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Bahréin declara el estado de emergencia tras aplastar la revuelta chií en Manama

Tres muertos y más de 230 heridos en el desalojo de la plaza donde los manifestantes acampaban desde el inicio de las protestas.- El Ejército bloquea el acceso al centro de la ciudad y pide a la población que no salga de casa

Uno de los heridos en la batalla campal de Manama es trasladado a un hospital de la capital de Bahréin
Uno de los heridos en la batalla campal de Manama es trasladado a un hospital de la capital de BahréinAP

El Gobierno de Bahréin ha decretado hoy el estado de emergencia en todo el país en un intento de aplacar la revuelta de la comunidad chií que desde hace cuatro días reclama en la calle reformas democráticas a la monarquía suní. La decisión adoptada por el Consejo de Seguridad Nacional, reunido de urgencia esta mañana, llega horas después de que la policía y el Ejército desalojaran a sangre y fuego a miles de manifestantes, muchos de ellos mujeres y niños, acampados en la plaza de la Perla, en el centro de Manama, la capital del emirato.

El ministro de Exteriores bahreiní, Jaled al Jalifa, ha justificado hoy la intervención militar ante las protestas "preservar la seguridad" y evitar riesgos de divisiones sectarias entre suníes y chiíes. "Corremos peligro de que haya una polarización entre chiíes y suníes. Es muy peligroso", ha dicho Jalifa, en una rueda de prensa posterior a una reunión extraordinaria de los jefes de la diplomacia de los países del golfo pérsico. Los soldados, a bordo de vehículos blindados han tomado hoy el control de Manama.

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Según el ministro de Salud, Faisal bin Yaqoob al Hamer, en la operación de desalojo y los choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad han muerto tres personas y 231 han resultado heridas, de las cuales 195 han dejado ya los hospitales. Con estos ya son cinco los fallecidos por la revuelta en el pequeño reino. Un portavoz del Minsterio del Interior ha asegurado en la televisión oficial que el Ejército adoptará a partir de ahora "todas las medidas necesarias para reestablecer la seguridad" en el país, al tiempo que ha pedido a la población que no abandone sus casas.

El estado de emergencia ha sido declarado al tiempo que siete partidos opositores bahreiníes, entre ellos Al Wifaq, han pedido hoy al Gobierno del país que presente su dimisión. En un comunicado en la página web de Al Wifaq, principal formación opositora de Bahrein, los partidos señalaron que "cualquier gobierno respetable pierde su legitimidad cuando ordena matar a sus ciudadanos, por lo que pedimos al Ejecutivo presentar su dimisión y formar un Gobierno de salvación nacional".

Protestas y represión

La revuelta, inspirada en las protestas de Egipto y Túnez, amenaza con desembocar en un baño de sangre. Las fuerzas de seguridad bahreiníes, apoyadas por varias decenas de vehículos blindados, han irrumpido sin aviso previo esta pasada madrugada en la plaza de la Perla y han lanzado gases lacrimógenos y pelotas de goma contra la multitud congregada en ese lugar para reclamar, entre otras cosas, un trato de igualdad respecto a la minoría suní gobernante. El 70% del poco más de un millón de habitantes del archipiélago ubicado en el golfo Pérsico son chiíes.

"Estoy herido, estoy sangrando, nos están matando", ha denunciado un manifestante en conversación telefónica con la agencia Reuters. "Han entrado en la plaza donde centenares de personas pasan la noche en sus tiendas de campaña", ha dicho otro testigo a France Presse. La carga y las sirenas de ambulancias se han escuchado desde decenas de metros de la plaza.

Al término de la batalla campal, cuando despuntaba el día, los soldados han comenzado a patrullar la zona mientras varios helicópteros Apache sobrevolaban la plaza y unos cincuenta vehículos recorrían las principales arterias de la capital. Y ni rastro de manifestantes. Además, el Ejército ha cerrado el acceso al centro de la ciudad, por lo que los periodistas no han podido informar de lo que allí sucede. Tampoco pueden entrar las ambulancias y el personal sanitario para atender a los heridos que se presume siguen en los alrededores de la plaza. Los soldados han levantado alambradas en distintos puntos de la ciudad y han bloqueado varias avenidas con vehículos militares.

Las imágenes que ha ofrecido a primera hora el canal catarí Al Yazira muestran tiendas de campaña abandonadas, mantas y ropa desperdigadas por el suelo y restos de comida y basura. "Yo estaba allí...los hombres huían, pero las mujeres y niños no podían correr con tanta facilidad", ha explicado Ibrahim Mattar, un diputado de Al Wefaq, el principal partido opositor chií . Este partido reclamó ayer una nueva Constitución para hacer realidad las reformas democráticas que exigen la mayoría de bahreiníes. Mientras, el Ministro del Interior del reino ha confirmado a través de un mensaje en Twitter que las fuerzas de seguridad han "despejado la plaza de la Perla".

Los tres muertos provocados en los nuevos disturbios se suman a las dos víctimas del martes. El jefe de la oposición chií ha asegurado que este ataque tendrá consecuencias: "Ha sido una decisión errónea que tendrá repercusiones catastróficas para la estabilidad de Bahréin", ha asegurado Ali Salmane.

El corresponsal estadounidense de la cadena televisiva ABC, Miguel Márquez, ha sido atacado durante la represión policial. La cadena ha colgado en su web un reportaje de radio de Márquez que, jadeando y con tono de alerta, describía en directo y con detalles el choque entre la policía y los manifestantes.

