Agua del Cantábrico para regenerar células
Los laboratorios Quinton facturan cinco millones de euros con la patente de un biólogo francés que en el siglo XIX popularizó suero fisiológico para hospitales
En la planta de los Laboratorios Quinton, ubicada Cox (Alicante), se esconde un museo. Es de las pocas cosas que se esconden, pues todas las tuberías que transportan su producto, agua de mar y de manantial, son de cristal. Las vitrinas rinden un homenaje al biólogo y fisiólogo francés René Quinton, descubridor del plasma que bautizó con su nombre y patentó y que durante años se usó en hospitales franceses como suero fisiológico. Demostró que el agua del mar isotónica consigue reconstruir la célula dañada, que tiene una densidad. Desde 1996 la empresa valenciana explota la patente y desarrolla, en colaboración con las universidades de Valencia, Alicante y Granada, agua de mar isotónica e hipertónica, sprays nasales, oculares y dérmicos, además de bebidas para deportistas. Cerraron 2017 con más de cinco millones en ventas. Quieren crecer un 10% en 2018.
“Mi padre era farmacéutico y cuando terminé mis estudios en 1995 me propuso montar una empresa. Él hacía tiempo que guardaba un artículo sobre Quinton y pensamos en distribuir aquí su producto. Nos pareció tan interesante que quisimos comprar el laboratorio e instalarlo aquí en Alicante. El proyecto estaba abandonado”, explica Francisco Javier Coll, director general de los laboratorios. “Durante 120 años su fórmula fue medicamento en Francia, pero no supieron actualizar la base científica y terapéutica del producto, cosa que nosotros sí, y cayeron en el olvido. El trabajo con la Universidad nos ha ayudado a trabajar sintomatologías como el ojo seco o la conjuntivitis”, añade. “Dedicamos un 7% de nuestro presupuesto a la investigación. Nos interesa desarrollar y difundir investigaciones y descubrimiento sobre terapia marina”.
La actualización de la que habla, que mantiene los protocolos “exhaustivos” de la patente de Quinton, es lo que les ha permitido volver a hacerse con el mercado francés y crecer al resto de la Unión Europea, Brasil, Colombia, México, Líbano, Taiwán, Corea, Japón, sudeste asiático y China y Estados Unidos, países donde esperan mayor penetración en 2018. El 90% de sus exportaciones van bajo marca propia, el 10% restante son segundas marcas para canales específicos. En Estados Unidos han entrado además en el canal de alimentación a través de unos zumos naturales a los que se añade la ampolla QuintEssential “para recuperar minerales”. España sólo representa un 20% de sus ventas. Han crecido desde 2014 hasta hoy un 50% en su cifra de negocio, sobre todo a través de las exportaciones.
Francia es uno de sus mercados más importantes. “Nuestra penetración fue muy sencilla: hay un gran consumo del agua de mar ahí y se le recordaba bien. Existe una gran cultura de medicina natural: todo el mundo recuerda los dispensarios marinos de René Quintón. Todo el mundo tiene alguien a quien salvó Quinton”, explica Coll, que cuenta que en la época en la que el científico desarrolló sus investigaciones, a finales del XIX, principios del XX, había muchos casos de niños deshidratados, que los hospitales no podían salvar.
Medidas de conciliación
El laboratorio cuenta con un departamento de recursos humanos cuyas medidas de conciliación –un catálogo de casi cien– les ha hecho merecedor del distintivo Best Place To Work. Cecilia Coll, también hija del fundador, es la persona que lo gestiona el departamento de recursos humanos. La rotación de la empresa es menor de un 1%. “Se puede crear un política de recursos humanos distinta y con peso, que mejore el rendimiento y que sea fácil de medir. No creemos en el maquillaje, sino en hacerlas permanentes”. La empresa puso en marcha la jornada de 35 horas hace casi dos décadas.
España, en cambio, representa una parte menor de la tarta, aunque son optimistas. “Nos parece que la penetración es buena porque empezábamos de cero, no había cultura en medicina natural, en botánica. Pero cada vez se entiende mejor e importa más. A la mayoría de medicinas naturales les falta demostración científica, nosotros sí podemos mostrar cómo funcionan los minerales del agua del mar en patologías muy concretas”, apunta Coll. La empresa no ha perdido su vocación sanitaria, aunque no centran sus esfuerzos en llegar a la sanidad pública, se quedan en la privada. Sus productos se comercializan en farmacias. El año pasado fabricaron 15 millones de ampollas y 250.000 sprays. La competencia no les preocupa. “Van saliendo empresas que reivindican las propiedades del agua de mar, pero no hay nada parecido en cuestión de calidad”.
El directivo advierte de que uno de los “mayores peligros” en el consumo de agua de mar es que “se coja de zonas próximas a la costa, cuando ha de hacerse al menos a dos kilómetros para evitar contaminación, cosa que en España ocurre, el límite está en 300 metros, que es nada”. Su fuente salada, para productos hipertónicos, está localizada “en un vórtex planctónico” del golfo de Vizcaya a 30 metros de profundidad. El agua de manantial para los productos isotónicos se recoge en la provincia de Badajoz. “Los minerales dependen del fitoplacton de la masa de agua; no recomendamos la del Mediterráneo. No recoge las condiciones, está más que estudiado”.
Nacieron con un capital social de 200.000 euros, lo que les ha permitido tener un “crecimiento exponencial regular llegando a un nivel de endeudamiento bajo a largo plazo”. En los años de la crisis no tuvieron que acometer recortes de ningún tipo aunque reconocen que podrían “haber crecido más”. 2007 fue uno de sus mejores años: pasaron de 25 a 50 trabajadores. Hoy en día, están ampliando recursos por la entrada del mercado malasio en juego. Cuentan con un área de producción importante, administración, departamento financiero, comercial (repartido por varios puntos) y un departamento regulatorio clave para exportar. Una persona se encarga de gestionar el I+D con la universidad. “No tendríamos material o estructura para hacer nosotros la investigación, el trabajo con ellos es muy importante”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.