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Seis clínicas y centros en España para sumarse al ‘boom’ de la longevidad

Una ardilla podría cruzar la Península de ‘spa’ en ‘spa’ en un país donde las propuestas de turismo de bienestar proliferan como setas

El movimiento longevity hub está de moda, pero de nuevo solo tiene el nombre. Las aguas termales para aliviar ciertas dolencias se conocen desde hace siglos y ya en 1931 existía la clínica La Prairie en Montreux (Suiza), que se hizo famosa por la terapia del doctor Paul Niehans que inyectaba células de neonatos de cordero (práctica hoy impensable) para detener el envejecimiento celular. Años más tarde, en 1953, en el lago Constanza (Alemania) se creó la primera clínica de ayuno terapéutico, la Buchinger Wilhelmi, con filial en Marbella desde 1973. La teoría del ayuno, medicalizado y avalado científicamente, promueve la restricción calórica durante 10 o 21 días. Durante ese periodo solo se ingieren caldos, infusiones y zumos. De esta manera, el cuerpo vive de sus reservas grasas para depurar el organismo y obtener energía. Está demostrado que no solo ayuda a perder peso, sino que también previene enfermedades y retrasa el envejecimiento.

España ocupa la posición 13 entre los 20 principales destinos de turismo de bienestar, según un reciente informe del Global Wellness Institute. Desde el bum de la Clínica Buchinger, se han abierto otros destinos de bienestar a los que acude un público internacional atraído por el buen clima, las altas prestaciones y el personal cualificado. El secreto de cualquier centro longevity se basa en unos pilares: evitar la inflamación celular, retrasar el reloj biológico, aprender a respirar y a ejercitar el cuerpo, restaurar la microbiota, eliminar el estrés oxidativo y seguir una alimentación saludable.

El ejemplo más visible es SHA Wellness Clinic (Alicante), elegido por la reina de Holanda, Alejandro Sanz o Poppy Delevingne. Sus propietarios, la familia Bataller, fueron pioneros en introducir la dieta macrobiótica en España hace 17 años, cuando nadie había oído hablar de ella como terapia para ayudar a curar ciertas enfermedades. Hoy, SHA va mucho más lejos y es un referente internacional en programas de salud para ralentizar el envejecimiento celular. Su programa Advanced Longevity (una semana, a partir de 7.500 euros) es uno de los más solicitados. Tiene una duración mínima de siete días y consta de una analítica completa, pruebas corporales y faciales con un escáner 3D, test del dominio cognitivo, consultas de salud sexual, valoración de la capacidad cardiorrespiratoria y exámenes reumatológicos. Un equipo de médicos y terapeutas crea un programa a medida para eliminar los malos hábitos y se aplican tratamientos que incluyen cámara hiperbárica, hidroterapia de colon, sesiones de ozonoterapia y de sueroterapia NAD, suplementos nutricionales, fitofangoterapia y masajes terapéuticos. Su principal clientela son mexicanos, estadounidenses, franceses e ingleses que repiten la experiencia cada año.

A pocos kilómetros del SHA, en Altea, acaba de abrir otro santuario que dice ser la clínica de longevidad y medicina regenerativa más lujosa de España. Se llama ZEM Wellness Clinic. David de Cubas, director médico del centro, afirma que envejecer no significa deteriorarse, sino “transformarse con conciencia y equilibrio”. “Ayudamos a nuestros huéspedes a vivir más y mejor, guiados por la sabiduría de la longevidad mediterránea. Las terapias se enfocan hacia un envejecimiento activo basado en la dieta mediterránea, con productos ecológicos de huerto propio, la calma y el equilibrio cuerpo-mente-espíritu”, explica. Su programa Pro-Ageing (una semana, desde 12.000 euros) se articula en torno a cuatro pilares: la medicina regenerativa que actúa sobre la salud celular y metabólica; la sueroterapia (suero en vena de vitaminas y antioxidante para reducir el estrés oxidativo, reforzar la inmunidad y aportar vitalidad); una dieta con un 80% de alimentos crudos y un 20% cocinados a baja temperatura, y prácticas holísticas y terapias naturales como yoga, mindfulness o rituales sensoriales.

