosa y de invierno del tradicional 'Sunday roast' británico. Con pollo de corral, verduras a cholón, 'gravy' hecho en casa y un par de truquitos para conseguir un asado como manda la Reina Madre.