La FAO y Oxfam alertan de un aumento de la crisis alimentaria en el Sahel
Más de un millón de niños está en riesgo de desnutrición aguda grave En Chad, Burkina Faso, Malí, Mauritania, Níger y el norte de Senegal las tasas de malnutrición superan el 10%
La ONG británica Oxfam ha advertido este viernes del "grave riesgo que corren unas 13 millones de personas" por la crisis alimentaria en el Sahel. Oxfam alerta en un comunicado de que la sequía en África Occidental y Central puede convertirse "en una emergencia humanitaria a gran escala". La agencia de la ONU para la alimentación (FAO) ha difundido por su parte un documento en el que asegura que al menos 790.000 familias dedicadas a la agricultura y la cría de ganado en la región se encuentran "atrapadas en un círculo vicioso de crisis alimentarias recurrentes".
La FAO sitúa el número de personas amenazadas por la inseguridad alimentaria en 15 millones "debido en parte a un descenso localizado -pero significativo- de la producción agropastoril". Señala que los afectados se distribuyen de la siguiente manera: 5,4 millones de personas en Níger (35% de la población), tres millones en Malí (20%), cerca de 1,7 millones en Burkina Faso (10%), unos 3,6 millones en Chad (28%), 850.000 en Senegal (6%), 713.500 en Gambia (37%) y 700.000 en Mauritania (22%).
"Millones de personas están en el umbral de una crisis absoluta. Todo apunta a que una sequía se convertirá en una catástrofe si no se hace algo pronto. El mundo no puede permitir que esto suceda", ha añadido Mamadou Biteye, director regional de Oxfam para África Occidental.
En Chad, Burkina Faso, Malí, Mauritania, Níger y el norte de Senegal, las tasas de malnutrición rondan entre el 10 y 15%, y en algunas zonas supera el umbral de emergencia del 15%, asegura Oxfam. Además, más de un millón de niños corren peligro de una desnutrición aguda grave. Esta crisis alimentaria sucede a la que azota la parte Oriental de la franja, en el Cuerno de África.
La FAO señala que la crisis que sufre el Sahel se debe a "una combinación de factores": la sequía, el fuerte descenso en la producción de cereales y su elevado precio, la escasez de forraje para el ganado, la reducción de las remesas de los emigrantes en diversos países, la degradación medioambiental, el desplazamiento de la población y una pobreza crónica.
A la crisis alimentaria se suman las 172.000 personas que han tenido que abandonar sus hogares en Malí desde el comienzo de los enfrentamientos entre los rebeldes tuaregs y el Ejército de Bamako el pasado 17 de enero. De los desplazados, 90.000 han cruzado las fronteras y se refugian en Mauritania, Burkina Faso y Níger, según datos de Naciones Unidas. Los refugiados llegan así a regiones que también están afectadas por la sequía, por lo que aumenta la presión sobre los recursos locales.
La ONU estima que se necesitan 724 millones de dólares para hacer frente a la crisis, mientras que Oxfam añade en su comunicado que "debe recaudar 37 millones de dólares para satisfacer las necesidades de alrededor de un millón de personas".
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