Tres años después de la caída del dictador gambiano Yahya Jammeh, presionado por las movilizaciones tras perder en las urnas, una comisión saca a la luz los terribles crímenes cometidos durante dos décadas, apoyado en su aparato de represión, la connivencia de la justicia y la inacción exterior
Una combinación de intensa diplomacia y amenaza militar explícita doblegan la resistencia del expresidente gambiano, algo inédito en la historia reciente del continente
El gambiano Yahya Jammeh representa un anacrónico desafío para África occidental, donde la democracia y la alternancia política son cada vez más la norma