La tensión en Ucrania recrudece la batalla entre los partidos

La crisis de Ucrania ha avivado la tensión en la política nacional, de por sí caldeada, a pocos días de que empiece la campaña para las elecciones de Castilla y León. El órdago de Vladimir Putin, que mantiene en vilo a la Unión Europea al haber desplegado 100.000 soldados en la frontera ruso-ucrania, ya había sacudido en los últimos días a la coalición de Gobierno. Este lunes se sumaron a la bronca también PP y Vox. Los dos partidos de la derecha se enzarzaron entre sí a cuenta del respaldo al Gobierno. El partido de Pablo Casado, a diferencia de la extrema derecha, defiende una posición de Estado al lado del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Casado salió al ataque contra Vox y apuntó, además, a la conexión rusa del partido de Santiago Abascal.

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Mientras tanto, en la coalición de Gobierno los desencuentros en torno a la crisis de Ucrania siguen vigentes, pero los dos partidos hicieron este lunes un esfuerzo por rebajar algo la tensión desde sus posiciones. Podemos consideró que durante el fin de semana el PSOE había “rectificado” y “cambiado de tono” con respecto a la intervención en la crisis de Ucrania y por eso este lunes el portavoz del partido, Pablo Fernández, celebró que los socialistas hablaran “por fin” de “desescalada y diálogo diplomático”.

El líder del PP ya había anticipado su respaldo a la participación de tropas españolas (una unidad mecanizada, aviones de combate y buques) en las operaciones de la OTAN en el este de Europa para disuadir a Rusia de invadir Ucrania. Pero este lunes ha pasado a la ofensiva contra la extrema derecha. El contexto preelectoral —el jueves se inicia la campaña de las elecciones de Castilla y León— y el auge del partido ultra en las encuestas han motivado que el líder del PP deje de ignorar a Vox y haya pasado al ataque directo. A primera hora de este lunes, en una entrevista en la Cadena COPE, Casado instó a Vox a que defina su posición sobre el conflicto de Ucrania —los de Santiago Abascal habían pasado todo el fin de semana sin pronunciarse—, teniendo en cuenta, además, que Vox “muchas veces se ha manifestado a favor del régimen de Putin”, dijo. Casado subrayó que el silencio de Vox demuestra la “incoherencia de muchos partidos que no tienen experiencia de gestión, y que han basado sus ideas trasnochadas muchas veces en cuestiones que no se pueden mantener en la política real”.

Vox no tardó en responder y elevar el tono contra el líder del PP. El portavoz del partido, Jorge Buxadé, afirmó que a Casado se le había puesto “cara de Pedro Sánchez” por decir “mentiras” sobre Vox, y le acusó de hacer “seguidismo al Gobierno”. El portavoz se revolvió sobre los supuestos vínculos de su partido con Rusia sin desmentirlos y atacando al PP. “Nosotros no tenemos ningún acuerdo con el Partido Comunista chino. Y ellos lo mantienen vigente”, dijo Buxadé en referencia a un memorando que la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal firmó en 2013 con el Partido Comunista de China (PCCh) para la colaboración y el intercambio de experiencias cuando los populares estaban en el poder. El PP ignora este ataque, pero incide en los vínculos de las extremas derechas europeas con Rusia para poner en un brete a Vox. “Le Pen, Orbán... no son pocos los partidos de su familia política que tienen una relación permanente y estrecha con Putin. Y Abascal dijo que él nunca había hablado mal de Putin”, subraya Pablo Hispán, portavoz adjunto de Exteriores del PP, en conversación con EL PAÍS. “El PP es un partido de Estado europeísta que tiene que cumplir con los compromisos de sus socios de la OTAN. Y Vox es un partido eurófobo y euroescéptico” apostilla Hispán.

El partido de Santiago Abascal es el único en la derecha que se apartó del respaldo al Gobierno por la crisis de Ucrania. Buxadé sostuvo que el Gobierno “pisotea la legalidad vigente” con el envío de efectivos porque “se requiere autorización del Congreso de los Diputados”. También en este punto los populares rebaten a Vox. “Cobertura legal formalmente la tiene, lo que es incomprensible es que Sánchez no busque la cobertura política manteniendo informado al jefe de la oposición”, apunta el portavoz adjunto de Exteriores del PP. “Los envíos actuales están amparados en misiones ya existentes”, contrapone el dirigente del PP a Vox. Casado enfatizó sus “discrepancias” con Vox, además de por la crisis de Ucrania, por su euroescepticismo. Esto significa, criticó, no tener en cuenta la importancia de la PAC [la política agraria común de la UE]. Así trataba también de erosionar el enganche de los ultras en el mundo rural, para el que son muy importantes las ayudas europeas, sin perder de vista el peso que tienen en una comunidad tan agrícola como Castilla y León, que el 13 de febrero está convocada a las urnas.

El clima electoral está detrás del recrudecimiento de la tensión entre los partidos, sobre todo de los ataques directos del PP a Vox, al que habitualmente prefiere ignorar. El PP pretende evitar que Vox sea decisivo en las próximas elecciones de Castilla y León y Casado pidió ayer reagrupar el voto en su papeleta para poder formar un Gobierno en solitario. “Pedimos estabilidad. Y la dan los Gobiernos fuertes. Pedimos la confianza sin tener que estar negociando con otros partidos, como Galicia y Madrid”, reclamó. Los populares no quieren gobernar con la extrema derecha, que se prefigura como su único socio ante el desmoronamiento de Ciudadanos, pero tampoco lo han definido como una línea roja.

En la coalición de Gobierno, los partidos se han esforzado este lunes en mitigar los desencuentros de los últimos días sobre la intervención en Ucrania. “Es el momento de la diplomacia. Apostamos por la unidad, la distensión, el diálogo y la solidaridad con los socios y aliados para resolver la crisis con Rusia”, afirmó La Moncloa el sábado en un mensaje difundido por la Secretaría de Estado de Comunicación. “El PSOE ha rectificado y saludamos ese cambio de posición. En un primer momento lo que se hizo fue el envío y no se comenzó hablando de diplomacia, diálogo y paz”, señaló el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, para quien ahora el PSOE “mantiene postulados” como los que defiende su partido.

Los socios trataron de desescalar su encontronazo por la crisis de Ucrania, pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, sí respondió a las críticas contra ella del exlíder de Podemos y exvicepresidente Pablo Iglesias apuntando que “tiene mucho tiempo libre y poca responsabilidad”.

En Bruselas, donde se reunió con los ministros de Exteriores de los Veintisiete para tratar la crisis de Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, terció e insistió en que la “cohesión” del Gobierno “está totalmente garantizada” y en que no ha habido “ningún cambio” desde el inicio en la posición de La Moncloa, explicó, en una comparecencia tras la cita. ”La política y la acción exterior del Gobierno la marca el presidente”, reiteró, como ha venido haciendo desde que aparecieron las grietas la semana pasada. En opinión de Albares, es el Consejo de Ministros el que “se expresa todos los martes a través de decisiones (…) y ahí es donde se ve su cohesión”. La crisis de Ucrania, no obstante, amenaza con seguir agitando la política nacional al menos hasta el 13 de febrero.