Crema de remolacha y ajo asado con huevo

“¿Otra crema de verduras asadas? Qué manía con asar las cosas para luego hacerlas puré”, estaréis pensando algunos. Pero os prometemos que, si lo hacemos no es por molestar o regalarle nuestros millones a las compañías eléctricas, sino porque le aporta muchísimo sabor. Eso se consigue gracias a la caramelización, que transforma al cocinarlos en el horno -a partir de 168º C- los azúcares de las verduras y frutas.

En este cambio de fase, se convierten en un jarabe que hace, básicamente, que la verdura quede dorada, huela bien y adquiera un sabor más profundo. Una especie de aderezo para el que solo necesitas temperatura que funciona especialmente bien con verduras dulces como la calabaza, la remolacha, la chirivía -si no están muy frescas, no las uséis para esta receta o quedará fibrosa- o la zanahoria. Asamos las verduras primero tapadas y después ya no para que pierdan parte de su líquido y concentren su sabor, pero no queden securrias ni se quemen.

Si te apuntas a añadirle una tostada, puedes poner el pan en el horno durante los últimos cinco minutos de la cocción. Si no te parece suficientemente crujiente al terminar, puedes dejarla dentro con la puerta semiabierta para que acabe de dorarse y secarse poco a poco. Veréis que la receta puede ser para 4 o 6 personas: esto depende si quieres cenártela como plato único -a mí me llega perfectamente, y no soy precisamente un pajarito- o tienes pensado ponerle un segundo plato. También puedes cambiar la leche evaporada por otro lácteo, leche de coco o un aguacate triturado con la crema.

Pelar el huevo pasado por agua puede ser lo más difícil de una receta muy fácil (aunque un poco laboriosa, pero de verdad vale la pena). Si queréis que esta parte sea un mero trámite, haced los huevos con antelación y dejadlos una media hora en nueve partes de agua fría por una de vinagre, un truco que me chivó un amigo que había pelado bastantes trabajando en hosletería-. El ácido ablandará la cáscara sin aportar sabor, el drama se convertirá en un mero trámite y el calor de la crema será suficiente para volver a dejar el huevo templado en un par de minutos.

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