_
_
_
_
Reportaje:

Un viaje al fondo de la mente de Hitler

Un psiquiatra describió al mandatario alemán en 1943 como un tipo vengativo, poco tolerante, masoquista y homosexual reprimido, y con mucha confianza en sí mismo

Cuando EE UU declaró la guerra a Alemania la CIA todavía no existía; por entonces los servicios secretos norteamericanos se estructuraban alrededor de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS). Pero para entonces Washington ya contaba con un perfil psicológico de Adolf Hitler que sus espías habían preparado para los Aliados. El responsable de este informe, un psiquiatra de la Universidad de Harvard, describió al mandatario alemán como un tipo rencoroso y vengativo, muy poco tolerante con las críticas y con tendencia a menospreciar a la gente.

El estudio, de 250 páginas, fue elaborado por Henry Murray a petición de la OSS para ayudar a los Aliados a ganar la Segunda Guerra Mundial. Ahora lo ha hecho público la Universidad de Cornell, y se puede consultar completo en la página de Internet de este centro de estudios neoyorquino. El diagnóstico del psiquiatra es que Hitler sufría neurosis, paranoia, histeria y esquizofrenia, entre otros males.

El análisis avanzaba la posibilidad de que Hitler terminara suicidándose, como a la postre sucedió cuando se vio acorralado en su refugio subterráneo ante la inminente llegada a Berlín del Ejército Rojo; si Alemania perdía la guerra, Hitler se suicidaría de forma dramática y explosiva, decía en informe; si le mataban, podía incluso convertirse en un mártir de su causa. De hecho, los soldados rusos se cuidaron de evitar precisamente esta última posibilidad: borraron del mapa el refugio para que no se convirtiera en un altar, y eliminaron hasta el último resto del cadáver de Hitler.

Según este perfil, uno de los primeros realizados sobre el mandatario alemán, Hitler era incapaz de aceptar una broma; era muy obstinado, perseverante frente a la derrota, y tenía un alto grado de confianza en sí mismo. Murray definía además su personalidad como la de un criminal compulsivo. Respecto a su sexualidad, le describía como un masoquista pasivo, con un componente añadido, su homosexualidad reprimida. Así, el psiquiatra consideraba que el origen de los crímenes que se le achacaban podía buscarse en el desprecio ante sus propias debilidades y como una forma de venganza ante los abusos que sufrió siendo niño.

El perfil tiene dos puntos flacos. En primer lugar, fue realizado a distancia con información de segunda mano sobre su genealogía y su historia escolar y militar, con recortes de prensa y documentales sobre su figura, con su propia obra y la de sus biógrafos, y con datos de los servicios secretos.

Pero sobre todo los expertos contemporáneos indican que está plagado de malinterpretaciones y prejuicios propios de la psiquiatría de esa época, que además ignoraba la importancia de los factores genéticos, aún sin explorar. Así, por ejemplo, Murray indica que Hitler tenía un gran componente femenino, con muchas debilidades, entre ellas que nunca hizo trabajos manuales o practicó deportes, y que como soldado era "desagradablemente sumiso". "Aunque la psicología ha avanzado, el documento todavía da la oportunidad de ver algo de la personalidad de Hitler", ha explicado Thomas Mills, un abogado investigador de la Biblioteca de Derecho de Cornell encargado de la colección y otros libros raros. El perfil fue encontrado en ese lugar, entre unos documentos sobre los juicios de Nuremberg, por una profesora, Claire Germain.

El propio Murray no se libra de la controversia. Entre 1959 y 1962, como profesor en Harvard, sometió a sus alumnos a una serie de experimentos sobre el estrés. Entre éstos se contaba Theodore Kaczynski, que años más tarde fuera condenado por terrorismo; se había dedicado a enviar paquetes explosivos por correo desde una cabaña perdida en un remoto bosque estadounidense. Se le conocía como Unabomber. Sus abogados adujeron en su defensa que los experimentos de Murray le habían provocado inestabilidad emocional y miedo al control de su mente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_