Por qué el sexo húmedo del cine es magia negra para las mujeres
El cine puede obviar la sequedad vaginal, pero en la vida real aparece a cualquier edad y exige atención
Una escena de sexo con sello hollywoodiense puede hacerte sentir como una extraterrestre. Según la ficción en celuloide, las mujeres están inmediatamente dispuestas a satisfacer sus deseos íntimos solo con que el truhan, galán o aventurero de turno las roce un hombro. No necesitan más: un par de miradas intensas y la máquina está lubricada, el coito salvaje, apasionado y completamente satisfactorio está asegurado. Preliminares los justos, si es que hay alguno, y la máquina está perfectamente lubricada... No dejes que la magia del cine te confunda, en este caso es magia negra.
"Estas imágenes no solo distan mucho de la vida real sino que además crean mitos y falsas creencias, como el hecho de que la mujer siempre está húmeda", opina Valérie Tasso, sexóloga, escritora y embajadora en España de la firma de juguetes eróticos LELO. Y no es así, aunque probablemente no haga falta que una especialista te quite la venda de los ojos. A estas alturas, quizá tus amigas te han confirmado que ellas tampoco lubrican a la velocidad de la luz, como las divas del celuloide, por muy jóvenes que sean.
"La sequedad vaginal suele aparecer tras la menopausia, pero hay chicas jóvenes que también la padecen", aclara Mercedes Herrero Conde, especialista en ginecología y obstetricia de HM Hospitales. No es raro que la falta de lubricación afecte a sus relaciones sexuales. Es más, la sequedad vaginal es uno de los motivos de consulta más frecuentes en los gabinetes de sexología, donde, para alivio de las pacientes, el asunto no suele llegar a la categoría de grave.
Lo que no aparece en las películas y es fundamental
La lubricación vaginal no deja de ser un mecanismo físico básico, pero solo funciona cuando la mujer ha puesto en marcha el motor del deseo. Si una no está excitada, no le apetecerá mantener relaciones sexuales o, lo que es peor, le resultarán molestas. Y el sexo no debería doler. Afortunadamente, es posible evitar la desagradable experiencia.
Si mimamos e hidratamos la piel, ¿por qué no la vagina?, se pregunta la sexóloga Nuria Jorba. La especialista propone usar un lubricante externo durante las relaciones, y asegura que puede servir de gran ayuda. Si vas a hacerte con uno, verás que no eres la única interesada. La oferta es muy amplia, y puede que no tengas las claves que te permitan escoger el más adecuado para ti. La opinión experta dicta que deben de ser acuosos: nada de vaselinas ni aceites que pueden permeabilizar el látex de los preservativos. Y mucho cuidado con los que inducen frío o calor, pueden producir molestias.
No todas las mujeres lubrican a la misma velocidad, por eso es bueno que conozcan bien su propio cuerpo
Tampoco es que estos productos sean indispensables, en muchas ocasiones basta con seguir el abecé de la sexualidad, concretamente el pilar del arte del sexo que enseña que, cuando las circunstancias fisiológicas no acompañan, lo mejor es postergar el momento de la penetración. Y una nunca debe forzarse a mantener relaciones. "Es muy importante trabajar los preliminares y los juegos para poder conectar con el deseo y las sensaciones, así como dejar que nuestro cuerpo lubrique a su ritmo. No todo el mundo lo hace de forma inmediata. Necesitamos conocernos bien" y no tener prisa, advierte Jorba.
Es fundamental hablar sin tapujos con la pareja para que comprenda cómo abordar el problema, pues la sequía íntima afecta a la vida sexual de ambos. Debe saber que la sequedad vaginal causa molestias y dolor, y que suele conllevar una pérdida del deseo sexual. Por ejemplo, en momentos como el de después del parto, el lubricante debe ir acompañado de mucha paciencia y amor. "Es fundamental que los dos se involucren para buscar una solución", sentencia la sexóloga Valérie Tasso.
Geles, láser, ácido hialurónico… cada vez hay más ayuda
La sequedad vaginal es natural, no hay que hacer un drama de ella, pero tampoco conviene dejarla pasar. Y es importante tener en cuenta que las medidas correctoras dependen de las circunstancias de cada mujer, y que la valoración solo puede venir de un especialista. Karla Ferreres García, ginecóloga del Hospital Universitario Gregorio Marañón, señala que en algunos casos es una situación puntual y reversible pero que si se trata de una cuestión de edad, relacionada con la menopausia, no mejorará con el tiempo sino todo lo contrario.
Ferreres afirma que para los casos más extremos –como el de las mujeres maduras que sí tienen un problema crónico– están los tratamientos estrogénicos, que se pueden aplicar en cremas y geles o por vía oral. Los médicos también pueden recetar una terapia hormonal sustitutiva cuando los síntomas son persistentes. En los últimos años, la terapia con láser también ha demostrado efectos beneficiosos, y la administración de inyecciones de ácido hialurónico, tanto a nivel vaginal interno como externo, de manera semestral o anual, se ha revelado eficaz.
Algunos jabones, el tabaco y ciertos textiles pueden causar sequedad entre las mujeres jóvenes
En los casos leves, generalmente los de las jóvenes, lo primero es evitar las causas que producen sequedad vaginal u optar por productos hidratantes que no precisan prescripción médica (no estrogénicos). No hay que buscar mucho para encontrarlos, pueden adquirirse en farmacias y en grandes superficies.
Anatomía de la sequedad, una asignatura pendiente
"Durante la excitación sexual, llega gran cantidad de sangre a los genitales femeninos y, al igual que se produce una erección en los hombres, en las mujeres esta irrigación provoca cambios en las paredes vaginales, en el clítoris y esa humedad o lubricación", explica la especialista en ginecología y obstetricia Herrero Conde. Es un proceso natural, pero eso no significa que está garantizado. Conocer las causas que le ponen barreras es muy importante.
"En el caso de las mujeres jóvenes, la sequedad vaginal puede deberse al uso de uso de jabones poco respetuosos con el medio o de productos perfumados, al hábito de fumar, a llevar ropa interior muy ajustada o elaborada a base de fibras que no favorezca la transpiración, al uso abusivo de salvaslips o de duchas vaginales, a los desodorantes íntimos…", enumera Herrero.
Los anticonceptivos también pueden ser una de las causas: "En el caso de la píldora y otros métodos hormonales, al aportar de manera externa los estrógenos, los producidos por el organismo pueden descender", añade la ginecóloga del Gregorio Marañón Ferreres García. Las futuras mamás también pueden experimentar sequedad durante la lactancia, así como aquellas mujeres que reciben tratamientos como la radioterapia para tumores en el tracto genital o digestivo.
El riesgo aumenta entre quienes tienen enfermedades que producen lesiones a nivel cutáneo y de las mucosas, y el estrés tampoco ayuda. La tensión siempre va de la mano de otros factores como el miedo al dolor durante las relaciones sexuales, una alimentación inadecuada y la alteración del sistema inmunitario. Así que relájate, tómate tu tiempo (o lo que te recomiende el especialista) y enseña a las actrices de Hollywood cómo se hacen las cosas.
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