El exdirigente del ELN Carlos Velandia, liberado para gestionar la paz en Colombia

Carlos Velandia, alias Felipe Torres, exguerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN), será puesto en libertad por orden una juez de la ciudad de Cali, en Colombia, después de pasar más de un mes en prisión acusado de delitos de secuestro y homicidio agravado. El exdirigente de la segunda guerrilla más importante del país acaba de ser nombrado, el pasado 27 de julio, gestor de paz en las conversaciones entre el Gobierno y la insurgencia por el presidente colombiano Juan Manuel Santos.

Flanklin Castañeda, abogado de Velandia, ha detallado que abandonará la cárcel La Picota de Bogotá después de ser detenido el pasado junio en el aeropuerto El Dorado, de la capital, por su implicación en el secuestro de 20 personas en el año 2000. La orden de captura pesaba sobre el exguerrillero desde el 16 abril, pero, pese a ser un personaje público dedicado a la asesoría política, no se le había comunicado. De hecho, pudo salir de Colombia a principios de junio, rumbo a España, sin que ninguna autoridad migratoria se lo impidiese.

Velandia se incorporó a las filas del ELN en la década de los setenta y permaneció en la segunda guerrilla de Colombia hasta el año 2000, llegando a ser miembro de la dirección nacional. En 1994 fue detenido y pagó 10 años de cárcel. Desde la cárcel fue uno de los portavoces del ELN en las negociaciones que esta guerrilla avanzó con las Administraciones de Ernesto Samper y Andrés Pastrana. Cuando salió en libertad se exilió en España, donde permaneció siete años, principalmente en Barcelona hasta regresar a Colombia hace cuatro.

Pese a que siempre ha recalcado que ya no formaba parte del ELN, Velandia se ha mostrado activo a la hora de trabajar en favor del proceso de paz con esta guerrilla. A final de julio, Santos nombró al exguerrillero y a Gerardo Bermúdez, alias Francisco Galán, otro excombatiente de este grupo armado, gestores de paz por "su experiencia y sus conocimientos". En ese momento, el Gobierno colombiano solicitó "la suspensión de las órdenes de captura que pesan en su contra, con el compromiso de que los mismos sigan afrontando su proceso penal y atiendan el llamado de las autoridades cuando sean requeridos".

Con esta decisión, Santos pretende reactivar unas negociaciones que atraviesan por unos momentos muy delicados. Después de que ambas partes anunciasen que iniciarían conversaciones formales -en un principio en Ecuador- en marzo, no han terminado de darse, principalmente porque el ELN no renuncia al secuestro.