"Acabo de ser atacado por un grupo de matones. Estoy en una plaza cerca de nuestro hotel, donde la gente se esconde con miedo en los edificios". "Esta gente no está bromeando... van a despejar la plaza para impedir más protestas el viernes. El Gobierno claramente no quiere que esto aumente", explica Márquez. Márquez es el segundo periodista en días recientes en ser atacado durante la cobertura de las protestas en el mundo árabe después de que ayer se conociera que una periodista de la CBS fue agredida por una turba tras el anuncio de Hosni Mubarak de abandonar el poder en Egipto.

EE UU pide contención

A mediodía, la oposición chií ha denunciado la desaparición de 60 de sus militantes como resultado del desalojo policial en Manama y ha anunciado que sus diputados abandonarán el Parlamento en señal de protesta.

La represión de los manifestantes, además, supone un nuevo desafío para la diplomacia estadounidense, que siempre ha tenido en Bahréin a un estrecho aliado pero que ante los nuevos acontecimientos tendrá que dar una respuesta que puede variar sustancialmente su relación con el reino árabe, apunta The New York Times. La secretaria de Estado norteamericana, ha telefoneado hoy al ministro de Exteriores de Bahréin para transmitirle su "profunda preocupación" por la violencia de las fuerzas de seguridad en el desalojo de los manifestantes. Clinton "ha pedido contención en el futuro", y además ha aprovechado la oportunidad para discutir posibles reformas políticas y económicas que beneficien al pueblo bahreiní.

El Pentágono, por su parte, ha dicho que observa "muy de cerca" los acontecimientos en Bahréin. "Como aliados de mucho tiempo y sede de la Quinta Flota de la Marina estadounidense, Bahréin es un socio importante y el departamento está observando muy de cerca los acontecimientos en ese país", ha dicho el portavoz del Pentágono, el coronel Dave Lapan. "Pedimos contención a las partes y evitar el uso de la violencia".

El ministro de Exteriores de Reino Unido, William Hague, tambien ha mostrado su gran preocupación por los acontecimientos en el pequeño país, gobernado desde 1999 por el rey Hamad bin Isa al Jalifa. "He dicho al ministro de Exteriores de Bahréin que es tiempo de construi puentes entre las diferentes comunidades religiosas", ha afirmado Hague, quien se ha mostrado opuesto a cualquier interferencia externa que inflamen las tensiones sectarias entre las comunidades chiíes y suníes en el reino. Asimismo, la jefa de la diplomacia francesa, Michele Alliot-Marie, ha dicho que "es vital que los sistemas políticos y gobiernos escuxhen las expectativas de sus pueblos".

El espejo de Egipto

Miles de bahreiníes se manifestaron ayer por tercer día consecutivo para reclamar reformas políticas. Animados por las recientes revueltas en Egipto y Túnez, los chiíes, que constituyen la mayoría de la población autóctona de Bahréin, reclaman una monarquía constitucional que garantice sus derechos en igualdad con los de la minoría suní gobernante. La oposición ha convocado nuevas protestas para el viernes y el sábado.

La muerte de dos jóvenes chiíes en enfrentamientos con la policía en menos de dos días ha enardecido a los manifestantes, que exigen el cese del primer ministro, el jeque Khalifa bin Salman al Khalifa. El jeque Khalifa, tío del rey, lleva al frente del Gobierno desde la salida de los británicos en 1971. Por ahora, no parecen apuntar más arriba. No obstante, durante el entierro de Ali Fadhel al Matruk, el segundo de los jóvenes fallecidos, se oyeron gritos de "el pueblo quiere la caída del régimen".

Ahora los manifestantes se esfuerzan por dejar claro que no tienen ningún motivo sectario y que el vecino Irán no está involucrado. El líder de la oposición chií, el jeque Ali Salmán, aseguró durante una conferencia de prensa que no quieren ni la caída del régimen ni la instauración de un Estado religioso como el iraní. Su aspiración, dijo, es "un Estado democrático, una monarquía constitucional, en la que el Gobierno sea elegido por el pueblo".

Un grupo de mujeres esperan fuera del hospital de Manama, Bahrain, donde han sido trasladados varios heridos durante los disturbios.
Un grupo de mujeres esperan fuera del hospital de Manama, Bahrain, donde han sido trasladados varios heridos durante los disturbios.AP

Bahréin, sede de la Quinta Flota de la Marina de EE UU

Bahréin, archipiélago de unas 30 islas en el golfo Pérsico, es la sede de la Quinta Flota de la Marina estadounidense que patrulla los mares de Oriente Próximo y Asia Central.

El comandante de la Quinta Flota es el responsable de un área que abarca unos 6,5 millones de kilómetros cuadrados de áreas marinas que incluyen el golfo Pérsico, el Mar Rojo, el golfo de Omán y partes del océano Índico.

Los países bajo responsabilidad de la flota son Afganistán, Bahréin, Egipto, Irán, Irak, Jordania, Kajastán, Kirguizistán, Líbano, Omán, Pakistán, Catar, Arabia Saudí, Siria, Tayikistán, Turkmenistán, Emiratos Árabes Unidos, Uzbekistán y Yemen.

La Quinta Flota cuenta con portaaviones, destructores y otros barcos que rotatoriamente se envian desde EE UU, además de ermbarcaciones más pequeñas que están desplegadas en el Golfo por periodos más largos.

Su objetivo es proteger las rutas marítimas en esa área y zonas aledañas. Es el brazo naval del Comando Central, responsable de las operaciones bélicas en Afganistán e Irak, y sus naves participan en misiones de combate en ambos países.

Unos 4.500 militares y civiles estadounidenses trabajan en el puerto y la base localizada en Juffairare, unos ocho kilómetros al sudeste de Manama.

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