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La píldora disminuye la capacidad de leer las emociones de los demás, según un estudio

Una investigación pone el foco en los efectos secundarios menos hablados de este método anticonceptivo

En los libros de Jane Austen, las protagonistas suelen tener que ver más allá de las palabras de sus pretendientes para vislumbrar sus verdaderas intenciones. Son auténticas expertas en leer las miradas, las muecas y los gestos faciales que desvelan lo que sienten. Pero si Elizabeth Bennet hubiera tomado la píldora anticonceptiva podría haber perdido la habilidad para detectar el orgullo y el prejuicio del señor Darcy, según un reciente estudio que apunta a que las capacidades de reconocimiento facial de las mujeres que utilizan este método anticonceptivo podrían verse atenuadas.

Los investigadores de varias universidades alemanas separaron a las participantes del estudio en un grupo de 42 mujeres que declararon tomar la píldora y otro de 53 que no lo hizo. Todas ellas pasaron por una serie de experimentos en los que tenían que reconocer expresiones faciales complejas como el orgullo y el desprecio. Las conclusiones del experimento, publicadas en febrero en la revista Frontiers in Neuroscience, apuntan a que las que utilizaban el método anticonceptivo oral eran un 10% menos precisas al reconocer las emociones en cuestión.

Los resultados revelan un problema que podría afectar a muchas mujeres en España, donde un 17% de las mujeres en edad fértil aseguran utilizar este tipo de anticonceptivos. Y, aunque Alexander Lischke, miembro del departamento de Biología y Psicología Clínica de la Universidad de Greifswald (Alemania) y autor principal del estudio, asegura que si los cambios fueran dramáticos lo notaríamos en las interacciones diarias, no dejan de afectar a una habilidad necesaria para las relaciones humanas.

"El reconocimiento de las emociones en las expresiones faciales ajenas es una característica esencial para el ser humano. Nos permite la adaptación al ambiente", explica el neuropsicólogo del Centro de Psicología Sanitaria Crespo Rospi Jorge López. Un déficit en esta habilidad "podría provocar que nos viéramos envueltos en conflictos interpersonales en diferentes contextos o, en los casos más graves, no detectar situaciones de verdadero peligro. Poder reconocer de forma adecuada las emociones en las expresiones faciales de los otros nos permite conocer y anticipar las intenciones de ellos, así como ajustar nuestra propia conducta a la situación".

Muchas mujeres aseguran sufrir alteraciones emocionales

Las emociones son pura química, un vaivén de hormonas que suben y bajan y que se modulan mediante distintos mecanismos, y las pastillas anticonceptivas pueden afectar a los procesos emocionales a través de las hormonas que hacen que funcionen.

"Estas hormonas llegan al cerebro a través de la sangre y producen efectos como la modulación de la actividad y conectividad neuronal en las regiones prefrontal y temporal de la corteza cerebral, y también en la amígdala -todas ellas son regiones implicadas en las emociones-. Por lo tanto, una modificación de sus niveles naturales producirá cambios en las emociones", añade María Ángeles Arévalo, investigadora en el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro de la Sociedad Española de Neurociencias.

De hecho, una de las revisiones más recientes de la literatura científica sobre las pastillas anticonceptivas afirma que los efectos secundarios asociados con el estado de ánimo y el comportamiento sexual son uno de los factores que hace que las mujeres decidan abandonar la píldora. Además, encontraron que hay una alta incidencia de síntomas como la ansiedad, la susceptibilidad al estrés, los cambios de humor e incluso la depresión.

Aún falta mucho por estudiar

"Muchas mujeres dicen tener cambios de humor cuando toman anticonceptivos orales. Generalmente describen un estado de apatía e irritabilidad, pero hasta la fecha ningún estudio metodológicamente bien diseñado que aclare de forma fidedigna la cuestión", afirma Jackie Calleja, ginecólogo y director del Centro Bmum. Lo mismo ocurre con esta nueva investigación, coinciden los autores que, sin quitar valor e interés al trabajo, consideran que tiene ciertas debilidades.

"No se tiene en cuenta cuanto tiempo llevan tomando los anticonceptivos o si están en periodo activo o de descanso. Tampoco han medido los niveles hormonales de las mujeres cuando realizan la prueba", indica Arévalo. Por su parte, López añade que el trabajo "no permite concluir consecuencias directas a nivel interpersonal pues toda la investigación se desarrolla en contexto de laboratorio, y la efectividad en el reconocimiento de expresiones emocionales se realiza con una tarea que utiliza estímulos estáticos, condición diferente de los estímulos naturales (caras completas y en movimiento)".

Su carácter exploratorio hace que "no se pueda deducir una relación causa-efecto, sería necesario realizar estudios con muestras mayores para poder extraer conclusiones que pudieran modificar el uso habitual de este tipo de fármacos en caso de llegar a ser necesario", continúa López. Los expertos consideran que no hay que hacer una alarma de los resultados. "Más de 100 millones de mujeres en el mundo toman la píldora. Hay que ser prudente, el mensaje a transmitir es sencillo: los anticonceptivos orales son seguros y si su toma te produce algún cambio, explícalo a tu médico", concluye el ginecólogo.

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