Volviendo al principio legendario de Salute per aqua, España tiene referentes como Las Caldas, en Asturias, balneario de aguas mineromedicinales, o Palasiet Wellness Clinic & Thalasso, en Benicàssim, especializado en terapias con agua de mar. Su programa de longevidad tiene una duración de una semana (3.000 euros). La doctora Katherine Lozano, responsable médica de Palasiet, es clara: “Queremos vivir más pero solo si es con un estilo de vida saludable a todos los niveles. A diferencia de enfoques convencionales basados en la farmacología, nuestro programa de longevidad aborda el envejecimiento desde la epigenética y la medicina regenerativa con el complemento de masajes subacuáticos con agua marina, fangos termales y dieta mediterránea”. Entre los complementos del programa figuran sesiones de ventosas o cupping (se aplican copas sobre la piel para crear un vacío que produce succión y aumenta el flujo sanguíneo y linfático, eliminando toxinas) y baños en el mar al amanecer para regular la cronobiología corporal.

Siguiendo el periplo marino-talaso, en el norte de Tenerife está el hotel Océano, que posee una piscina natural salina que se funde con el Atlán­tico. Este refugio es referencia en turismo de salud integral en Europa ya que combina relajación, respiración consciente, nutrición y conexión con la naturaleza. El doctor Juan José Arroyave Rincón y su equipo médico pautan tratamientos personalizados para el dolor de espalda y el agotamiento físico y mental. El yoga, la meditación, la dieta alcalina con productos kilómetro cero y la acupuntura son algunos de sus pilares. “Con la acupuntura estimulamos el organismo para que busque su equilibrio ayudando a mermar las grasas y el estrés, dos de los principales culpables del envejecimiento prematuro”, apunta. “Además, el mar, el viento y el sol en su justa medida, ejes de la talasoterapia, contribuyen a depurar el organismo y llenarlo de energía”. El programa de 10 días para fortalecer el sistema inmunológico cuesta unos 1.400 euros (estancia aparte).

Hasta aquí ya hemos hecho dieta y nos hemos sumergido en aguas marinas, pero nos falta algo fundamental: el ejercicio y la respiración. Para ello, el yoga es la práctica que acompaña a muchos retiros saludables. Al buscar en el “mapa saludable” español, uno de los lugares más solicitados para poder practicarlo es el hotel Boutique Can Bordoy Preferred Hotels and Resort, en el casco antiguo de Palma de Mallorca. Un refugio que puede pasar inadvertido y que cuenta con el jardín secreto más grande de la capital balear. Con más de 25 años de experiencia en terapias, yoga y crecimiento personal, Mariana Harpreet y su equipo de instructores ofrecen clases de yoga, baños de sonido, respiración y meditación guiada. “Bases para una larga vida saludable”, según sus palabras. Alemanes con alto poder adquisitivo y franceses que visitan la isla todo el año son el prototipo de su clientela. “El yoga regula el sistema nervioso, reduce los niveles de cortisol y la inflamación, promueve la concentración y la claridad mental y mejora el sueño”, añade Harpreet.

Del azul del Mediterráneo viajamos a la ribera del Duero, a Abadía Retuerta, una abadía del siglo XII que hoy es un hotel de lujo con helipuerto, una bodega galardonada y un templo de bienestar. El agua de sus piscinas se obtiene de un pozo subterráneo y utiliza una de las tecnologías más avanzadas que existen: la osmosis inversa, un sistema de filtros para reducir las impurezas. Los programas de salud que se ofrecen están basados en una alimentación sin tóxicos (tienen huerto propio) y las clases de yoga, barre (combina fitness y wellness), baños de sonido y ejercicio con entrenadores personales. Su programa Bienser, de tres días, cuesta unos 2.100 euros.

Según la ciencia, el sueño también desempeña un papel clave en el envejecimiento. “El insomnio es la pandemia del siglo XXI, con graves consecuencias para la salud mental, cardiovascular y metabólica”, explica Jennifer Findlay, fundadora de Core Essence en Le Meridien Ra, en Tarragona. “La cultura de estar siempre conectados y los horarios irregulares mantienen al cuerpo en estado de alerta, lo que bloquea el sueño o lo deteriora. El 74% de los trabajadores tiene un sueño de mala calidad, y quienes duermen menos de seis horas tienen un riesgo de mortalidad un 13% mayor que aquellos que descansan entre siete y nueve horas”, señala Findlay. La doctora Caitlin Chasser lidera The Sleep Project de Le Méridien Ra. En estos retiros de sueño hay meditación, flotación de sonido lunar, yoga al amanecer y pautas personalizadas para dormir (tres días por 1.600 euros). “Las personas que logran un sueño profundo tienden a vivir vidas más sanas”, afirma Chasser. Tome nota: apuntarse a dormir a pierna suelta puede ser el comienzo de una larga y placentera vida

Especial Belleza | 'El País Semanal'

Este reportaje forma parte del Especial Belleza de 'El País Semanal' del 28 de septiembre.

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